Tras convertirse en uno de los juegos revelación del E3 2013, Dying Light regresa un año después a la feria del videojuego más importante del mundo para demostrar que su original y terrorífica propuesta no ha perdido ni un ápice de su atractivo. Porque combinar acción, terror y parkour con tanto acierto ¡solo puede traer cosas buenas!
Desarrollado por el mismo equipo responsable de Dead Island, Dying Light es uno de esos videojuegos que hasta que no los pruebas en profundidad no te puedes hacer una idea clara de lo que realmente ofrecen. Y decimos esto porque no han sido pocos los que han definido a este nuevo título de acción y terror como una especie de secuela encubierta de Dead Island con otro ambientación y un par de cambios aquí y allá. Nada más lejos de la realidad. Porque si bien es cierto comparte muchas similitudes, es lógico, la experiencia de juego es bastante distinta.
No por nada, aunque existe un fuerte componente de acción, la gracia de este nuevo juego de Techland es que logra hacernos sentir totalmente indefensos ante las ingentes oleadas de infectados que nos asaltarán constantemente, obligándonos más a correr y evadir los combates que a pelear directamente contra estos peligrosos enemigos. Y todo ello de día, cuando el sol resplandece con fuerza sobre el cielo de las distintas zonas urbanas por las que nos moveremos; porque cuando caiga la noche... será mejor que estéis preparados para lo peor, ya que nada más que vuestra capacidad para pasar desapercibidos os salvará la vida. ¡Cuánta tensión!
Acrobacias frente a la Muerte
Correr es de cobardes. O al menos eso es lo que dicen aquellos que no se han enfrentado a Dying Light todavía. Pero cuando descubres que estás prácticamente solo ante el peligro, y que tus enemigos se cuentan por decenas... bueno, ya sabéis, correr ya no parece algo tan deshonroso ¿verdad? Y justo eso hicimos durante nuestra sesión de pruebas con este título de Techland, que de verdad sorprende y mucho por las buenas ideas sobre las que se ha construido.
Podemos pelear, sí, muy al estilo de Dead Island con armas de fuego, claro, pero sobre todo con un variado y muy loco repertorio de armas cuerpo a cuerpo que podremos fabricar por nosotros mismos, para así tener esa hacha electrificada con la que siempre hemos soñado, o un bate de béisbol repleto de clavos para hacer un poquito más de daño a los enemigos por citar solo algunos ejemplos. La cuestión es ¿cuánto tiempo seremos capaces de sobrevivir así? Y la respuesta es muy clara: ¡poquísimo! Así que no nos quedará otra más que evitar el suelo, corriendo y saltando a través de los tejados de las distintas ciudades por las que nos moveremos con un estilo que por momentos nos recordaba al mismísimo Mirror's Edge. Que no es poca cosa.
Todo ello además con un nivel de libertad extrema, que nos daba pie a que cumpliéramos los objetivos del modo en el que deseáramos. Así, en nuestro caso, alcanzamos la torre de electricidad a la que debíamos acudir casi sin enfrentarnos a los infectados, a los que dejamos bien tranquilos por las calles de la ciudad. Pero si queréis, por supuesto, podréis abandonar los tejados y poner a prueba vuestra resistencia peleando contra todos ellos. Como decíamos, seremos totalmente libres de actuar como queramos, y dependiendo de ello, nuestro personaje mejorará sus aptitudes en una u otra dirección a través de dos caminos claramente diferenciados: agilidad y fuerza.
En el primer caso, el de la agilidad, potenciaremos nuestras aptitudes acrobáticas conforme ejecutemos eso, acrobacias; pudiendo adquirir nuevos movimientos y mejoras de gran interés como la opción de deslizarnos por el suelo o trepar con mayor rapidez, por citar algunos ejemplos; mientras que el camino de la fuerza nos permitirá entre otras cosas aplastar la cabeza de los infectados de un pisotón, para así acabar bien rápido con ellos; o también quitárnoslos de encima de un manotazo justo antes de que nos peguen un bocado. Opción esta última ideal para evitar sufrir daños innecesarios, ya que por norma una vez te agarran resulta difícil zafarse de ellos -hay que pulsar repetidamente un comando de acción-. Lo importante es que habrá cerca de 50 habilidades por aprender, así que también tendremos total libertad para crear al superviviente que deseemos.
Cuando cae la noche...
Otro de los aspectos más interesantes del sistema de combate de Dying Light es que también conviene tener en cuenta los entornos, que podrán usarse como un arma más para acabar con la vida de los enemigos de forma rápida y segura. En este caso, para demostrárnoslo, el equipo de Techland nos guió hasta una zona repleta de bandidos armados hasta los dientes a los que, obviamente, difícilmente podíamos matar con una pistola o un par de palos y cuchillos. ¿La solución? Disparar a un barril explosivo en el momento oportuno, no ya solo para hacer saltar por los aires al mayor número de rivales posible, sino también para crear el suficiente ruido como para que todos los infectados de la ciudad acudieran al lugar. Y eso hicieron, para desgracia de los bandidos, que sucumbieron rápidamente a esta oleada de muerte y destrucción. ¿Y nosotros?
Nosotros ya estábamos bien lejos sin habernos manchado las manos de sangre, que en estos casos siempre viene bien. Y más teniendo en cuenta los peligros que nos aguardan cuando cae la noche. Porque será entonces cuando las mecánicas jugables de Dying Light de un giro espectacular hacia el terror, obligándonos a actuar con el máximo sigilo posible para no delatar nuestra posición. Y hay una explicación para ello. Aparte de los zombis normales, que se habrán vuelto más poderosos, nos toparemos también con los llamados Volátiles, que son unas criaturas tremendamente peligrosas que acabarán con nuestra vida en un santiamén. No solo eso. También serán capaces de atraer la atención de todos los infectados de la ciudad, e incluso perseguirnos a través de los tejados como si fueran auténticos expertos en el arte del parkour. ¡Menudo agobio!
Por fortuna, nuestro superviviente contará con la capacidad de detectar su presencia de forma temporal para que así sea más fácil evitarlos. Nada sencillo, huelga decir, teniendo en cuenta que tanto el ruido como la luz de nuestra linterna, si la llevamos encendida, podrán delatar nuestra presencia. Así que ya os podéis imaginar la angustia que supone el andar corriendo por una ciudad totalmente sumida en la oscuridad bajo una intensa lluvia, sabiendo que ahí fuera el más mínimo error se paga con la vida.
Y ya que hablamos de meteorología, conviene destacar que Dying Light contará con un sistema de cambios climatológicos que afectarán al propio desarrollo de la acción. En el caso de las tormentas, por ejemplo, nos comentaron que los truenos camuflarían nuestro ruido; aunque también el relámpago podría delatar nuestra posición. Y así con otros tantos detalles más que prometen convertir a lo nuevo de Techland en una gran experiencia de terror que además podremos disfrutar en compañía de tres amigos más.
Correr, saltar, trepar por paredes, colarse por ventanas, deslizarse rápidamente por el suelo y machacar zombis a golpes. ¿Se puede pedir algo más? Pues en el caso de Dying Light sí, un gran apartado audiovisual, que luce espectacular en aspectos como la iluminación o la amplitud de sus escenarios, auténticos espacios abiertos por los que podremos movernos con total libertad. ¡Y nos encanta! Porque incluso contamos con un gancho que podemos lanzar hacia los edificios más altos para trepar a sus azoteas de forma increíblemente espectacular, pudiendo incluso "enganchar" a los enemigos para que sufran una muerte horrorosa.
Lo que podremos hacer a partir de febrero de 2015, cuando al fin se estrene en el mercado esta ambiciosa aventura de acción y supervivencia, que una vez más se ha convertido en una de las grandes protagonistas del E3 de Los Ángeles. ¡Y ya van dos años lográndolo!