¿Qué tal que en un mismo año tengamos dos videojuegos de Assassin's Creed en el que uno se controle a asesinos y en el otro a un templario? Pues va a suceder, y Rogue se va a encargar de que lo segundo se haga realidad. Nos colamos en el stand de Ubisoft para conocer un poco más sobre la historia de venganza de Shay, nuestro nuevo protagonista.
Resulta curioso que el año que Ubisoft decide sacar dos Assassin's Creed para plataformas de sobremesa, ninguno de los dos sea una entrega numerada. Unity nos va a dar una entrada a las posibilidades cooperativas online que esgrime la next-gen. Mientras, Rogue es un intento por seguir satisfaciendo a los usuarios de la anterior generación, unos usuarios que despiden a la serie anual con un importante cambio de registro.
Seremos templarios. Cierto, no es la primera vez que jugamos con uno, pero lo interesante es que esta vez lo controlamos durante toda la campaña. Shay Patrick Cormac es su nombre, y busca venganza. ¿La razón? Que no está nada contento con el modo en que le trataron los asesinos (su antigua familia). Abandonado y traicionado, se toma la revancha convirtiéndose nada más y nada menos que en un caza-asesinos.
El hombre de hielo
La trama se promete que estará ligada de alguna forma a los eventos de Unity, situándose en un espacio temporal que abarca desde 1752 hasta 1761, durante la Guerra de los Siete Años, versada sobre la supremacía colonial en América del Norte. Recorremos en total tres grandes escenarios ya confirmados, como Quebec, Nueva York y el Atlántico Norte, emplazamientos que ya os podemos adelantar que van a significar probablemente la mayor dosis de innovación en esta entrega.
Durante nuestra prueba jugable pudimos recorrer un escenario glaciar después de que nuestro barco, el Morrigan, rompiera las placas de hielo que obstaculizaban el camino. El decorado hemos de reconocer que supone algo que no habíamos visto antes en la saga, con montañas heladas y la aurora boreal en el cielo como acompañante permanente. La estampa era bella y nos hizo mover la cámara con el stick derecho para percibirla en su máximo esplendor.
De acuerdo a la geografía de este entorno, encontramos a un oso polar que se interponía en nuestro camino, así como un grupo de pingüinos. Nueva fauna llega a la franquicia. Aunque no es lo más importante. Por suerte, los desarrolladores seguirán incentivando la exploración, con la oportunidad de comprobar que existen tesoros ocultos y accesos a grutas (que podrían proponernos esas interesantes pruebas plataformeras de los más recientes títulos).
La estructura de la aventura parece que tenderá a imitar a Black Flag en el sentido de que hay acción tanto en tierra firme como a bordo de barcos para transportarnos de un punto a otro. Ahora bien, lo cierto es que no hay grandes cambios con respecto a todo lo visto hasta la fecha. Obtenemos nuevas armas, incluida una especie de "machine gun" cuando estamos a bordo de nuestro navío. También se integra la posibilidad de poder dañar a los NPC que pululan por el escenario sin que nos salte un molesto aviso (algo que por cierto hicimos para crear una distracción que nos permitió seguir adelante: una grata novedad).
Por todo lo demás, la sensación es la de que, en realidad, seguimos siendo asesinos (o al menos nos comportamos como ellos). En parte esto no nos debería sorprender. Ubisoft juega a dos bandas. Por una parte, sí, somos templarios; pero por otra -al haber sido entrenados en el pasado como asesinos- tenemos un "background" muy importante sobre esta facción. Nuestra primera conclusión es que de momento no vemos tantos cambios como sí nos propusieron otras entregas.
Es una valoración inicial y no quita que en el futuro modifiquemos nuestra opinión, pero de momento es lo que hemos extraído de esta toma de contacto. Una bastante efímera también, aunque nos ha servido para contemplar que el motor AnvilNext sigue haciendo muy bien su trabajo. Otra vez, los avances se aprecian más en la variedad de entornos que en el detalle aplicado. Tanto los recorridos por ciudades como los viajes en barco siguen luciendo bajo un prisma visual conocido, el del más reciente Black Flag. No hay ninguna evolución importante a recalcar.
En consecuencia, una obra que no revoluciona pero que sí marca un atractivo planteamiento al ponernos "al otro lado". A nivel narrativo puede ser muy interesante; en el plano jugable ahora mismo necesitamos más motivos que justifiquen la existencia de Shay. Todavía no está todo contado, el juego sale el próximo 11 de noviembre, y desde 3DJuegos os podemos asegurar que iremos descubriendo con vosotros todo lo que esconde este asesino de asesinos.
¿Qué pasará con el Animus? ¿Habrá o no finalmente multijugador? ¿Podrá Ubisoft Sofia estar a la altura de otros exponentes dentro de la serie? Estas y más preguntas tendrán respuesta dentro de poco, y trataremos de dároslas paso a paso.
A pie de Gamescom
Las colas cultivan la paciencia, y más en la Gamescom. Eran unos cuantos los jugadores germanos que esperaban para poder ver algo de los nuevos Assassin's Creed. ¡Las esperan iban más allá de las dos horas!