Razas extraterrestres de una galaxia en guerra eterna se unen por un bien común: proteger la última estrella del universo. Una trama épica para 25 protagonistas dispuestos a luchar en equipo por un mismo fin. Junta a cuatro amigos y métete en Battleborn, el nuevo hero shooter de los creadores de Borderlands. El modo historia es su as particular en la baraja. ¿Su objetivo? Redondear un producto destinado a hacerse un hueco entre lo mejor del catálogo primaveral de PC, PlayStation 4 y Xbox One.
Si hay una garantía a la hora de encarar un videojuego de Gearbox es la de tener un producto de largo recorrido con la capacidad de otorgar horas y horas de juego. Battleborn, por supuesto, cuenta con el pedigrí tejano, y el modo campaña va a ser el más claro ejemplo de ello. Tres claves a tener en cuenta: Durabilidad, rejugabilidad y versatilidad como principales pilares de la experiencia. Hemos podido probar un nuevo mapa con sus desarrolladores y una ampliación del nivel que se jugó en el E3 para confirmar que, a pesar de la obvia competencia, la de los creadores de Borderlands es una obra que llegará a las tiendas con ganas de plantar cara al que quiera ponerse delante.
Junto a compañeros de otros medios españoles hincamos el diente a The Renegade, uno de los primeros niveles del juego. Una batalla por liberar a uno de los aliados de los battleborn en un escenario compuesto por pasarelas, precipicios y hordas de enemigos. Durante la partida nos vimos obligados a realizar un buen puñado de acciones para garantizar el éxito de la misión: proteger zonas, aguantar acometidas enemigas de todos los tamaños y colores y, cooperar a la hora de acabar con los bosses de cada pantalla y superar sus trampas. El de The Renegade era Jayler Hylis, un monstruo con un escudo inquebrantable y con unas capacidades de ataque terroríficas. La paciencia y el trabajar por un mismo fin resultó clave para salir victoriosos.
Tras mucho tiempo desde que se supo de la existencia de la producción por fin tuvimos acceso a los 25 personajes que compondrá el equipo de battleborns. Según nos ha confirmado el propio Randy Varnell, director creativo del título, la experiencia en la campaña no quedará en exclusiva en el territorio de acabarlo una vez, ya que la propia estructura jugable está concebida para que el reto vaya en aumento en cada nivel, y que las sinergias entre jugadores del mismo equipo sean totalmente distintas si cambian entre cualquiera de los protagonistas. Todo ello sin contar, claro, con el multijugador competitivo, del que ya os hablamos hace unos días y que con Incursión ya ha mostrado todos sus modos de juego.
Grandes retos, mejores recompensas
La duración aproximada de cada uno de los episodios va de los 30 a los 45 minutos, pudiendo alargarse en los niveles más altos de juego. ¿Cuántas son las pantallas que podremos jugar? Incluido el prólogo son diez, pero Varnell nos avisa que el dato podría resultar engañoso si no tenemos en cuenta todas las posibilidades de la campaña: "Hay diferentes modos de dificultad, incluido el modo hardcore, que añade al juego el factor de no contar con vidas extra". Por supuesto, según aumente el reto mayor será la recompensa, y el hecho de acceder a diferentes sobres de botín con regalos y premios hace más interesante si cabe el intentar acabar con éxito el juego en todas las dificultades posibles.
Las experiencias cooperativas basan su éxito en la resistencia, pero no será el caso de Battleborn. Ya conocimos en el pasado E3 el concepto de las vidas conjuntas y lo que suponía en la partida: el compartir un mismo contador no hace más que complicar la misión, y cada muerte del grupo afecta irremediablemente a todo el equipo, circunstancia que nos lleva a tener que sacar partido a las habilidades de todos la escuadra con tal de garantizar el éxito y salir airosos de la misión. ¿Cómo? Gestionando correctamente el equipo y equilibrando el fuego y la fuerza con la defensa y el apoyo; cualquier otra opción descompensada se traducirá, seguramente, en un absoluto fracaso de los battleborns.
Cada uno de los personajes tiene capacidades únicas, lo que hace que las combinaciones entre los 25 sean prácticamente infinitas. ¿Imaginas construir un mapa en el que se pueda dar libre albedrío a todas las circunstancias posibles? Graeme Timmins, el líder en el diseño de campaña de Battleborn, sí ha gastado horas de sueño en dicha materia: "Ha sido un desafío muy interesante, ya que hemos tenido que luchar contra las propias habilidades de los personajes para garantizar que el mapa estaba construido de forma adecuada". Timmins habló largo y tendido sobre los elementos que se han tenido que sortear para hacer niveles equilibrados y satisfactorios.
Se han rescatado dos elementos olvidados en muchos juegos actuales: la pantalla partida y los bots en el competitivo para jugar en solitario
Los ataques son una particularidad única de cada personaje, pero también en su movimiento cuentan con opciones únicas para cada elección del plantel. El diseñador nos contó el caso del águila Benedict, que "tiene vuelo ilimitado. Imagina que hay que lidiar con 25 posibilidades diferentes y todas las combinaciones que sean capaces de hacer los jugadores para garantizar que el mapa es correcto. Tenemos a algunos protagonistas capaces de teletransportarse, otros de hacer doble salto o, directamente, volar como Benedict, así que hemos tenido que contar con ello para hacer cada uno de los mapas. Se han hecho muchos cambios a lo largo del desarrollo, y si hiciese falta, se volverían a hacer en parches".
Más allá del hecho de tener opciones jugables y elecciones de equipo diferente, el comportamiento de los personajes también será diferente entre sí, lo que deparará situaciones y circunstancias diferentes entre los miembros del equipo en cada partida: "Cada vez que se juega con un equipo distinto hay comentarios y conversaciones diferentes entre ellos, por lo que al contrario que otras experiencias para un jugador en otros shooters es un modo muy sólido y siempre será fresco, ya sea encontrando nuevos elementos en la partida a modo de botín o mejorando puntuaciones pasadas" nos contó Varnell. En la prueba tuvimos al doblaje español, que parece una auténtica virguería.
Estupendo en compañía, ¿recomendable en solitario?
La sombra sobre Battleborn apareció al pensar en la posibilidad de jugarlo en solitario, ¿conservará su frescura? La experiencia parece construida para ser disfrutada en compañía, pero el reto y el interés de la partida en solitario no baja el valor del producto si no cuentas con otros amigos. "Creo que a cinco es la forma ideal de jugarlo, pero no creo que Battleborn se convierta en una experiencia aburrida por jugarlo en solitario", insistió Timmins, "tiene sus ventajas: te permite entender y explorar en profundidad el Helix y seguir la trama del título. De hecho, te confieso que lo disfruto mucho jugando solo. Creo que es otra forma de juego y los jugadores sabrán encontrarle el punto. El single es un gran lugar en el que aprender a jugar".
Varnell también nos explicó sus perspectiva sobre el hecho de jugar solo: "Hemos jugado mucho en el 5 contra 5, en el 3 contra 3 y en solitario para garantizar que la experiencia es lo suficientemente sólida sin importar el número de usuarios que participan para que todo funcione correctamente". ¿Con compañía en casa pero sin otra consola u ordenador en la que poder compartir la experiencia? Olvida movidas, en Battleborn se ha rescatado a dos elementos muy olvidados entre los videojuegos actuales: la pantalla partida y los bots en el competitivo para jugar en solitario en los diferentes modos que ha creado Gearbox. Dos jugadores, una consola o un ordenador, dos mandos y una pantalla: bienvenidos al juego cooperativo y competitivo tradicional.
No han sido pocas las veces que el estudio nos ha insistido en lo complicado que resulta hacer un juego con la presente opción. Muchos usuarios no son capaces de comprender el trabajo que hay tras un modo a pantalla partida. A la hora de construirlo hay que ser capaz de generar un entorno gráfico en el que la máquina que corre el videojuego sea capaz de mover un duplicado del mismo con todo lo que ello conlleva en cuanto a potencia y posibilidades técnicas. Gearbox ha hecho un trabajo impresionante aquí, puesto que va a ser capaz de ofrecer competitivo y cooperativo para los jugadores y sus invitados sin perder la identidad gráfica, algo que es muy meritorio en los tiempos que corren.
En el campo de los bots se ha apostado por una tecnología muy interesante y ya conocida por algunos usuarios: serán capaces de aprender las estrategias y formas de jugar con cada uno de los personajes para ponerlo en práctica en la partidas. Nos dijo Varnell en qué consistía el invento: "Hemos desarrollado una tecnología muy similar a la que conocéis de los Drivatars de Forza Motorsport, por lo que los bots aprenden a partir de la forma de jugar de los usuarios para ponerlo en práctica en enfrentamientos futuros". La mala noticia es que no los veremos en la campaña, pero Varnell fue muy franco a la hora de explicarnos el motivo: "Intentamos hacerlo, pero no fue posible crear una experiencia suficientemente gratificante con ellos. Son muchas las situaciones que se dan en la campaña y que los bots no podían encarar de forma consecuente".
Pensamos que hay motivos suficientes para ser creyentes de lo que tiene entre manos Gearbox. En una generación en la que usuarios y prensa buscan bocanadas de aire fresco lejos de la numerología y la secuelitis aguda instalada como clave de éxito en la industria contemporánea, valorar el esfuerzo de los tejanos por hacer algo nuevo y ambicioso debería añadirse en la balanza junto al gran trabajo que hay tras Battleborn. El juego llega a las tiendas de todo el mundo el próximo 3 de mayo, podrá jugarse en PlayStation 4, Xbox One y PC.
También te puede interesar