The Tomorrow Children: Clones, monstruos y crafting. Mola!

The Tomorrow Children: Clones, monstruos y crafting. Mola!
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Un escenario surrealista y ambientado en la filosofía marxista de los años 60. Un experimento que sale mal acaba con casi toda la población, por lo que se ha creado sistema de clones para reparar el daño causado y reconstruir la sociedad. Intentamos explicar el intrincado concepto tras The Tomorrow Children, el nuevo juego social y estratégico de Q Games.

Es difícil explicar qué es The Tomorrow Children. Posiblemente nunca podremos llegar a conocer exactamente cuál es su propuesta hasta que no lo tengamos en nuestras manos. La propia Q Games lo define como un simulador estratégico y social basado en la filosofía marxista, pero es más que eso; más que una nueva visión de un Minecraft con gráficos más atractivos.

Se nota en la propuesta narrativa. Una especie de mundo anacrónico en el que un proyecto ruso que intentaba unificar las mentes de todo el mundo sale horriblemente mal, y acaba con la vida de casi todo el planeta. Un siglo después, la sociedad inventa un sistema de clones para recuperar la gloria del pasado y reconstruir las ciudades. Nuestra participación en esta reconstrucción es en forma de uno de estos clones, con forma de marionetas checas muy características, que tendrán que explotar los recursos de cada área.

Sin embargo, el mundo de The Tomorrow Children no es el de un futuro devastado. Es una representación onírica y bastante surrealista llamada El Vacío. Todo lo que vemos a nuestro alrededor se genera de una forma a medio camino entre lo procedural y lo planificado. En la demo que vimos, por ejemplo, aparecía una cabeza humana gigante que teníamos que minar para obtener los recursos. Asimismo, nuestro pueblo puede ser atacado por monstruos y tendremos que defenderlo colaborando entre todos. Todos estos elementos son, en teoría, representaciones de miedos, aspiraciones y sueños que tiene la civilización actual.

Uno para todos

La parte que más se parece a juegos de crafting como Minecraft es la que toma lugar con la obtención de recursos. Minar o excavar las áreas circundantes a nuestro pueblo nos permite conseguir materiales para la construcción y expansión de la zona. En vez de utilizar dichos recursos, tendremos que intercambiarlos en el Departamento de Trabajo por raciones que utilizaremos para mejorar nuestras habilidades u obtener mejores herramientas que nos faciliten la tarea.

Así pues, The Tomorrow Children es un mundo conectado donde todos los jugadores trabajan para un bien común. Aunque el núcleo del juego se centre en estas ideas marxistas, lo cierto es que Q Games no pretende marcar un discurso político, únicamente establecer una ambientación basada en el trabajo de todos para lograr un objetivo común. Podemos interactuar con el resto de clones, todos con la misma forma y aspecto de una niña pequeña, pero el estudio ha querido reducir lo mínimo esta comunicación para usar gestos u objetos como el silbato para atraer la atención de tus camaradas, o un megáfono con el que sí podremos comunicarnos a través del micrófono.

Gracias al ataque de los monstruos, conseguiremos nuevos recursos para hacer crecer nuestro pueblo, pero no frenarlos a tiempo implica tener que hacer reparaciones en él.
Gracias al ataque de los monstruos, conseguiremos nuevos recursos para hacer crecer nuestro pueblo, pero no frenarlos a tiempo implica tener que hacer reparaciones en él.

El ataque de los monstruos, desde gigantescos godzillas hasta numerosas arañas, conforman la parte de más acción del juego. Tendremos que cooperar para acabar con ellos estableciendo puestos de defensa o utilizando diversas armas como lanzacohetes, y de no hacerlo podremos incluso ser votados negativamente por no contribuir a la sociedad y hasta llegar a ser encarcelados. Una vez destruido el monstruo, este se convierte en una nueva fuente de recursos que minar y excavar para hacer crecer nuestro pueblo, o bien reparar los edificios que haya podido destruir a su paso.

The Tomorrow Children no posee un objetivo en concreto, no es un juego con final. La principal meta es hacer crecer más y más nuestro pueblo con ayuda del resto de jugadores, pero a medida que a medida que aumentan sus dimensiones, más trabajo habrá que hacer para mantenerlo. Según comentan los propios desarrolladores, nuestro trabajo está sirviendo para mantener el estado de bienestar de los humanos, por lo que cada vez demandarán más esfuerzos por nuestra parte, hasta tal punto que más que ser un sirviente, nos empezaremos a ver como sus esclavos.

En la minería es donde más se parece a Minecraft, pero el resto del juego posee un componente más social y estratégico.
En la minería es donde más se parece a Minecraft, pero el resto del juego posee un componente más social y estratégico.

Es posible que The Tomorrow Children fuera una de las propuestas más originales de la pasada Gamescom. Su mezcla de mecánicas modernas con estrategia y simulación en un mundo tan surrealista lo hacen muy difícil de entender, pero no por ello menos atractivo. Esta primera toma de contacto no ha sido suficiente como para saber si nos encontramos ante una genialidad o ante una nueva apuesta por el juego social y los mundos persistentes, pero sin duda seguiremos la pista de esta utopía o distopía interactiva que ha atrapado a Q Games tras una generación de juegos de PixelJunk.

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