Por fin va a llegar el momento que tantos usuarios de PS3 estaban esperando. Gran Turismo 5 se pone a la venta en noviembre, y nosotros no hemos podido dejar la oportunidad para hacer una revisión completa a la última versión del videojuego que Sony ha preparado en exclusiva para la Gamescom. Súbete con nosotros y, de paso, ponte unas gafas 3D.
Es, probablemente, el simulador de conducción más esperado de esta generación. Quizá por ello se haya hecho tanto de rogar, pero Gran Turismo 5, el casi eterno proyecto de Polyphony Digital, ya tiene fecha de lanzamiento: 3 de noviembre de este mismo año.
No obstante, antes de que aparezca todavía quedan muchas dudas por confirmar. ¿Cómo es su sistema de daños? ¿Es tan simulador como promete? ¿Está la inteligencia artificial a la altura? Estas son algunas de las preguntas cuyas respuestas andábamos buscando en la feria alemana, así que nos subimos a uno de los asientos habilitados en la Gamescom, con sus pedales y volante "force feedback" incluidos.
Una vez dispuestos a seleccionar circuito, fue fácil darse cuenta de que los japoneses han querido crear un repertorio de trazados completo y muy equilibrado, con entornos tanto urbanos como de competición, todos recreados a la perfección. De hecho, quisimos comprobarlo por nosotros mismos dándonos una vuelta por Madrid, un recorrido que nos llevó a subir la centenaria Gran Vía para regresar hacia la Puerta de Alcalá. Pero también tuvimos ocasión de correr a toda velocidad en Roma, deleitándonos con un paisaje cuidado que tenía como gran protagonista de fondo al coliseo romano.
Exigencia al volante
También nos vimos a toda velocidad sobre Monza y comprobamos los verdosos parajes del recorrido de Nurburgring, con unas vueltas que duraban cerca de tres minutos a bordo de un Ford GT '06. De esta manera, pudimos comprobar que conducir un bólido como el mencionado resulta mucho más complicado que tomar el mando de un Impreza Sedan WRX STI '10, aunque todo dependía también del nivel de dificultad escogido.
Por ejemplo, la demo de la Gamescom nos permitía escoger entre tres perfiles de dificultad, siendo el último de ellos aquel que nos quitaba todas las ayudas de conducción, incluyendo el cambio automático. Conseguir una vuelta limpia en estas condiciones ya os podemos confirmar que es una auténtica proeza en Gran Turismo 5, más aún si ocurre la desgracia de darnos algún golpe.
No es que los daños visuales sean exagerados (de hecho, los golpes a bordo de un Enzo Ferrari '02 apenas nos ocasionaron algunos rasguños sobre la chapa), pero los efectos sobre el pilotaje sí que se hacen notar, sobre todo, con complicaciones en la dirección.
Conducción a todos los niveles
En otras palabras, Gran Turismo 5 es exigente si nosotros queremos, es decir, si seleccionamos el perfil de conducción profesional. A este nivel, la exigencia es enorme, y es donde se aprecia en todo su esplendor el verdadero carácter de simulación del que hace gala el producto. A muchos les costará sudor hacer buenos tiempos bajo estas características, más aún teniendo en cuenta que la conducción y el comportamiento cambian dependiendo del coche escogido.
Y en cuanto a la inteligencia artificial, no estamos seguros de que se vayan a cumplir las expectativas, en parte porque los rivales parecen seguir un patrón en el trazado que es difícil que cambien dependiendo de nuestros movimientos sobre la pista.
Eso sí, si se os ocurre la idea de embestirles, ellos os devolverán la jugada ejerciendo presión para mantener la posición, un detalle de una calidad que no vimos reproducida en el resto de facetas de la IA. Sí, los corredores de la CPU hacen excelentes tiempos, pero la sensación de carrera y competición no parece que vaya a suponer una revolución en el género.
Curvas en 3D
En cualquier caso, el videojuego luce extraordinariamente bien, tanto si hablamos del control de los vehículos como si nos referimos al apartado visual. Tanto si conducimos con la vista externa, mirando desde el morro o metiéndonos en el interior de los coches, la sensación de velocidad es absoluta, con una representación de trazados muy fidedigna y una calidad de texturas fuera de toda duda.
Se aprecian detalles de efectos de partículas al salirnos de la trazada y las repeticiones son el mejor aliado para conseguir ver cada detalle del videojuego.
En nuestro caso, además, pudimos probar Gran Turismo 5 con unas gafas 3D, que nos permitían ver distintas capas de profundidad en el escenario. El efecto es más estético que jugable, ya que sólo notamos que podíamos calcular mejor cuándo frenar en las curvas. Unas curvas que llegarán a las PS3 de todo el mundo, por fin, el próximo 3 de noviembre.