Con ganas de reiniciar la franquicia, pero sin olvidarse del pasado. Así se define Need For Speed al comprobar de primera mano la cantidad de elementos de muchos juegos de la franquicia. Todo en una lucha nocturna por las calles de Ventura Bay. Vuelve el tuning, vuelven las FMV. Vuelve Need For Speed.
Nuestras Impresiones
Se ha tomado unas vacaciones después de Rivals, pero Need For Speed regresa a la presente generación con el primer título pensado por completo para ella. Así lo demuestra un apartado gráfico que pretende fusionar la imagen real (las nostálgicas FMV) con el propio motor de juego, todo para conseguir trasladar nuestro coche personalizado a la misma escena donde se desenvuelven los actores de carne y hueso.
Unos actores grabados con el mismo estilo que el Most Wanted original: "pintas", chulería barriobajera y siempre mirando a cámara, a nosotros. La premisa: unirte y competir con cinco grandes figuras del panorama que han prestado su imagen para el videojuego; Nakai San, Magnus Walker, Risky Devil, Ken Block y Morohoshi San. Cada uno de ellos representa un estilo: el tuning, la velocidad, el equipo, la conducción estilosa y las persecuciones con la policía.
Es por ello que vuelve el tuning a la fiesta automovilística, con muchísimos accesorios a personalizar, además de poder ajustar el reglaje y comportamiento del propio coche. Sin embargo, la novedad más importante en este aspecto es la posibilidad de elegir el estilo de conducción, llevándolo más al derrape o al agarre, y por ende llevándolo más a los presentes Need For Speed o los clásicos. Lo probado por el momento en Ventura Bay deja entrever una ciudad bien cuidada e incluso puede que llegamos a ver también sus alrededores en una eterna carrera, por el momento, y a falta de una mejor confirmación, nocturna.
Puntos Clave
- La fusión de imagen real con motor de juego te hace estar más integrado en la historia.
- Tuning, personalización y homenaje a la saga. Poder elegir el estilo de conducción Need For Speed que más te gustó.
- Los distintos estilos de conducción son atractivos, pero aún hay que ver mejor cómo se desenvuelven más allá de las típicas pruebas.