Ghost Recon Wildlands: Bolivia, plata y plomo

Ghost Recon Wildlands: Bolivia, plata y plomo
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Las obras de Tom Clancy siempre narran conflictos internacionales o locales que podrían estar pasando en la actualidad. En Ghost Recon: Wildlands, Bolivia se convierte en el punto de mira internacional por su tráfico de drogas. Por ello, Ubisoft Paris ha querido que los ghosts se desplazaran al país para interceder y, ya de paso, darle un giro a la franquicia de acción táctica para adaptarse a la actualidad de la guerra lúdica. Jugamos a Ghost Recon: Wildlands.

Ubisoft describe a Ghost Recon: Wildlandscomo su aventura de acción más grande hasta la fecha, y después de surcar sus cielos encaramados en un helicóptero viendo pasar las junglas, desiertos y lagos de Bolivia, no podemos negarlo. El juego de Ubisoft Paris transcurre en uno de los escenarios más extensos que hemos visitado hasta la fecha, pero también la experiencia de juego es extensa o, más bien, libre, porque después del tutorial y las primeras misiones, pocas son las señales en nuestro propio camino. Podemos gestionar nuestra visita como queramos, afrontar las misiones como queramos y con quien queramos, y nadie nos va a reñir por ello. Ahora bien, ¿qué quiere expresar Ubisoft con tanta amplitud y tanta libertad?

Lo más fácil sería compararlo con otros juegos de la propia casa, como Far Cry, porque aunque también nos viene a la mente ARMA, Wildlands prefiere un acercamiento más accesible para todos los públicos, excluyendo la simulación militar de la ecuación. Pero lo gracioso es que después de jugarlo acompañados tenemos la sensación de que la comparación más acertada es con GTA Online, especialmente por sus misiones cooperativas para pequeños grupos de jugadores. Parece que el juego de Ubisoft se ha inspirado ligeramente en el de Rockstar para desarrollar su visión militar táctica a lo largo y ancho. No nos referimos a la representación espacial, dado que el primero tiene lugar en entornos urbanos verticales y paisajes rurales más horizontales, mientras que el del segundo es un mundo menos desarrollado, más salvaje y, por otra parte, menos poblado.

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Perdonad que sigamos con la comparación, pero seguimos encontrando puntos en común con la experiencia en línea de Grand Theft Auto. En este caso hablamos ya de la propia acción. Cada juego tiene una visión muy distinta, claro. Al fin y al cabo, teniendo Wildlands el sello de Tom Clancy, es de esperar un tono más serio y militar que el estilo exagerado y cómico de GTA. Pero el desarrollo interactivo parece estar en la misma línea. A la hora de completar los objetivos existe esa especie de incertidumbre que genera un mundo abierto de cierta escala. Al llegar, despejar y salir de los campamentos enemigos nos acordamos de que eso es justo lo que llevamos haciendo en GTA Online un tiempo. Sobre todo teniendo a mano esa gran variedad de vehículos en el título de Ubisoft.

Ghost Recon Wildlands: Bolivia, plata y plomo


Plata o Plomo

En nuestro tiempo a los mandos de GR: Wildlands hemos probado el juego en solitario y en multijugador cooperativo. A falta de un modo competitivo, podemos dedicarnos a tocarles las narices a nuestros compañeros de equipo, pero claro, la guasa no dura para siempre. Al cambiar de modo de juego lo único que cambia es la gente que juega, porque todo, tanto historia como recursos interactivos, permanece igual. Es decir, que el equipo siempre es de cuatro componentes, estén controlados por jugadores o por la máquina. Por lo que hemos visto, una de las acciones predominantes es el uso de vehículos de todo tipo, desde motocicletas a todoterrenos armados, pasando por rancheras o helicópteros, y lo interesante de ellos es que este uso no se reduce al transporte, sino que también sirven para llevar a cabo las misiones. Eso sí, el control de los vehículos no es muy realista, así que probablemente reciba opiniones divididas de los jugadores.

Ghost Recon Wildlands: Bolivia, plata y plomo


El número de vehículos, armas y cachivaches que podemos utilizar es tremendo.
El número de vehículos, armas y cachivaches que podemos utilizar es tremendo.


El sistema de disparo resulta más práctico que gratificante, especialmente por ser muy tolerante con las malas punterías. Aún puede cambiar de cara a la versión final, pero por ahora parece que se debe a que Ghost Recon Wildlands pretende premiar el estilo de juego sigiloso. En ese aspecto, sí que nos regala momentos espectaculares, como al sincronizar cuatro tiros certeros desde puntos opuestos de un campamento militar. Al incluirse físicas de proyectiles, se garantiza que esas balas de francotirador aparezcan en la pantalla de todos los componentes del equipo, y ver caer cuatro cuerpos casi al momento es negra poesía. Otro de los aspectos que nos han parecido acertados es el que el comportamiento de los enemigos o IA se adapta a nuestras decisiones tácticas. Por ejemplo, si salta la alarma al intentar capturar a un narco para interrogarlo, puede coger un vehículo y escapar para llegar a un campamento mejor protegido, pero si tenemos cuidado, podemos evitar que escape y terminar la misión antes de tiempo.

Bolivia cuenta con una amplia variedad de paisajes, y Wildlands es buen reflejo de ello.
Bolivia cuenta con una amplia variedad de paisajes, y Wildlands es buen reflejo de ello.


El estilo de juego sigiloso nos regala momentos espectaculares

También hemos encontrado peros y dudas sobre Wildlands, claro. Con todo lo grande que es, de momento quizá no nos da la impresión de que logre justificar la decisión de que todo transcurra en un mundo abierto. Sí, hay misiones que transcurren fuera de los campamentos y estéticamente el entorno en que jugamos es impresionante, pero no tenemos la sensación de que se aproveche bien la extensión de terreno. Pero no hablamos de plagar todo el mapa de lugares destacados para hacernos sentir dentro de un mundo real. Quizá es porque es un juego tan grande que en una "breve" porción de tiempo no podemos ni atisbar todo lo que habrá. Por otra parte, como podemos realizar las misiones en el orden que queramos, Ubisoft Paris ha tenido que fabricar una narrativa fraccionada, planteada sin más hilo conductor que el de la droga y las relaciones entre los narcos. Aunque la historia tiene buena pinta —sobre todo por el carisma de los narcos—, no sabemos si será tan relevante como para que nos cautive.

Poder jugar en solitario o en cooperativo todo el juego ayuda a unificar la experiencia total.
Poder jugar en solitario o en cooperativo todo el juego ayuda a unificar la experiencia total.


Ghost Recon: Wildlands contará con 100 misiones de historia, se deja jugar en solitario, en compañía, sigilosamente, a lo bestia, en moto, en lancha, de cerca, de lejos, con dron, sin dron… Es entretenido como pocos, y es muy interesante cómo hace variar el rumbo de la franquicia, pero habrá que esperar para ver si esa intención de acercarse al público masivo mediante la toma de ideas de múltiples géneros, ayudará a que los jugadores que lleguen de nuevas a Ghost Recon se queden o, también, a que los que ya estaban en la saga decidan no irse. De cualquier manera, hasta que no podamos dedicarle más horas a Bolivia no podemos daros un veredicto. Os lo decimos en serio: es muy, muy grande.

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