Un vasto mundo de fantasía en el que compartir aventuras junto a miles de jugadores. Si Guild Wars te sorprendió, prepárate, porque su secuela apunta muy alto.
Han pasado ya tres años desde que ArenaNet diera a conocer la secuela de su exitoso juego de rol multijugador masivo en línea, Guild Wars. Un título que supo triunfar donde otros no lo habían logrado, presentando un mundo abierto en el que decenas de jugadores podían unirse para vivir aventuras conjuntas sin tener por ello que abonar una cuota mensual. Y pese a todo este tiempo de espera, el equipo de desarrollo nos ha mantenido prácticamente a oscuras en lo que se refiere a novedades, si bien es cierto durante esta pasada Gamescom presentaron, mediante una demostración, su esperadísimo juego. Te invitamos a descubrir algunas de las últimas novedades relacionadas con uno de los lanzamientos más prometedores de 2011.
El nigromante
Como buen juego de rol que es, Guild Wars 2 presentará ocho clases de combatientes distintos, de las cuales únicamente conocemos cuatro: los guerreros, los elementalistas, los guardabosques y la última incorporación, los nigromantes. En todos estos casos, sus habilidades no difieren en exceso de lo visto en otros exponentes del género. Así, los guerreros serán duchos en el manejo de armas blancas, pudiendo resistir mejor que nadie castigos físicos mientras infringen graves daños sobre los rivales.
Los guardabosques, por el contrario, basarán sobre todo su fuerza en el combate desde la distancia y el manejo de armas más pequeñas, como dagas, con las que “bailarán” alrededor de sus víctimas. Éstos también cuentan con el aliciente de poder controlar a distintas mascotas aprovechándose de su afinidad con la naturaleza; seres que por otro lado mejorarán sus habilidades de combate junto a las de su amo (se les puede dar órdenes de una forma limitada).
En lo que respecta a los elementalistas, aquí nos encontramos con los clásicos magos que podrán especializarse en una de las cuatro escuelas presentes en el juego: agua, tierra, viento y fuego. Dependiendo de esta elección, nuestra forma de enfrentarnos a la aventura diferirá notablemente, algo que se traslada igualmente al resto de personajes. No en vano, por lo que hemos podido ver, un guerrero puede diferenciarse notablemente de un semejante por el número y tipo de habilidades aprendidas, así como por el equipamiento que lleva encima, algo que marcará muchísimo su forma de luchar: podemos crear un soldado destinado a proteger a sus aliados, o una máquina de matar con un escaso nivel de protección, por poner tan sólo algunos ejemplos.
Pero como decíamos, la novedad en estos momentos la encontramos en la figura de los nigromantes, y también en este caso se respeta al máximo los elementos tradicionales ligados a su figura. Por tanto, controlaremos a un personaje muy centrado en las artes oscuras que se aprovechará de la muerte para sanar sus heridas y la de sus aliados, que convocará a hordas de no muertos para que le ayuden, que usará marcas mágicas para dañar a sus enemigos mientras busca favorecer a sus compañeros, e incluso infundirá el terror entre sus rivales logrando que éstos salgan huyendo despavoridos.
Las artes arcanas de los nigromantes llegan hasta tal punto que podrán transformarse en terroríficos fantasmas, dejando tras de sí su forma corpórea para adquirir una serie de nuevas habilidades con las que afrontar los desafíos de Guild Wars 2. En este estado espectral, un nigromante puede aprovechar para invocar criaturas demoníacas que aumenten el terror entre sus rivales.
Una aventura dinámica
Si por algo parece destacar Guild Wars 2 es por la gran libertad que promete ofrecer. Y es que sus creadores, en vez de limitarse a brindarnos un potente editor de personajes con el que crear al héroe de nuestros sueños a nivel estético, también nos van a dar la oportunidad de establecer su biografía, algo que inmediatamente después de crear al avatar en cuestión empezará a marcar su destino en el juego. De este modo, si optamos por un pasado humilde, nuestro personaje estará más unido a las causas y problemas de los más desfavorecidos. No sabemos todavía cuantas opciones de este estilo se nos presentarán en el juego, pero sí hemos podido ver algunas de las primeras y sólo podemos decir que la cosa promete.
Otro aspecto que no podemos dejar de destacar radica en el desarrollo dinámico de las partidas. Como en el original, nosotros podemos iniciar nuestra partida en solitario para ver como, progresivamente, se van uniendo más y más personas a nuestra causa. Así, el asalto a un molino plagado de enemigos puede pasar de convertirse en una pequeña escaramuza con muy pocos implicados, a una auténtica carnicería. En este sentido, se ha apostado por un sistema de misiones similar a las misiones públicas de Warhammer Online. Esto significa que habrá momentos en los que, en la región en la que nos encontremos, surjan una serie de acontecimientos en los que podremos intervenir o no. En el caso de hacerlo, quedaremos gratamente sorprendidos al ver como no todo se basa en aporrear el ratón mientras exterminamos a centenares de enemigos. Nada más lejos de la realidad.
En el caso de Guild Wars 2 se ha apostado, como decíamos, por misiones dinámicas en las que durante todo el tiempo tengamos que estar realizando tareas de todo tipo. Por poner un ejemplo, en el asalto a una granja podemos vernos inmersos en tareas de extinción de incendios o atacando a los enemigos; y en este caso, podemos llegar al punto de ver cómo la granja cae bajo la fuerza de los contrarios, obligándonos a realizar después una serie de misiones surgidas de este suceso destinadas a reconquistar la zona.
Cada acción tiene su consecuencia y el hecho de perder o no esta granja marcará notablemente el camino de nuestro avatar. Pero es que ArenaNet ha llegado hasta el extremo de permitirnos incluso participar en labores de reconstrucción de las zonas perdidas (de nuevo, recordamos que las misiones se van generando en base a lo que haya ocurrido), por lo que bien podemos celebrar la victoria en la granja con un gran festín, o ponernos a trabajar como granjeros para sacarla adelante tras un duro día de batalla. Gracias a esto, al final tendremos la sensación de que todo progresa a nuestro ritmo, que el mundo por el que nos movemos está vivo.
Por todos estos motivos, Guild Wars 2 nos está causando muy buena impresión. Todavía queda mucho para su lanzamiento y son muchas las incógnitas por resolver, pero sí tenemos claro que ArenaNet tiene entre manos un diamante en bruto, y que muy mal le tienen que salir las cosas para que su nuevo trabajo no se convierta en un nuevo referente en el género de los juegos de rol multijugador masivos en línea.