Los desarrolladores de Cyanide se han planteado un objetivo principal para la nueva aventura de Styx: solventar todos los errores en los que cayeron durante la anterior entrega. Mejores gráficos, mayor variedad, nuevas posibilidades, cooperativo, más modos… Os lo contamos tras verle regresar a las sombras.
El género del sigilo y la infiltración es uno que es capaz por sí mismo de llamar la atención, sobre todo para aquellos jugadores que quieren acción, pero también un poco de reflexión mientras se mueven por el escenario. Esconderse, preparar una ejecución perfectamente planificada, moverse entre las sombras…
Esto es algo que Styx: Master of Shadows hizo bastante bien con su primera entrega. Sin embargo, tenía fuertes carencias. Una de las más importantes tuvo que ver con su apartado técnico, algo desfasado en el momento en que apareció. Nos alegra comprobar que el estudio se ha esforzado en esta secuela, optando por el Unreal Engine 4 para ofrecer un mayor grado de detalle.
Se nota. Los escenarios en Styx: Shards of Darkness son ricos en detalles y dotados de mayor variedad. Según se nos ha comentado, la gran diferencia es que para esta entrega no sólo vamos a tener entornos humanos. Un buen ejemplo es la Ciudad de los Elfos Oscuros, uno de los grandes enclaves para una trama que se plantea como una continuación directa. Obviamente, nuestro protagonista es mucho más experimentado, y esto es algo que notaremos en una jugabilidad más elaborada.
Mejorando a su predecesor
Al ser una demo guiada, no hemos podido dilucidar si la IA de los enemigos se ha mejorado, otro de los aspectos más criticados del anterior videojuego. Sin embargo, lo que sí se promete es que el juego no será tan repetitivo. Tenemos más posibilidades, y eso incrementa la creatividad de los usuarios a la hora de superar las situaciones propuestas.
Podemos ser detectados si no nos protegemos de la luz, hacemos demasiado ruido o incluso a través del propio olor que desprende nuestro duende. Podemos envenenar alimentos y esperar hasta que se los coman nuestros enemigos. Mirar a través de cerraduras, robar objetos, apagar antorchas para crear caminos de oscuridad, crear clones para distraer a los enemigos… Las posibilidades parecen muchas. Prometen. Pero lo interesante será probarlo para ver hasta donde llega la propuesta.
Una de las grandes novedades es que se introduce el crafteo de armas y objetos que ayuden a su vez a mejorar esta variedad jugable de la que tanto hablan los desarrolladores. De hecho, uno de los aspectos más criticables del anterior juego era la escasez de habilidades. Parece que con esto quiere mitigarse el problema. Será interesante comprobarlo.
En general, este videojuego nos ha dado la sensación de que no es tan tosco en mecánicas como su predecesor. Parece más fluido y con un desarrollo de mejor ritmo. Además, cuenta con otras novedades importantes como que se nos premia con puntuaciones y medallas por nuestra actuación. Luego está el relevante añadido que supone el cooperativo online para dos personas en todas las modalidades de juego.
¿Cuáles serán exactamente estas modalidades? Por supuesto, la historia está incluida entre ellas, pero sobre el resto deberemos profundizar más adelante, cuando tengamos ocasión de probar un juego que puede resultar atractivo para los amantes de la infiltración y aquellos que se quedaron con ganas de más tras probar el primer Styx. El videojuego aparecerá en formato físico y digital a lo largo de este mismo año para PC, Xbox One y PlayStation 4.