Si no conocéis Rhythm Paradise puede que tengáis mucha suerte. La saga de Nintendo regresa con un título que puede que no sorprenda tanto a jugadores veteranos como a los nuevos, pero supone seguramente uno de los más completos que hayamos visto. Si quieres ritmo, entra: aquí hay uno realmente desenfadado.
Puede parecer una tontería, pero una de las cosas que más me han llamado la atención de Rhythm Paradise Megamix es que, en los tutoriales, cuando pulsas el botón para avanzar entre explicaciones, suena un agradable efecto sonoro, pero también cuando lo sueltas. Y mola tanto que pruebas a hacer una presión larga y luego otra más corta, creando un pequeño ritmo. Es un detalle, pero después de jugar largo y tendido te das cuenta de su significado…
Al fin y al cabo, una de las claves de un buen videojuego es dar una buena respuesta a los mandos. Que cuando interactúas con tu controlador, sientas el poder de un acto tan simple como presionar una cruceta y los botones. En este título, cada vez que acertamos siguiendo el ritmo de los minijuegos, se nos premia con un efecto visual y sonoro diferente a los demás, dependiendo de si hemos apretado unas milésimas antes o después el botón.
Y entonces vuelves de nuevo a pensar en el tutorial, en ese estúpido detalle que comentaba, y comprendes incluso por qué Rhythm Paradise ha triunfado como licencia: tiene un "no sé qué" muy bien ajustado. Donde otros se vuelven locos añadiendo complejidad, aquí con sólo presionar un botón tienes suficiente. Pero eso sí, tienes que hacerlo con ritmo, y seguir el ritmo cuando el juego se esfuerza en trolearte no es nada sencillo. Aunque lo mejor es que es un troleo justo, y tú que vas a jugarlo aceptas el desafío, porque si has jugado a otros títulos de la saga sabes que es realmente divertido.
Troleo musical
Imagínate que estás en un minijuego y se desvanece la música en el momento crítico, o que de repente la referencia visual que tenías desaparece, o que un personaje con el que bateas aparece transformado en monstruo descolocándote por completo. Pues al juego le encanta hacer esto. Es entonces cuando uno se pregunta dónde está el límite entre crear un juego rítmico y uno que te toma tanto el pelo. Pero el equilibrio es sensato, y eso es lo más difícil: que te diviertas con dicha tomadura de pelo.
Rhythm Paradise Megamix contiene más de 100 minijuegos para comprobarlo, con una combinación de pruebas clásicas y otras completamente nuevas. También está el hecho de que contamos con una historia de fondo, un guión tan simple como el propio planteamiento del juego, para no hacer de menos.
Debemos ayudar a una serie de personajes que han perdido el ritmo, y en particular llevar a un extraño ser llamado Tibby hasta su hogar en Paridisia. En realidad, el argumento sólo sirve para hilar un progreso que sigue siendo rápido y efectivo, como antaño. Cada minijuego dura cerca de un minuto, y el paso de uno a otro es ágil. Y eso a pesar de que cada uno cuenta con su propio tutorial.
Rhythm Paradise ha triunfado como licencia: tiene un ''no sé qué'' muy bien ajustado
Nos ha gustado que al final de cada conjunto de minijuegos hay una especie de jefe: un minijuego que se puede completar en tres dificultades (fácil, media y difícil), dependiendo de las monedas de oro que podamos o queramos gastarnos. El concepto es lógico: si quieres algo más asequible, pagarás caro. Las monedas de oro se consiguen haciendo buenas actuaciones, y estas a su vez sirven para que en la cafetería obtengamos coleccionables.
Luego hay remezclas de vez en cuando, combinando partes de los diversos minijuegos: una explosión de locura rítmica heredada de anteriores entregas. A decir verdad, no nos parece que existan cosas excesivamente novedosas en esta entrega, pero la pregunta es: ¿realmente hacían falta? Lo que importa es que lo que hay, resulte divertido, y en esa parcela parece que el juego de Nintendo no va a decepcionar.
Además, hemos probado ya el Tren de los Desafíos, una modalidad para jugar en compañía de hasta cuatro jugadores. Una competición a través de minijuegos escogidos que a su vez tiene una vertiente cooperativa, porque si no sumamos entre todos una determinada puntuación, es imposible seguir avanzando. Ya sabemos cómo son en la Gran N con estas cosas, queriendo dejar siempre con un buen sabor de boca a todos sus jugadores, ganen o pierdan: "friendly play".
Ahora sólo nos queda comprobar si las pruebas son suficientes como para justificar el videojuego y si la calidad de los minijuegos se mantiene durante todo el modo historia. Si es así, puede convertirse en uno de los mejores y más completos juegos de la saga. Por mí parte, puede que vuelva a completar el tutorial sólo para probar el maravilloso "feedback" de los botones. Y es que aunque aquí puedas escoger utilizar el stylus, qué queréis que os diga… Soy un romántico.