La gigantesca puerta metálica se abre majestuosamente y de ella sale un preso con aire despreocupado y puro en boca. Se enfunda la armadura Terran y pronuncia entre dientes: “Hell, it´s about time…” la locura recorre las gradas del Estadio Olímpico de Seúl. El rey ha vuelto, Starcraft 2 está a punto de llegar.
La estrategia en PC sigue gozando de un excelente estado de salud. Los juegos pertenecientes a este género continúan disfrutando de gran éxito comercial, y en los últimos años ha habido auténticos triunfos de crítica y juegos inolvidables.
Camino de cumplir sobradamente en los dos campos, ventas y reviews, viene el juego que nos ocupa, StarCraft 2. En lo comercial porque la segunda parte de este juego es esperada de forma completamente inusitada por su auténtica legión de fans, y a nivel de crítica porque los juegos de Blizzard acostumbran a llegar bendecidos por los medios especializados.
El esperado anuncio de su lanzamiento se produjo en la “party” de Blizzard en Corea, donde Starcraft es casi una religión, y se llevó a cabo con un espectacular video (de carácter CGI, es decir totalmente ajeno a la jugabilidad) en el que un humano simplemente se vestía con el traje Terran. Blizzard con esta sensacional cinemática revalidaba su trono como auténtico maestro de la creación de CGI, pues con un video de cuatro minutos con un personaje vistiéndose conseguía manteneros pegados a la pantalla, lejos de necesitar tiroteos o explosiones para captar nuestra atención.
Vuelve el Rey
Cuatro años después de los hechos que acaecieron en la campaña Brood War es cuando surge la historia de Starcraft II, que enfrenta de nuevo a las tres legendarias facciones: Terran, Protoss y Zerg, que combatirán a lo largo del adictivo multijugador y de un número de misiones todavía por determinar en la campaña individual. Nada se sabe todavía de la historia, tan sólo que exploraremos los clásicos mundos Char o Zerg, así como los nuevos Braxis Alpha, una base espacial Terran; o Bel´Shir, un abandonado mundo Protoss arrasado tras una invasión Zerg.
Sólo tres facciones bajo nuestro control, pero los misteriosos Xel'Naga harán de nuevo acto de presencia en la campaña, y tendrán un papel fundamental en el devenir de la historia.
También se ha desvelado que no habrá héroes al estilo Warcraft, y que a la hora de seleccionar unidades con el ratón no habrá limitaciones por número como en anteriores entregas. Pero para hablar de jugabilidad vamos a entrar en detalles.
A los Mandos
Lo primero que sorprende a la hora de hablar de la jugabilidad del nuevo Starcraft es el aumento considerable en las cifras a la hora de plantear las batallas. Las sangrientas luchas se producirán entre más de 300 unidades simultáneamente, y esto teniendo en cuenta el estilo de Starcraft, donde las órdenes se pueden dar individualmente a cada una de ellas no es, desde luego, una cifra desdeñable.
El estilo vulgarmente conocido como “de piedra, papel o tijera” sigue presente en Starcraft como en la casi totalidad de juegos del género, pues es una estupenda forma de obtener el balance tan necesario en juegos de estas características. En esencia el sistema consiste en que para contrarrestar a algunas unidades, lo más eficiente es emplear tropas concretas que dispongan de un determinado equipamiento que las haga superiores. Por ejemplo, si los Zerg nos atacan con un carro pesado, el emplear vulgar infantería Terran contra él puede ser un suicidio, ya que aunque enviemos cincuenta soldados contra un solo vehículo podemos perderlos todos; en cambio empleando un certero ataque aéreo de una sola aeronave podemos hacer mucho más daño que con un centenar de soldados. Es esta una de las esencias de Starcraft, y en ocasiones puede parecer de auténtico perogrullo, pero si hacemos un uso eficiente de estas tácticas y del conocimiento de las unidades podemos desequilibrar una batalla en cuestión de segundos.
La huella que ha dejado Relic con sus Warhammer 40.000 y su Company of Heroes en el género de la estrategia promete ser indeleble, y su tratamiento de las ventajas que dan los obstáculos y las coberturas serán fundamentales para entender el devenir de los RTS en años venideros. Desde Blizzard se ha tomado nota y por ello se ha recuperado el sistema del primer Starcraft que, por ejemplo, daba ventaja a las unidades que están situadas en posiciones de altura superiores. Así mismo algunas tropas en función de su altura verán ciertos cambios en la orografía como obstáculos insalvables, mientras que otras de mayor tamaño las escalaran sin problemas; los militares dotados de dispositivos de vuelo no tendrán ningún problema en aterrizar sobre altas montañas o edificios de gran altura, pero otros deberán rodearlos para poder seguir adelante.
Los Ejércitos
Juego nuevo guerreros nuevos, o al menos parcialmente. Eso parece ser lo que ha pensado Blizzard, pues va a añadir un buen número de unidades que amplíen considerablemente el abanico del primer Starcraft y su expansión, pero así mismo van a reciclar gran parte de las tropas de las anteriores entregas aportándoles algunos cambios sustanciales.
Lógicamente estos cambios se han llevado a cabo con el fin de equilibrar ante posibles diferencias entre las nuevas unidades y las antiguas. Así por ejemplo se ha dotado de un sistema que le permite saltar al Zealot de los Protoss, y se han añadido nuevas armas y accesorios a las unidades antiguas del resto de facciones con el fin de que no haya grandes desequilibrios.
Así mismo en lo que se refiere a las nuevas incorporaciones podemos destacar a los Phoenix, también de los Protoss, que es una poderosa aeronave con una gran armadura y poderosas armas adosadas; o a los Immortal de la misma facción, y que son tanques con torretas dobles con una enorme fuerza como carros pesados de gran poder de destrucción.
Por ahora Blizzard se ha centrado fundamentalmente en desvelar detalles de la facción Protoss, aunque confiamos en que próximamente vayan saliendo a la luz importantes noticias sobre las otras dos facciones. De lo poco que conocemos del resto es la existencia de jet-packs adosados a la espalda de la infantería Terran, y de los gigantescos gusanos de los Zerg, de gran parecido con los de Dune, y que también atacan a los enemigos desde debajo de la tierra.
Starcraft II, Presente y Futuro
Al ver las screens del nuevo Starcraft lo primero que nos llama la atención, aparte de la jugabilidad y su peculiar diseño de unidades, es el salto a las tres dimensiones. Blizzard ha utilizado las bondades del hardware actual para recrear un nuevo mundo en lo visual que presenta un aspecto muy vistoso, y a la altura de los últimos grandes títulos de estrategia.
Los efectos de bloom, HDR y Píxel Shader 3.0 hacen un trabajo notable, aunque el juego soportará también la versión 2.0 de las librerías de sombreado, y tiene un nivel de texturas razonablemente alto para un juego de estas características.
El juego cuenta pues con un poderoso aspecto gráfico, pero lo mejor de todo es que conociendo el currículum de Blizzard, casi podemos asegurar desde aquí que el título dispondrá de una estupenda optimización que acercará mucho el juego a ordenadores de gama media. El auténtico desafío vendrá pues en ese sentido, sobre todo debido al gran número de unidades que habrá en pantalla, ya que todavía no se ha aportado información concreta sobre los requerimientos que exigirá el juego, aunque como ya hemos señalado desde Blizzard se ha anunciado ya que Starcraft 2 soportará gráficas con Píxel Shader 2.0, además de los sistemas operativos de Windows, Xp y Vista.
Por otro lado las condiciones en las que está trabajando Blizzard son una auténtica maravilla, y seguramente el sueño de cualquier desarrollador de juegos. No en vano se considera a la empresa “el rey Midas” de la industria del videojuego. Sus brutales ganancias con World of Warcraft, y la condición de mito de Starcraft han permitido trabajar a sus creadores con calma, sin fechas de entrega y sin límites presupuestarios. Cuarenta expertos programadores dedicándose en exclusiva al juego desde 2003, acompañados con la frase soñada por todas las desarrolladoras “el juego se lanzará cuando esté listo”.
Últimamente se está poniendo de moda el trasladar juegos de estrategia a consola, demostrando que no se trata de un género vedado exclusivamente a PC. Lamentablemente los usuarios de consolas Next-Gen no podrán disfrutar de la segunda entrega de Starcraft, ya que, según palabras de un directivo de Blizzard, no se prevé su port a Xbox 360 o PlayStation 3.
No se ha señalado todavía fecha concreta para el lanzamiento del esperado juego, aunque visto el avanzado estado de desarrollo que apuntan los videos, podemos aventurar que seguro que el juego verá la luz antes de lo que muchos esperan, quizá a finales de este mismo año o a principios del siguiente. Esperamos con ansia.