Es cierto, no las teníamos todas con nosotros. En verano habían surgido algunos rumores sobre la posible llegada de Yakuza 3 a Europa, pero sin una confirmación oficial todavía no podíamos asegurarlo. El videojuego de SEGA, finalmente, sí llegará a nuestro continente, y te contamos lo que traerá consigo.
Con las series Yakuza siempre hay una complicada relación con la exportación de la saga a otros lugares fuera de Japón. Tradicionalmente ha costado mucho que superaran las fronteras del país del sol naciente, pero las escasas veces que hemos visto un título de las series en nuestro país siempre ha sido santo y seña de calidad y extraordinaria jugabilidad.
Ahora, con la confirmación de la llegada de Yakuza 3, tenemos en el horizonte el lanzamiento de un videojuego que ha triunfado ya en Japón, y que con su próximo lanzamiento en Europa y Norteamérica nos traerá en marzo de 2010 una nueva entrega de violencia y los exóticos mundos criminales de oriente.
Lluvia Negra
En Yakuza 3, y como ya adelantamos en el Primer Contacto que llevamos a cabo con el título, seremos Kiryu Kazuma, que se dirige a la ciudad ficticia de Kamurocho en Tokio –inspirada a su vez en la ciudad real de Kabukicho-.
El título vuelve a ser un Sandbox que recuerda de alguna manera a la fórmula GTA, es decir que tenemos ante nosotros un planteamiento de acción libre en el que cumplir misiones principales y secundarias con entera autonomía.
Las directrices generales ya las aportamos en el Primer Contacto que en su momento llevamos a cabo sobre el videojuego, de modo que en esta ocasión trataremos de centrarnos en aspectos algo más concretos como pueden ser los combates, las misiones secundarias y el aspecto visual del título.
En primer lugar, y en referencia a las luchas, debemos aclarar que Yakuza 3 es un título muy violento. De este modo en el pellejo de nuestro protagonista podremos golpear a nuestros oponentes no sólo con nuestros puños y pies, sino también con armas e incluso empleando el cuerpo de los propios oponentes a los que hagamos frente.
De este modo disfrutaremos de abundantes movimientos con los que “finalizar” a nuestros oponentes. ¿Cómo llevarlos a cabo? Según vayamos combatiendo elevaremos nuestra barra “Heat”, que llegada a un cierto momento nos permitirá liberar una brutal energía azul que traerá consigo los más violentos ataques.
El videojuego es muy sangriento, y veremos plasma en casi cualquier acción de corte violento que llevemos acabo. Tanto si lanzamos a nuestros oponentes contra los elementos del escenario, como si los cortamos con nuestra Katana u otra forma de ataque, veremos animaciones muy bien realizadas y de un corte salvaje, además de unos movimientos tan imposibles –por fantasiosos- como divertidos, ligeros y asesinos.
Hablamos de la calidad de las animaciones, y debemos enlazar también con el fantástico aspecto que presenta el videojuego. Los abundantes retrasos que han lastrado el lanzamiento de Yakuza 3 en nuestro continente no deben distraernos de la buena calidad gráfica y técnica con la que cuenta el videojuego a pesar del tiempo transcurrido.
La factura de las escenas cinemáticas es tan fantástica como cabía esperar de un título de estas características, con unos rostros, unos personajes y unas construcciones sencillamente sobrecogedoras. Por otra parte en su faceta in-game el videojuego también cumple con mucha soltura: Tasa de imágenes por segundo muy fluida, buenos modelados y animaciones, y calidad general de texturas y carga poligonal más que satisfactoria.
Sin embargo el elemento que más brilla en este sentido es la vida que rezuma la ciudad por los cuatro costados, y esto no se debe únicamente al apartado visual, sino que también responde en buena medida a la cantidad de cosas que se pueden hacer en ella. Las calles palpitan gente y actividad, y tan pronto podemos jugar a un minijuego de karaoke, como tratar de ganar un oso de peluche para Kazuma como acudir a una cita con alguna jovencita de la zona.
Yakuza 3 llegará a nuestro país en marzo de 2010, y los planes de SEGA para lanzarlo en nuestro país incluyen las voces en japonés y los textos en inglés, sin rastro alguno localización para nuestro idioma.