Call of Juarez va a por su segunda parte, y lo hace siguiendo a rajatabla las directrices sentadas por su predecesor. Gráficos excelentes, control ajustado, aroma a western y shooter sin grandes complicaciones. El salvaje oeste no tiene secretos para los chicos de Techland, y nos hemos sumergido en su campaña individual para contarte qué nos parece.
Hace ya unos años que Techland y Ubisoft se embarcaban, no sin valentía, en el mundo de los westerns, cuando cada vez menos videojuegos se acercaban. El interesante Gun y Call of Juarez salieron a la venta prácticamente a la par, con propuestas bien distintas. Si bien el primero era un shooter de corte muy libre, al estilo GTA, el segundo era mucho más directo y no daba rodeos en su propuesta de acción.
Así pues Bound in Blood es la segunda parte de Call of Juarez, y nos devuelve a unos personajes y escenarios que nos resultarán familiares. Desaparece buena parte del componente sigiloso de la primera parte para primar una acción mucho más directa y desgarradora, pero siguen presentes una historia más que digna y un apartado visual realmente poderoso.
Somos una Familia
La segunda parte de Call of Juarez incluye campaña individual y multijugador, aunque la vertiente on-line del título estaba desactivada en la versión que hemos tenido oportunidad de testear. Lo que sí sabemos es que en Techland le van a dar mucha más importancia a la presencia de Internet en la secuela, y es que incluso ya el propio juego incluye una opción para acceder a futuros contenidos descargables, algo que ya garantiza su presencia.
Por lo demás no cometeremos el error de describir el argumento de la campaña, señalando tan sólo que cuenta con tres niveles de dificultad para sus diferentes capítulos, y que comienza con un nivel de la Guerra de Secesión que servirá a modo de prólogo. Aquí asistiremos a la desesperada lucha del protagonista por dar con su hermano Thomas, en un ambiente bélico y aparatoso que recuerda más a un Call of Duty ambientado entre Confederados y Yankees que al propio Call of Juarez.
Bound in Blood empieza, por lo tanto, a todo gas. Presentándonos en pocos minutos todas las características de su jugabilidad, y tratando de que nos familiaricemos con ellas lo antes posible. Una de las peculiaridades del título que más nos ha llamado la atención es la del Modo Concentrado, una reminiscencia de la primera parte y de otros juegos del género, aunque sensiblemente modificada.
Aquí, como en tantas otras ocasiones, deberemos acabar con nuestros enemigos para rellenar la tradicional barra –en esta ocasión con forma de tambor de Colt-, y una vez ésta esté llena, el tiempo quedará instantáneamente en suspenso para que podamos marcar nuestros objetivos rápidamente y que la propia IA acabe con ellos.
Por otra parte en la faceta visual el videojuego nos ha llamado muchísimo la atención. Por un lado sí que es cierto que se trata de una versión beta, y todavía tiene algunos aspectos por pulir tales como la sincronía vertical o la distancia de dibujado de ciertos objetos en la versión de consola, pero por lo demás el salto con respecto al original es verdaderamente espectacular. El modelado de los personajes está muy cuidado, los efectos de humo y explosiones son fantásticos, y la iluminación natural que deja el sol, y el acabado y fluir del agua son de una calidad sobrecogedora.
Nuestro nuevo contacto jugable con Call of Juarez Bound in Blood vuelve a ser muy positivo. En primer lugar porque es muy agradable ver como un videojuego vuelve a sumergirse en los westerns cuando es un género ya muy abandonado por cine, literatura y entretenimiento interactivo; y en segundo lugar porque el trabajo de Techland en las facetas jugables y técnicas es dedicado y sobresaliente. El título llegará el 2 de julio a PC, Xbox 360 y PlayStation 3. Ve limpiando tu Colt…