El mundial de motociclismo vuelve a nuestras consolas con una nueva entrega en la que Capcom nos propone nuevos detalles con los que mejorar una experiencia de conducción que, aunque no apueste por la simulación, nos va a hacer sentir pilotar auténticas motos del Campeonato Oficial de Motociclismo. Vivimos la experiencia de pilotar en el nuevo Moto GP sobre el suelo de la Gamescom de Colonia.
Capcom regresa un año más al mundo del motociclismo interactivo y lo hace con una de sus mejores licencias, dándonos una nueva edición de MotoGP, la de la temporada 2009/2010 que llegará a principios del próximo año tanto a PS3 como Xbox 360.
El videojuego, por supuesto, y para suerte de los aficionados a las motos, estaba en el stand de los japoneses preparado para que nos diésemos unas vueltas tanto por el circuito de Donington Park (Gran Bretaña) como por el de Indianápolis (EEUU).
Tras seleccionar uno de los tres pilotos de la demo, los semáforos se pusieron en verde y pudimos disfrutar del Modo Arcade, que nos invita a completar el circuito dentro de un tiempo límite.
Espíritu arcade
La tarea, como viene siendo habitual en la serie, fue desafiante, ya que aparte de evitar perder tiempo con el resto de pilotos, debíamos de tener la suficiente sangre fría como para frenar y acelerar en el momento oportuno.
A estos efectos, se añade el auxilio de la tradicional línea-guía que nos avisa de la proximidad de curvas. Y es que nadie puede obviar el espíritu arcade de un título donde los caballitos se realizan automáticamente cuando apretamos el acelerador al máximo.
Eso y que la sensación de conducción está absolutamente dirigida por la diversión, nunca por la simulación o intención de crear algo realista. Tal vez ahí resida el éxito de la franquicia, algo que pudimos volver a comprobar en esta nueva edición.
A por el próximo gran campeonato
Como elementos destacables durante nuestras vueltas de prueba en los circuitos cabe destacar la presencia de dos cámaras (ambas externas), aunque seguramente sean más en el producto final.
También queremos realizar una especial apreciación sobre la poderosa presencia del efecto blur, así como un pequeño tambaleo de la cámara cuando alcanzamos altas velocidades.
Por todo lo demás, las animaciones de los pilotos tienen tanto detalle que nos permiten apreciar hasta el giro del manillar de las motos, además de apreciar el giro de la cabeza de nuestro piloto cuando mira hacia atrás. Nos hubiera gustado haber sentido el mismo trabajo en la inteligencia artificial (bastante anecdótica), aunque Moto GP 09/10 aún tiene algunos meses para mejorar un aspecto que, sin embargo, no llega a enturbiar las grandes sensaciones moteras que hemos vivido a pie de feria.