Ghost Recon Future Soldier: Impresiones jugables Gamescom

Ghost Recon Future Soldier: Impresiones jugables Gamescom
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El soldado del futuro cada vez está más cerca, y Ubisoft París nos lo muestra desde la Gamescom para que comprobemos lo que ha cambiado el proyecto Future Soldier desde que lo viéramos por primera vez hace más de un año. Infiltración en equipo, acción desmesurada y “gadgets” con los que sobrevivir a las operaciones más delicadas de un mundo en peligro.

Hay que admitirlo, Ghost Recon: Future Soldier, el “shooter” táctico desarrollado por Ubisoft París, tiene muchísimo mejor aspecto que cuando lo vimos por primera vez en las oficinas galas. El aspecto de título al estilo Call of Duty, con nuestros soldados actuando como lobos solitarios en medio de eventos predefinidos ha cambiado diametralmente, precisamente para captar la esencia de la franquicia: el trabajo en equipo.

Creer en los Ghost
Así pudimos comprobarlo desde la Gamescom, con una demostración que nos ponía junto a un grupo de Ghost en la región de Zambia (en el centro del continente africano), una superficie árida, desierta y con un sol abrasador. Allí, en medio de unas instalaciones sobre la arena comenzó nuestra misión, una de las muchas que se prometen para la campaña del juego, que admitirá hasta cuatro usuarios simultáneos.

En esta ocasión sólo participaron dos de los empleados de Ubisoft, que colaboraron (cada uno desde su máquina) para neutralizar las fuerzas enemigas, siempre con la ayuda de otra pareja de soldados manejados por una competente b]IA[/b]. De hecho, eran capaces de responder a nuestras órdenes atacando a los rivales que marcábamos mientras avanzábamos sigilosamente por la base, intentando despejar la zona.

Una tarea complicada, puesto que los enemigos se alertarán al mínimo error, así que tal vez por ello los franceses decidieron sacar provecho de uno de los “gadgets tecnológicos” que veremos en Ghost Recon: Future Soldier: una especie de unidad de reconocimiento con forma de coche teledirigido. Gracias a ella, no sólo podremos recorrer la zona sin ser avistados, sino también marcar objetivos para que nuestros compañeros puedan verlos desde su respectiva perspectiva de juego, la cual recordamos que será en tercera persona (con posibilidad de acercarla -hasta la primera- para abatir a enemigos con mayor precisión).

La infiltración vuelve a ser una clave fundamental en un Ghost Recon, aunque todo podría cambiar con un disparo mal ejecutado. Precisión y cautela serán tus principales armas.
La infiltración vuelve a ser una clave fundamental en un Ghost Recon, aunque todo podría cambiar con un disparo mal ejecutado. Precisión y cautela serán tus principales armas.

De hecho, así lo intentó el equipo Ghost de la demostración. Con un rifle francotirador, nos quedaba por derribar a uno de los guardias de una torre de vigilancia para poner las cosas mucho más fáciles. Hasta ese momento, todo había ido perfectamente, con un clima de sigilo estremecedor... pero falló en el disparo y la mecánica de juego se modificó radicalmente. Y la verdad es que sorprende el giro que puede dar la acción -en cuestión de segundos- en este nuevo Ghost Recon. Pasamos de estar jugando con el enemigo, a estar huyendo de él, pasándolo mal para resistir disparos que nos llegaban desde todos los puntos del escenario.

Por tanto, parece que la IA funciona, y por ello deberemos aprender a usar las coberturas como nadie, ya que este es otro de los aspectos básicos de Future Soldier. No podemos obviar que la auto-recuperación de vida ayuda bastante a que la partida no se acabe demasiado pronto, e incluso se nos señala el siguiente objetivo a completar en pantalla con los metros que nos quedan hasta llegar hasta él. Hasta la interfaz (por cierto, muy futurista), aparte de mostrarnos el número de balas y granadas que llevamos encima, nos indica el botón (en este caso LB) que debemos presionar para lanzar estas últimas. En este sentido, puede que el título peque de querer parecerse a un “shooter” más accesible, algo que podría no gustar a los más entusiastas de la saga.

Que estemos ante un juego de infiltración bélica no quiere decir que no haya espectacularidad gráfica en forma de explosiones, elementos destructibles y disparos a tutiplén.
Que estemos ante un juego de infiltración bélica no quiere decir que no haya espectacularidad gráfica en forma de explosiones, elementos destructibles y disparos a tutiplén.

La guerra del futuro
Sin embargo, hay muchos elementos que puede que sí les entusiasmen. Por ejemplo, podríamos citar el sistema de personalización de armas, el cual parece ser uno de los más profundos y completos que hayamos visto hasta la fecha en un “shooter”. Lo más destacado es que las 52 armas disponibles se pueden modificar hasta en su más pequeño componente. En total, se plantean hasta diez puntos de personalización por arma, y eso es mucho decir, sobre todo si tenemos en cuenta que habrá hasta 49 componentes entre los que elegir.

Con esto, los desarrolladores pretenden que cada jugador pueda obtener el arma que mejor se ajusta a su estilo de juego, para que sea el mejor Ghost posible dentro de sus facultades. Además, puede que incluso interese saber que este método de personalización es compatible con Kinect, por si a alguien le parece buena idea eso de imitar los gestos propios de Minority Report a fin de construir su instrumento de guerra.

Es un detalle más, no demasiado crucial para el videojuego, pero que añade un toque de personalidad a un título que parece haber encontrado un buen equilibrio entre infiltración y acción de cara a su lanzamiento en marzo de 2012. Sin duda, está todavía lejos de alcanzar la gran cuota de calidad que siempre han demostrado los juegos de la franquicia, pero -ahora en fase de pulido y refinamiento- no descartamos que nos diéramos una muy grata sorpresa de cara a su puesta a la venta.

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