Ponerse en el papel de Link nunca ha sido difícil en la franquicia Zelda. No obstante, Nintendo nos lo va a poner todavía más fácil en su nueva entrega. Preparaos para convertir vuestro wiimote en la nueva espada maestra, porque la leyenda, la trifuerza y el destino de tu mundo está -literalmente- en tu mano. Ahora, más que nunca, el héroe escogido por los dioses eres tú.
Suenan los timbales y redoblan los tambores, porque la trifuerza vuelve a recuperar su brillo una vez más. La leyenda de Zelda regresa, y lo hace con toda la intención de cerrar el ciclo de vida de Wii de la misma manera que consiguió abrirlo: mediante un nuevo videojuego. Ya quedan muy pocos meses para que Nintendo EAD termine su próxima y legendaria epopeya, un The Legend of Zelda: Skyward Sword que comenzó su desarrollo hace ya más de tres años para que nada pueda fallar...
"Para nosotros, lo más importante es que el título dé una fuerte impresión de que puede suponer un nuevo punto de referencia para futuros videojuegos", declaró Eiji Aonuma (director de las series), dejando claro ese objetivo que siempre se han marcado los de Kyoto en relación con esta franquicia: intentar revolucionar el mundo del videojuego.
Y esta parece que no será una excepción. El equipo de desarrollo trabaja a contrarreloj para hacer del wiimote el gran protagonista de esta entrega, que por fin va a conseguir ese sueño tan añorado por Miyamoto de hacernos controlar la espada de Link. No bajo la utopía de manejar a nuestro héroe en primera persona (deseo que alguna vez ha expresado), aunque sí con un esquema de control completamente inédito. Y es que no sólo se pretende incorporar nuevos jugadores a la leyenda, sino también reintroducir a antiguos aventureros desde un nuevo punto de vista.
Wiimote maestro
The Legend of Zelda: Skyward Sword está planteado como una precuela del clásico Ocarina of Time, colocándonos ante una versión adulta de un Link nacido y crecido en el reino de Skyloft, un conjunto de islas flotantes que existe sobre los cielos. Una vida rutinaria y aburrida ha acompañado a nuestro personaje durante todos estos años, hasta que un buen día descubre una misteriosa espada (Skyward Sword) que le llevará -nada más y nada menos- que hasta el corrompido reino de Hyrule, dominado por tenebrosas fuerzas.
De esta forma, los días de aburrimiento se han acabado para un -ahora- héroe que se verá forzado a viajar del mundo de los cielos a los dominios de la oscuridad, dentro de una aventura donde no faltarán hadas que nos ayuden (parece que habrá una especie de Navi), viejos conocidos (Zelda está confirmada; Ganon aún no) y una espada maestra que poseerá la clave del argumento. En definitiva, otra leyenda jugable que nos trae muchos cambios y, sobre todo, sorpresas.
Para empezar, resulta muy interesante que Nintendo pretenda remover los cimientos del concepto tradicional de exploración y mazmorras. Según Eiji Aonuma, van a intentar acabar con los espacios desaprovechados que nos dejaron mundos tan extensos como los de Twilight Princess: "Queremos crear un mundo más compacto y denso, sin grandes terrenos donde no haya nada que hacer".
Pero aún más llamativa resulta la nueva idea que quiere poner en práctica con las mazmorras. En palabras de Aonuma: "Una mazmorra siempre ha sido un puñado de pequeñas habitaciones conectadas que tenías que superar una tras otra hasta llegar al jefe final. Sin embargo, esta vez lo que estamos pensando es coger esa estructura y sacarla de esas habitaciones para plasmarla en un terreno diferente y más amplio. Añadiríamos algunos retos que te permitieran progresar, con tal vez un jefe al final".
En resumen, grandes cambios pero que se quedan aún cortos frente al aprovechamiento que se va a realizar de la tecnología Wii Motion Plus (periférico imprescindible para disfrutar de esta entrega). Gracias a la experiencia acumulada en obras como Wii Sports Resort, los desarrolladores japoneses están preparados para hacer que la espada de Link y nuestro wiimote sean un mismo elemento. Con ello, la precisión 1:1 va a ser una realidad que nos va a permitir librar batallas de gran precisión.
Con esa finalidad, Link -como ocurriera en Twilight Princess- cambia su mano zurda por la diestra para imitar hasta el más mínimo movimiento que hagamos con el wiimote: cortes en infinitas direcciones, estocadas y hasta un poder especial consistente en levantar el arma hacia el cielo para preparar un ataque cargado en forma de proyectil.
Pero aquí no se acaban las posibilidades. De hecho, lo más importante es que el sistema de combate adquiere una renovada dimensión, haciéndose más fluido e inmersivo. Y es que ahora no sólo importa el momento en que ataquemos, sino también su orientación. Esto ha sido utilizado por la Gran N para aportar un grado más intenso de estrategia a cada enfrentamiento, multiplicando las situaciones donde determinado rival sólo podrá ser vencido cuando le ataquemos sobre el lado descubierto, o cuando presente su punto debil en cierta parte del cuerpo.
Consecuencia de esta característica es que veamos adaptados a estas nuevas mecánicas tanto a viejos conocidos de la franquicia (pirañas, arañas o lagartos) como a nuevos rivales del estilo de un esqueleto -con cuatro brazos- que deberemos aprender a tumbar. Y eso sin contar con los jefes finales, algunos de los cuales parecen manipulados por el mismísimo Vaati (villano de Four Swords y Minish Cap), como se ha podido vislumbrar en el último tráiler publicado.
Inclusive, existirán minijuegos que saquen especial provecho del uso del Wii Motion Plus. Por el momento se ha mostrado uno (consistente en cortar una caña de bambú a toda velocidad), aunque como buen Zelda que esperamos, seguro que existen más.
Novedades de leyenda
Así, podría hasta parecer que el producto se desmoronase por la intensidad de uso del wiimote. Por todos es conocida la fatiga -ya conocida como "wiitis"- provocada por el prolongado uso del controlador, aunque Miyamoto se muestra seguro de sí mismo: "Admito que el control puede cansar (refiriéndose a la demostración jugable del E3), pero la versión final poseerá un mayor equilibrio gracias a la alternancia de puzles, combates y exploración. Además, siempre se pueden realizar movimiento cortos, aunque yo recomiendo que lo viváis, que es como mejor se disfruta...".
No podemos olvidarnos tampoco de que se han integrado algunas funciones interesantes a la espada, como la posibilidad de repeler ataques a distancia (del estilo de bolas de fuego). Aunque para estos menesteres siempre es más seguro el escudo, que se maneja con el nunchuk. Eso sí, no sabremos si tendrá un uso limitado, desde la perspectiva de que posee una especie de barra de energía que todavía se desconoce cuál será su utilidad.
Un nuevo icono (con la que parece la cara de esa extraña figura femenina que aparecía en el primer "artwork" mostrado por Nintendo) se muestra en la interfaz del juego, correspondiente a la dirección inferior de la cruceta. No se puede confirmar nada al respecto, aunque considerando el pasado de la franquicia, podría tratarse del sustituto de Navi -hada que nos daba consejos- para esta entrega.
Más confirmadas están las habilidades de esprintar (consumirá resistencia representada por un indicador circular) y de escalar muros. Aunque nada comparable a la ingesta de pociones en tiempo real -ya no perderemos tiempo- y al nuevo sistema de selección de objetos planteado, que nos faculta para asignar cualquier instrumento al arsenal de Link sin necesidad de detener la partida. Además, gracias al uso del wiimote para tal menester, el proceso es tremendamente ágil: sólo hay que mantener pulsado B y desplazar el puntero sobre la rueda de objetos disponibles.
Unos objetos que vuelven a ser claros protagonistas de la leyenda. Algunos, como el tirachinas o el arco ya los conocemos, a pesar de que su sistema de apuntado se ha revisado para que resulte mucho más preciso... y también realista. Hasta tal punto que las flechas las lanzaremos imitando al mismísimo Robin Hood.
Otros artilugios desvelados son el látigo, que sirve para atrapar objetos lejanos (aunque parece que tendrá más utilidades), y elementos tan clásicos como las bombas, que gozan de la particularidad de que ahora las lanzaremos con wiimote en mano. En este ámbito, se agrega la función de lanzarlas a ras de suelo, como si estuviéramos jugando a los bolos, algo que posibilita llevar los explosivos hasta zonas que antes era imposible alcanzar.
Pero si hay un artilugio que haya sorprendido en esta primera remesa, ese es el escarabajo volador, una suerte de item mecánico que dirigimos con el wiimote, inclinándolo hasta llegar a unos items que de otra manera Link sería capaz de obtener. Pero lo más interesante no es esto, sino que podría tener otros diferentes usos aún por confirmar...
En cualquier caso, es relevante recalcar que todos estos utensilios realizan un especial uso del wiimote, el cual también va a emplearse -por cierto- para resolver muchos de los puzles presentes. Con lo que se ha mostrado hasta el momento, The Legend of Zelda: Skyward Sword promete volcar su vertiente puzlera en el aprovechamiento del Wii Motion Plus, mediante planteamientos como rotar una pieza con el fin de activar el mecanismo de una puerta o girar nuestra espada alrededor de unos ojos hasta volverlos locos, dejándonos el acceso abierto a una nueva zona.
El ingenio planteado parece tan inmenso como el despliegue artístico realizado para la ocasión. Artísticamente, nos encontramos ante un híbrido entre la estética realista de Twilight Princess y el aspecto vivo, tierno y colorido de The Wind Waker. Un termino medio gráfico que se inspira en las obras del francés Paul Cézanne, y que evoca la corriente impresionista por la que siempre ha sentido tanto aprecio Shigeru Miyamoto.
El resultado es un lienzo interactivo sobre el que Nintendo está colocando escenarios profundos (con gran distancia de dibujado) y diseños exagerados de enemigos que permitan poner de relieve sus fortalezas y debilidades. En pocas palabras, un diseño acorde al mundo que el estudio nipón ha pretendido crear en esta ocasión, el cual circula en torno al aprovechamiento de un wiimote que funcionará, seguramente, al unísono de música orquestada (aunque este aspecto está aún por confirmar).
Sea como fuere, lo que más importará a los usuarios de Wii es conocer que el desarrollo va por buen camino, que la leyenda tiene atisbo de sorprender una vez más, aparte de despedir con broche de oro el trabajo realizado por una máquina que veremos cómo recibe a este nuevo Zelda. Nosotros, por nuestra parte, creemos que lo conseguirá, aunque os seguiremos proporcionando más información dentro de unos cuantos meses. Seguramente, desde el E3.