Vuelve la leyenda al E3, y con nuevas demostraciones del poder del wiimote para hacernos sentirnos como Link, ahora más que nunca. Skyward Sword nos pone una espada en una mano y un escudo en la otra para luchar contra el mal en otra épica aventura. La pregunta es: ¿será tan épica como en los anteriores juegos? Te lo contamos desde Los Angeles.
La leyenda no va a defraudar. Sólo podemos declarar esto después de haber probado la nueva demo que Nintendo nos ha deparado en el E3 de Los Angeles. A pesar de las dudas que podría levantar el uso intenso del wiimote (que recordemos hará las funciones de espada con precisión 1:1), hemos de sincerarnos y afirmar que la experiencia es francamente satisfactoria. Eso sí, preparaos a sudar, porque con este nuevo Zelda va a ser muy difícil que podáis permanecer sentados.
Y es que puede que nos encontremos ante uno de los pocos videojuegos de Wii que realmente nos obliguen a ponernos en pie e interactuar intensamente con todo lo que ofrece el reino de Hyrule en pantalla. Nada de quedarnos sentados y realizar cortos movimientos de wiimote (como ha sucedido en la inmensa mayoría de juegos de Wii), sino que ahora todo parece enfocado a hacernos sentir realmente como el héroe, un objetivo que Miyamoto y su equipo en Kyoto siempre han perseguido durante los últimos 25 años.
Algo que no hubiera sido posible, por otra parte, sin el gran trabajo que ha hecho Nintendo para lograr un control muy preciso que detecta al milímetro cada movimiento que realicemos, y sin nada de “lag”. Sólo de esta forma se puede obtener la experiencia de tener una espada en las manos para moverla en cualquier dirección, ángulo y sentido, siendo esto último la clave para obtener sensaciones jugables únicas y que nunca habíamos tenido antes en otro título de la franquicia.
Ahora más que nunca, tú eres Link
Y no sólo eso. La variedad también vuelve a ser importante en Skyward Swords, algo que pudimos comprobar en tres diferentes secciones: Bird Flying, Dungeon y Boss Battle. La primera de ellas, en concreto, tiene el aspecto de ser uno de los típicos minijuegos a los que nos ha acostumbrado la serie. Sirve para cambiar de registro de vez en cuando (para que la sensación de monotonía nunca llegue), sin que ello quiera decir que proponga situaciones de escasa calidad.
Todo lo contrario. Con el objetivo de obtener una cita con la princesa Zelda, nuestro héroe Link acepta un desafío aéreo: atrapar a un pájaro amarillo mientras surca los aires en su propio ave. Toda una experiencia, desde el punto de vista de que se nos invita a manejar a nuestro particular pájaro utilizando el wiimote en todo momento (moviendo y rotando el mando sobre su eje). Una sacudida hace que el ave aletee y alcance altura para posteriormente permitirnos ganar velocidad a fin de conseguir atrapar a nuestra peculiar presa.
Una breve demostración que terminó con la secuencia tan ansiada por nuestro protagonista, con una princesa que aparece muy cambiada con respecto a otras apariciones realizadas en la serie, en el sentido que ya no rezuma ese aura de superioridad que tenía en Twilight Princess. Más bien, y paralelamente a lo que es el juego en sí, la princesa es un punto medio entre lo que vimos en los Zeldas más “serios” (como Ocarina of Time) y los Zeldas más desenfadados (como Wind Waker).
Ligeramente sorprendidos por la aparición de la princesa, saltamos hasta la siguiente sección disponible de la demo: una mazmorra. Y lo primero que tenemos que decir es que nos alegramos de que una vez más se mantenga esa necesidad de explorarlo todo y de analizar cada elemento del decorado a fin de intuir la solución a cada uno de los puzles planteados. En otras palabras, los usuarios tendrán que poner en marcha el intelecto una vez más, y parece que en esta ocasión de una manera más intensa que en los últimos Zeldas tridimensionales.
Por ejemplo, uno de los enigmas más frecuentes en esta sección, tuvo que ver con el uso del escarabajo volador, un artefacto que, una vez lanzado, podemos dirigir con el wiimote hacia los lugares deseados. En este caso, sirvió de mucha ayuda (al menos en tres ocasiones) para activar interruptores escondidos en grutas o en el interior de un edificio al que no podíamos acceder.
Pero no todo serán puzles, o tal vez sí... Y es que las batallas en este Zelda hacen uso de un esquema de combate muy estratégico. Para que lo entendáis, cada enemigo se derrotará de una manera diferente, y todo gracias a la versatilidad que ofrece controlar la espada con el mando de Wii. Por citar una situación, en la demostración tuvimos que enfrentarnos a uno de los clásicos esqueletos del mundo zeldiano, sólo que no bajo la clásica perspectiva de atacar-defendernos, sino golpeando con nuestra espada los puntos que iba dejando desprotegidos nuestro rival, siendo rápidos y precisos.
Algo que también se aplicó a la que fue la última sección de la demo del E3: un combate con un jefe final (de nombre Ghirahim). Hemos de reconocer que no fue fácil derrotarle (de hecho, Miyamoto cuando preguntó durante su conferencia privada muy pocos dijeron haberle superado), y tal vez por ello nos metimos más en la partida y -aunque éramos rehacios en un principio a movernos como Link- acabamos haciéndolo, siendo por un momento protagonistas de fotos de cámaras que se paseaban por el “stand”.
Sirva esta aclaración sólo para remarcar lo que dijimos al comienzo del artículo, que vamos a tener que movernos mucho, imitar a Link y realmente sumergirnos en una aventura que se promete más épica que nunca.
Y si os cabe alguna duda, comentaros que estamos deseando que aparezca ya en el mercado, ya que si le vemos algún problema a este nuevo título (y probablemente uno de los últimos) de Wii, es precisamente que no haya salido antes. Ahora llega un poco tarde, justamente después del anuncio de la sucesora -Wii U-, pero lo que está claro es que esto no será ningún impedimento para que los millones de incondicionales de la serie disfruten al máximo de una aventura que puede llegar a convertirse, sin muchos problemas, en la mejor obra de la actual consola de sobremesa de Nintendo.