Todo el mundo va diciendo por ahí que Naughty Bear es un osito malvado, con mala idea y poco amoroso. Vale, les damos la razón, pero tiene sus motivos, y es que al pobre no le han invitado a la última fiesta de cumpleaños de su villa, algo que pagará con todos sus vecinos ositos haciendo las travesuras más despiadadas y divertidas que os podáis imaginar.
A nadie le gusta ser el patito feo del grupo, y mucho menos a un osito con gran potencial para descoser de mil maneras posibles a todo peluche que se encuentre por el camino. Naughty Bear, el oso más travieso del mundo del videojuego, se presenta en sociedad con una obra tremendamente original y desarrollada por apenas 30 personas pertenecientes a la compañía A2M, que quiere desquitarse después de los discretos resultados obtenidos con Wet.
Y la verdad es que los canadienses las tienen todas consigo para conseguirlo, puesto que Naughty Bear es un proyecto realmente sorprendente si tenemos en cuenta los escasos recursos empleados para su desarrollo. Un título que sin apenas publicidad ha conseguido llegar a los oídos de miles de jugadores con sólo haber escuchado su sencilla, atractiva y divertida propuesta.
Una macabra idea que nos invita a controlar con nuestro mando de Xbox 360 y PlayStation 3 a un osito muy enfadado. Y es que al pobrecito nadie le quiere. Su lamentable aspecto, con "sietes" y descosidos sobre su maltratado cuerpo de peluche lo convierten en un oso poco sociable. Todos se burlan de él, y por si esto fuera poco, no le han invitado a una fiesta de cumpleaños. Pero los días de soledad se han acabado, porque Naughty Bear va a salir de su casa para dar a todos lo que se merecen en un videojuego que mezcla estética de dibujos animados con la violencia que puede llegar a engendrar un siniestro osito de peluche. Os invitamos a que seáis malos y nos acompañéis en nuestras impresiones con el videojuego.
Un osito poco amoroso
Naughty Bear, como nos dejó claro Dave Richards (Senior Game Designer de A2M), es un título de acción y exploración en tercera persona dividido en siete episodios, con 30 niveles de estructura abierta que dan para unas 15-20 horas de juego.
Todo encerrado dentro una gran isla compuesta de cuatro áreas a desbloquear, las cuales serán escenario de unas fases que, aunque se nos planteen de forma lineal (siguiendo un hilo argumental), nos van a permitir hacer el gamberro con completa libertad.
Así, por lo menos lo comprobamos en la segunda misión del juego, una en la que el partido político de los ositos se ha empeñado en matar a nuestro protagonista. Y eso, como podréis entender, resulta inadmisible, así que a los mandos de un controlador, Dave Richards nos mostró lo que el peluche es capaz de hacer con su siniestra imaginación. En un decorado que parecía sacado de un episodio de El Oso Yogui, empezamos a vislumbrar el potencial de un juego que nos permite preparar trampas, saboteando un cuadro de electricidad, un electrodoméstico o un coche, para pillar por sorpresa a nuestras víctimas provocándoles un final fatal. Las posibilidades son inmensas, y se admiten tanto las electrocutaciones como el uso de machetes, aparte de acciones tan divertidas como encerrar a nuestros enemigos en frigoríficos.
Premio a la mala idea
Tu maldad depende de la imaginación que le pongas al asunto, y lo mejor es que se te recompensará por ello. Con cada osito al que arruines la existencia -tanto física como psicológica- se te darán puntos Naughty, los cuales nos permitirán progresar en una aventura donde se nos proponen gran variedad de armas, objetos y tácticas a utilizar.
Todo dentro de unos niveles nutridos de un variado elenco de personajes. Gracias a la destacada inteligencia artificial del videojuego, cada osito disfruta de una personalidad y conducta diferente, algo que otorga riqueza jugable a un título donde nuestros enemigos osos actuarán recurrentemente en grupo, conspirando contra nuestro peluche y sacándole la lengua para provocarle.
Dependiendo de nuestras acciones, los enemigos variarán su comportamiento, algo de lo que tendremos constancia a través de una pequeña ventana (colocada en una esquina de la venta) que nos indique cómo se están organizando los ositos. Sin duda, algo que os hará estallar de risa al fin y al cabo, puesto que en parte Naughty Bear es lo que pretende, ponernos una sonrisa de oreja a oreja mientras que acabamos de mil y una formas posibles con esos indeseables que no nos admiten en su grupo.
Las travesuras comienzan este verano
Los responsables de Naughty Bear nos comentaron además que, al contrario de lo que pudiera parecer, el juego dispondrá de una curva de dificultad exigente capaz de ponernos cada vez más complicada la tarea de acosar y aterrorizar a otros ositos. Aparte, pretenden dotar de una gran variedad al conjunto para que incluso podamos hacer travesuras en diferentes momentos del día y con distintas condiciones climáticas. En definitiva, la intención última es la de conseguir que la obra de A2M sea altamente rejugable, con una experiencia diferente a cada partida jugada.
15 rangos a desbloquear en función de nuestra puntuación y 30 "skins" para nuestro protagonista (los cuales ofrecen habilidades especiales) parece que harán el resto en un título que ofrece marcadores -para comprobar quién es el osito más travieso- y un multijugador con varios desafíos, aparte de un modo cooperativo para 4 jugadores.
Así pues, todo se perfila para que Naughty Bear dé la sorpresa, por lo menos en lo que a su concepto jugable y sentido de humor se refiere, puesto que en el aspecto gráfico la distancia de dibujado es escasa (se emplea el efecto niebla abundantemente), aunque cierto es que el diseño artístico es sólido, con gracia e ideal para contraponer escenarios coloridos a la maldad sin contención de Naughty Bear. Este verano, a más de uno se le van a soltar las costuras...