Tanto talento no cabía en un solo videojuego, así que los desarrolladores de Cing ya tienen secuela para Hotel Dusk: Room 215. Su nombre es Last Window y nos trae de vuelta a un Kyle Hyde con ganas de recuperar su pasado tanto personal como jugable. Un título que mantiene el estilo único de Cing en una novela interactiva de la que podremos crear nuestra propia versión.
Ya han pasado casi tres años desde el lanzamiento de Hotel Dusk: Room 215, aquella extraordinaria y apasionante aventura gráfica táctil para Nintendo DS que logró cautivar a cientos de miles de usuarios en todo el mundo.
Los desarrolladores japoneses de Cing nos sorprendieron con un videojuego imperecedero, dotado de un estilo único y un argumento absorbente. Rasgos, en definitiva, capaces de poner en un particular altar al género de la novela interactiva, infravalorado tal vez durante demasiadas décadas por la industria del ocio electrónico.
No obstante, los populares creadores de Another Code y Little Kings Story regresan para dar a los fans justamente lo que querían, una secuela que con el nombre de Last Window nos vuelve a presentar a Kyle Hyde, aquel vendedor ex-policía predestinado a atraer, casi sin quererlo, los más enigmáticos y extraños sucesos, relacionados siempre con el crimen, la corrupción y, en nuestro caso, interesantísimas aventuras a golpe de stylus.
El pasado de Kyle Hyde
Para la ocasión, abandonamos el lúgubre hotel del suroeste estadounidense para irnos hasta la mismísima ciudad de Los Angeles, concretamente un año después de los eventos narrados en el anterior título.
Kyle Hyde sigue trabajando para la empresa "tapadera" de cosméticos Red Crown, por lo menos hasta que su jefe, Ed Vincent, le despide en los primeros compases del juego tras un arrebato descontrolado de ira ante la mirada atónita de Rachel, que repite aparición para prestarnos algo de ayuda en nuestra aventura.
Una aventura que nos pone por tanto en 1980 y sin blanca para pagar nuestra habitación en los apartamentos Cape West, gran escenario relacionado con una enigmática joya y unos desconcertantes asesinatos que a nosotros nos tocará resolver. La doble ventana de Nintendo DS se abre ante nuestros ojos para descubrir un trabajado y adictivo argumento plagado de viejos y nuevos personajes con los que descubrir, de paso, el pasado reciente de Kyle, así como la circunstanciosa muerte de su padre.
Un estilo único
En definitiva, una introspección en el pasado de nuestro protagonista a través de un título que mantiene todas sus claves narrativas, visuales y de jugabilidad. Volvemos a sujetar la consola como si fuese un libro para disfrutar de las tres claves que hicieron grande a Hotel Dusk: una potente faceta de conversación, mucha exploración y algunos puzles que resolver.
Todo adornado por el peculiar estilo de Cing, que dibuja una vez más a sus personajes en blanco y negro (con trazos de carboncillo) para meterlos en escenarios coloridos, estáticos y donde las conversaciones -a doble pantalla- se suceden mediante animaciones muy básicas, pero siempre dotadas de expresividad.
Regresa, por tanto, en toda su magnitud, la conversación, primordial para recabar información y formular preguntas a nuestros interlocutores. Su presencia es intensa y, a la vez, fundamental, aunque esta vez hemos de contar con una importante novedad: la posibilidad de ignorar interrogatorios innecesarios que podrían acabar, por cierto, con nuestra partida. Entrometernos en asuntos ajenos sin justificación aparente puede salirnos muy caro en esta ocasión.
Last Window: la versión del jugador
Por suerte, no todo será conversar en Last Window. El componente de exploración está bien presente, gracias a una dinámica de juego que nos permite controlar el movimiento de nuestro personaje en la pantalla derecha (con el lápiz táctil actuando sobre un plano en alzado) mientras en el marco izquierdo observamos lo que nuestro protagonista Kyle ve en primera persona.
Podemos acercarnos a cualquier objeto y tocarlo con el stylus para obtener más información, así como realizar anotaciones sobre nuestra agenda, la cual recibirá los trazos de nuestro lápiz táctil con total precisión.
Es digno de mención, por último, el hecho de que Last Window recibe su nombre en virtud a una metanovela (novela dentro de la novela) insertada dentro del videojuego, la cual va a reflejar todo lo que hagamos. Cada capítulo del juego será un capítulo también en el libro y, por tanto, nuestras decisiones influirán en cómo se desarrollará su argumento, añadiendo así un factor de rejugabilidad muy atractivo del que os iremos aportando más detalles conforme se acerque la fecha de lanzamiento en Europa. De momento, los únicos privilegiados en disfrutar de esta prometedora aventura gráfica son los japoneses, concretamente desde el pasado 14 de enero.