En 3DJuegos inauguramos sección. Con Dentro de la Saga buscamos un acercamiento a los videojuegos más importantes del año, en relación con los títulos que los han precedido dentro de una franquicia ya establecida. Es decir que con el Dragon Age II con el que vamos a comenzar, llevaremos a cabo la comparativa con respecto a su precursor: El genial Dragon Age: Origins.
Para dar forma a esta serie de especiales que publicaremos unas semanas antes del lanzamiento de todos los grandes títulos, hemos decidido emplear el formato del Sistema de Valoración de la Revista: No sólo para darlo a conocer todavía mejor entre nuestros lectores, sino principalmente porque nos parece que es la mejor forma de diseccionar la aportación que llevará a cabo una secuela en relación con el juego al que continúa.
El protagonista del estreno de esta sección es Dragon Age II, la inminente nueva joya de BioWare a la que, indefectiblemente, hay que comparar para su mejor comprensión con su precedente: El igualmente genial Dragon Age: Origins de 2009. ¿En qué innova? ¿Qué mejora? ¿Sigue la línea de su antecesor? ¿Rompe con sus premisas? Te lo contamos todo.
JUGABILIDAD
¿Qué ofrecía su predecesor?
La principal fortaleza de un juego de rol reside, lógicamente, en su apartado jugable, y éste por su parte está fundamentado en dos vertientes. La primera de ellas es el argumento, de especial peso en un RPG, y que ya brilló en el Dragon Age original con una narrativa compleja, cargada de personajes memorables y con abundantes subtramas tan bien tratadas como el hilo principal. La segunda es la más puramente relacionada con la experiencia de juego, donde el título de BioWare resultaba igualmente memorable con su homenaje a los clásicos del género del pasado; clásicos de los que, de hecho, la compañía canadiense ya fue muy partícipe en su momento.
¿Qué promete la nueva entrega?
Con esos dos puntos tan fuertemente asentados, Dragon Age II busca ir más allá de Origins profundizando en sus virtudes y siguiendo las líneas que ya abrió su predecesor. Para empezar en cuanto a la historia, la idea es seguir las mismas bases del original sólo que aportando una nueva manera de acercarse a ésta: Más tiempo cubierto por el Modo Campaña, una década en esta ocasión, más participación del usuario en las conversaciones y un estilo narrativo que nos permita conocer más de Hawke, el nuevo héroe, y del contexto que le rodea merced a la narración de un personaje ajeno a los protagonistas: Varric.
Por lo que respecta a la jugabilidad ésta seguirá también a pies juntillas lo visto en el original aunque con algunos cambios. Como ya hemos adelantado el sistema conversacional se verá modificado para acercarse más al de las series Mass Effect, también de BioWare, permitiendo de este modo una mayor participación por parte del usuario. Por otra parte, los combates también buscan ser más viscerales y directos, con un estilo más cercano al tiempo real o al Hack and Slash aunque respetando al mismo tiempo las raíces más tradicionalmente roleras de la franquicia.
TECNOLOGÍA
¿Qué ofrecía su predecesor?
Quizá el aspecto más decepcionante de Dragon Age: Origins fue la no demasiado llamativa utilización de los recursos de hardware de los que se disponían: Especialmente en las versiones de consola. La versión de compatibles era la más poderosa en este campo, con implementaciones francamente rotundas que lograban un aspecto muy compacto, sin embargo en las consolas de Sony y Microsoft el juego daba la sensación de ser algo anacrónico; con incluso algunos severos recortes con respecto al juego que los aficionados de compatibles pudieron disfrutar.
¿Qué promete la nueva entrega?
Mejorar el original viene a ser francamente sencillo de cara a la segunda parte, especialmente si tenemos en cuenta el discreto acabado del que hicieron gala las ediciones de Xbox 360 y PlayStation 3 de Origins. Más fluidez en la tasa de imágenes por segundo, escenarios más grandes y más detallados y unas animaciones mucho menos robotizadas y más variadas son las principales claves en este sentido. La segunda entrega igualará más las tres versiones, para que no haya desequilibrios tan severos como los del original. Más uniformidad entre consolas y PC merced a un aprovechamiento más optimizado de las posibilidades de las dos videoconsolas y al empleo de una versión del motor gráfico tremendamente refinada.
GRÁFICOS
¿Qué ofrecía su predecesor?
Si bien lo tecnológico no era particularmente llamativo en Origins, lo cierto es que en la faceta más puramente artística algunos elementos resultaban algo genéricos, pero en líneas generales el resultado era algo más compacto. Espada y brujería clásica en la inspiración de los diseños, aunque con un acabado no particularmente sobresaliente merced a unos modelados para personajes, construcciones y escenarios naturales algo pobres.
¿Qué promete la nueva entrega?
Quizá sea en lo artístico y gráfico en la parcela en la que más profundamente se nota el salto de dos años que hay entre el primer y el segundo Dragon Age y, especialmente, el hecho de que BioWare parece tener mucho más claro en qué dirección orientar estas parcelas. Si bien Origins pecaba de ser algo genérico en este sentido, la secuela opta por un estilo mucho más remarcado, menos corriente y más inclinado hacia una personalidad fuerte y un carácter que se proyectará también sobre personajes y escenarios. También dentro de la faceta más puramente conceptual dentro de lo estético destaca el hecho de que la cámara recibirá un tratamiento mucho más amplio en todas las versiones, manteniendo la posibilidad de emplear la conocida como "perspectiva táctica" en PC, y con una vista más expandida para controlar el grupo que "dejará contentos a los aficionados de consolas", según BioWare.
MÚSICA / FX
¿Qué ofrecía su predecesor?
A nivel de audio Dragon Age: Origins fue un videojuego muy robusto, con una banda sonora poderosa e inspirada que quizá no estaba a la altura ni en efectos de audio ni en calidad compositiva de lo que otros grandes del género RPG han venido ofreciendo, pero que sí ofertaba un acabado francamente notable.
¿Qué promete la nueva entrega?
La línea a seguir en este sentido es la misma que en el original, aunque con algunos cambios de importancia. La banda sonora volverá a correr a cargo de Inon Zur, el compositor de la música del original, lo que se traducirá en un score con idénticas dosis de épica y calidad en las composiciones. Por otra parte el reparto de voces volverá a traernos las voces del videojuego en inglés con la única traducción de sus textos a nuestro idioma, aunque con la presencia de un doblador para el protagonista: Algo que significará mayor inmersión, carácter y presencia para el personaje principal.
INNOVACIÓN
¿Qué ofrecía su predecesor?
Si por algo destacaba el primer Dragon Age era por buscar su inspiración en los clásicos videojuegos de rol de la década de los 90, sin prácticamente llevar a cabo más avances que los estrictamente relacionados con el acabado visual y tecnológico. En este sentido el juego fue un sentido homenaje a los aficionados más veteranos del género, con el verdadero punto fuerte en el campo de la originalidad derivado de que la versión de PC, no las de consolas, contaba con un potente editor que permitía profundizar muy mucho en la propuesta del juego de BioWare.
¿Qué promete la nueva entrega?
Para la secuela hay algunos cambios a mejor pero también, sorprendentemente, algunos recortes. Según sus responsables el juego seguirá en esta ocasión "el camino de la audiencia", lo que significa que Dragon Age II se va a volcar en el público de consolas, haciendo desaparecer algunos elementos primordiales de la versión de compatibles como, por ejemplo, las herramientas de modificación que desde BioWare consideran "muy poderosas pero también muy complicadas". Por lo demás, y como ya hemos ido adelantando, el juego se complementará en su faceta más puramente innovadora con elementos de cambio como el nuevo tratamiento narrativo, la novedosa faceta artística y el salto tecnológico; elementos de los que sólo podremos comprobar su verdadera valía con la versión final del videojuego.