A estas alturas queda poco que conocer sobre el gigante “shooter” que va a suponer Modern Warfare 3, el cual saldrá al mercado el próximo 8 de noviembre. El título desarrollado por Infinity Ward y Sledgehammer Games ultima preparativos para ir a la guerra, y nosotros nos hemos apuntado a sus últimas maniobras militares que realizaron a puerta cerrada en el pasado Gamefest para acercaros una nueva ración de su fuego bélico.
60 “frames” por segundo, servidores dedicados para PC y el novedoso modo supervivencia, así como un sistema de recompensas mejorado -Call of Duty: Elite incluido- suponen las puntas de lanza más evidentes del lanzamiento. Pero no son las únicas, ya que regresa lo más importante: su fulgurante y frenética acción de disparos. Así, no nos libraremos de sus cuatro niveles de dificultad o de la vida autorrecuperable, además de una historia que nos pone justo donde acabó Modern Warfare 2.
La Federación Rusa continúa su invasión a los EEUU, expandiendo ahora la ofensiva hacia el viejo continente europeo. Algo que, según los responsables del videojuego, nos ofrecerá algo más de variedad (con Inglaterra, Francia o Alemania como protagonistas), y siempre dentro de puro espectáculo, como ya se nos ha mostrado en más de una ocasión.
La guerra definitiva
En concreto, la última demostración de la campaña individual tuvo lugar en el pasado E3, con el nivel “Hunter Killer”, donde nuestro equipo Delta luchaba por defender, nada más y nada menos que el puerto de Nueva York. Para el recuerdo quedaron estampas como la de Manhattan en llamas por acción de las fuerzas enemigas, así como algo de “gameplay” bajo el agua (primera vez en la serie), destacando la ambientación aplicada, con ruidos de armas y efectos de luz amortiguados por el entorno acuático.
Por aquel entonces, ya intuimos que los desarrolladores preparaban una apuesta “shooter” aún más intensa que la del anterior Modern Warfare, una tarea sin duda complicada, pero posible gracias a los constantes cambios de ritmo durante las misiones: desde el interior de un submarino hasta el fondo del mar para volver a la superficie en una lancha motora que acababa escapando del lugar. Todo, no hace falta casi decirlo, en medio de un caos de balas, proyectiles y bombas; porque para eso estamos en guerra.
La nueva demostración que Activision nos ha brindado en un pase privado para prensa celebrado en el reciente Gamefest no se queda muy atrás. Con la denominación de “Iron Lady”, este nivel, hasta ahora inédito, nos vuelve a poner en el papel de la Fuerza Delta, aunque ahora con el fin de contener la invasión que se está produciendo en París. Los rusos han avanzado inexorablemente hacia Europa, y nosotros, rifle de asalto en mano, deberemos intentar dar la vuelta a la situación.
A este respecto, no faltarán los “slow motion” y los eventos escriptados tan emblemáticos de la saga, pero lo que más llamó nuestra atención fue el hecho de seguir la guerra desde un nuevo punto de vista: el de un helicóptero. Así, llegados a un punto de la misión, la vista se elevó hacia los aires para mostrarnos una privilegiada panorámica de las calles de París, con la ayuda del sensor térmico FLIR (el cual permite avistar a enemigos más fácilmente). Sólo nos quedó disparar, tanto proyectiles como poderosas bombas, para auxiliar a las tropas aliadas que avanzaban ocupando nuevas posiciones.
Así pues, podemos entrever que la guerra de Modern Warfare 3 será todavía más tecnológica que en el pasado, recibiendo incluso transmisiones, desde el helicóptero y en tiempo real, procedentes del campo de batalla, con vídeo, así como mensajes hablados. Incluso tendremos algún que otro aviso de misil, obligándonos a evadirlo como mejor podamos, sin alejarnos nunca de la perspectiva en primera persona que resulta hoy en día tan importante para la serie.
La secuencia sobre los cielos no duró más de un par de minutos antes de volver a tierra firme, con nuestro escuadrón, dejándonos un poco más claro lo que ya sabíamos: que la situación cambiará continuamente, si es necesario poniéndonos en la piel de distintos protagonistas. Algo que ayudará a los desarrolladores a aportar mucha más variedad a la campaña, aunque en nuestro caso nos sirvió más para comprobar el espléndido apartado visual que parece atesorar lo nuevo de Infinity Ward y Sledgehammer Games.
De todos es conocida la particular batalla establecida entre Battlefield 3 y Modern Warfare 3. Ambos quieren sacar a relucir su superioridad técnica, tanto en lo referente a la calidad visual como a técnicas del tipo de destrucción de entornos. Hasta ahora, la saga de EA había demostrado un mejor comportamiento con respecto a este último punto, pero hemos de afirmar -no sin cierta sorpresa- que la creación de Activision va a saber defenderse bastante bien.
Muros que sufren por el impacto de balas, barandillas que se caen a pedazos, pilares de mármol que se vienen abajo, coches aparcados que explotan al alcanzarlos, cristales que se resquebrajan, macetas que se hacen añicos... Todas estos desperfectos son en tiempo real, por acción de nuestra arma. Cierto es que ya se había visto antes, pero cuando un auditorio de periodistas exclama por algo que sucede en el juego, es porque algo debe de tener. Esto ocurrió cuando uno de los misiles del helicóptero que surcaba París impactó contra un edificio, derrumbando su fachada con completo detalle.
Por tanto, no existen en Modern Warfare 3 tantas destrucciones prediseñadas como creíamos, además de que otros aspectos, como los interiores, también lograron impresionarnos, tanto por el detalle aplicado como por la ambientación lograda en escenarios tan parisinos como el interior de una mansión clasicista: con sus cuadros antiguos y muebles rupestres. Pero no hubo tiempo para más. El nuevo nivel mostrado duró poco más de 5 minutos, aunque fue suficiente para hacernos una idea de que la obra de Infinity Ward y Sledgehammer Games apunta alto y fuerte. Será dentro de un mes cuando sus tropas invadan definitivamente nuestras Xbox 360, PlayStation 3 y ordenadores; y sabemos que muchos de vosotros ya tenéis las baterías del controlador preparadas para darlo todo en un campo de batalla realmente prometedor.