Maxwell regresa con su cuaderno mágico para que invoquemos otra vez desde la pantalla de nuestra Nintendo DS todo lo que se nos pase por la cabeza. Pero con una gran novedad, porque esta vez también se pueden usar adjetivos que amplíen el reto de superar puzles dentro de una aventura que quiere perfeccionar los pequeños errores de Scribblenauts. Te mostramos cómo mejorar tu libertad de expresión desde la Gamescom.
Cuando los medios empezaron a comprender la original propuesta que mostraba Scribblenauts, los premios no dejaron de llover sobre la original obra de 5th Cell. Resolver puzles con la simple acción de invocar cualquier objeto que se nos pasara por la mente era una idea tan ambiciosa como difícil de llevar a buen término, aunque el experimento salió bien, eso sí, no sin alguna que otra pega.
No obstante, para eso están las segundas partes, como Super Scribblenauts, que ya hemos podido probar en la feria de la Gamescom para darnos cuenta de que el principal fallo del primer juego ha sido solucionado. Y es que esta secuela nos deja escoger, al comienzo de la partida, entre usar el stylus o la cruceta de nuestra Nintendo DS para manejar a Maxwell en su particular gesta.
Una gesta que, como muchos intuiréis, tiene que ver de nuevo con la tarea de recuperar starites, algo que realizaremos superando cada uno de los niveles que nos propone un título esta vez ambientado en el mapa de una constelación.
Y llegaron los adjetivos
El mundo está dividido en constelaciones y cada una tiene sus propias estrellas que, al fin y al cabo, representan los niveles disponibles. Evidentemente, eso sí, para acceder a retos más exigentes, deberemos superar los anteriores, dentro de una progresión dinámica que da comienzo con un sencillo tutorial, sobre todo indicado para los nuevos jugadores que quieran asomarse a la franquicia.
En cualquier caso, será interesante no perdérselo, ya que a pesar de que la interfaz de escritura correspondiente a nuestra libreta no haya cambiado, sí que recibimos grandes novedades como la posibilidad de escribir adjetivos detrás de los sustantivos... y no sólo uno. Así, la máquina nos pidió durante el tutorial anotar "Perro amarillo gigante" para ver que hasta lo más raro era posible invocarlo en Super Scribblenauts.
Pero no era lo único. Una de las grandes quejas del anterior es que podíamos perder de vista a nuestro personaje muy fácilmente, algo que se resuelve con un icono de Maxwell que, con sólo tocarlo, centrará la cámara sobre él otra vez.
Nuestro primer reto
En el tutorial, también recordamos que no podemos invocar una determinada cantidad de objetos a la vez (algo que se indica con un termómetro), aunque más importante es aún el saber que tenemos la posibilidad de comprar pistas en mitad de la partida para que nunca nos atasquemos demasiado pronto.
Sin embargo, lo que nosotros queríamos era jugar, y en unos minutos ya estábamos experimentando el primer de los retos, consistente en conseguir una starite colocada en lo alto de un abeto. La verdad es que podíamos haber utilizado una "motosierra sangrienta" o una "grúa multicolor", pero optamos por una "hacha gigante" que realizaba muy bien sus labores, y eso que Maxwell apenas podía sujetarla.
Y es que, realmente, la inclusión de adjetivos hace a la original obra de 5th Cell aún más divertida, ya que las posibilidades de invocar objetos más y más extravagantes se multiplica de manera exponencial. De hecho, ahora contamos con más de 10.000 nuevas palabras a usar.
Mejora tu libertad de expresión
Al final, esto no hace más que dar ventajas. Por ejemplo, uno de los primeros 120 niveles que incluye el juego nos pedía la no demasiado sesuda tarea de invocar objetos destinados a un piloto que pasaba por "boxes" para continuar la carrera. Podríamos haber optado por una "rueda", un "volante" o incluso "gasolina", pero finalmente escogimos un "motor", que nos hizo ganar otra starite.
No obstante, es interesante contar con varias ideas en recámara, puesto que una de las características más importantes del primer Scribblenauts regresa: revisitar niveles anteriores para superarlos de una manera diferente. De hecho, si logramos superar un mismo reto de hasta tres formas distintas, lograremos acceder al modo avanzado del juego.
Sabemos que puede ser una tarea difícil, pero tenemos pistas, las cuales podremos comprar con los ólares que ganemos a lo largo de nuestra partida, algo que por otra parte sirve para comprar nuevas pistas y avatares de personajes, una característica que se extrapola a una secuela que mantiene las bases del original pero potenciándolas para perfeccionar los pequeños defectos que presentaba. Sin duda, 5th Cell parece ir por el buen camino.