Ha pasado un año desde nuestra primera toma de contacto con un videojuego que nos llamó la atención por ser algo así como el resultado de una noche loca entre dos juegos como Gears of War y World of Warcraft. Ahora, a apenas unas semanas de su lanzamiento, os contamos qué pudo ocurrir para que Hunted: The Demon's Forge siga pareciéndonos un título interesante, y más si se puede disfrutar en cooperativo.
Hace un año os acercamos nuestras primeras impresiones sobre el que calificamos como "el momento en que el mundo de World of Warcraft conoció a la acción de Gears of War", unos meses atrás comentamos el primer acercamiento que tuvimos con el juego, y ahora ha llegado el momento de hablaros sobre la última de las grandes bazas del original Hunted: The Demon's Forge para intentar proponer algo diferente al explotado género de los "shooters" en tercera persona: su campaña cooperativa.
No vamos a ocultarlo, a la compañía californiana inXile Entertainment se le notan los años de inexperiencia en el sector, pero aún así sorprende la seguridad que demuestran sobre su videojuego, que aparecerá en Xbox 360, PlayStation 3 y compatibles con el fin de introducirnos en un siniestro mundo de fantasía oscura donde una serie de criaturas han surgido espontáneamente desde el subsuelo. Los ciudadanos están desapareciendo y sólo un par de personajes, Caddoc y E'lara, tienen la solución para remendar la situación, eso sí, a cambio de algo de dinero.
Fantasía medieval cooperativa
Variedad de situaciones, eventos "escriptados", uso de coberturas, armas de la época medieval y enemigos de ultratumba pueblan un concepto de acción que si tuviéramos que ponerle un nombre sería algo así como un Gears of Warcraft, pero lo calificaremos simplemente como un "dungeon crawl" dotado de la intensidad de los shooters actuales. De esta forma, en lugar de disparar balas, lanzamos flechas contra el cuerpo no de soldados bien armados, sino de esqueletos andantes, bestias del inframundo y otras lindezas de la conocida como "high fantasy".
Lineal, aparentemente duradero y con un planteamiento sencillo pero satisfactorio, en esta nuevo toma de contacto notamos que podemos escoger entre cuatro niveles de dificultad, aparte de que la vida no es autorrecuperable. Y esto último no es un detalle banal. Aunque jugáramos en cooperativo, era fácil perder la vida, incrementando el desafío de unas partidas que por otra parte hemos podido disfrutar tanto en "system link" como a pantalla partida junto a un segundo usuario.
Toda una sorpresa, ya que hasta el momento todo lo que habíamos sabido de Hunted era que sólo tendría cooperativo online. Por tanto, una bienvenida incorporación, y eso aunque veamos unos antiestéticos bordes negros (bastante anchos) a ambos lados de la pantalla. Pero es algo que se puede aguantar, junto al típico reescalado gráfico, si consideramos que no hay nada mejor como la tecnología "split-screen" a fin de multiplicar el disfrute de una aventura que, aunque ya adelantamos que no va a ser de las más destacadas del año, sí que resulta entretenida e ideal para jugar en compañía.
Para ello, el videojuego nos permite escoger entre uno de los personajes controlables, con notables diferencias entre ellos. Por una parte, Caddoc, que es muy eficaz en distancias cortas, gracias tanto a su tremendo poder de ataque cuerpo a cuerpo como a su mayor resistencia a las ofensivas enemigas. Por el otro lado, E'lara, más efectiva con las armas de largo alcance, como el arco, debido tanto al apuntado automático del que dispone (lo cual hace las cosas más sencillas) como a la frecuencia con que es capaz de lanzar flechas.
Dos personajes desequilibrados por separado, pero complementarios cuando van juntos. Y esta es principalmente la razón por la que, tanto si jugamos en individual como en cooperativo, jamás se separan. De hecho, es importante que, tanto si jugamos en online como a pantalla partida, sepamos comunicarnos (a viva voz o mediante cascos), porque las situaciones propuestas lo requerirán.
Nos referimos, por ejemplo, a acciones tan simples como acudir a abrir una puerta, pero también a tareas algo más complejas como activar un interruptor mientras nuestro compañero accede a una nueva zona. Incluso podríamos comentar el acto de encender una antorcha para que el otro siga caminando por una cueva oscura. Y si se da el caso de que nos cansamos de manejar a un personaje, el videojuego incluye la inteligente opción de realizar cambios en puntos específicos de cada nivel.
Para cerrar nuestra cobertura sobre el título antes del análisis, cabe destacar que nos hemos percatado de otra novedad: una interesante herramienta de creación de mazmorras. Conocida con el nombre de Crucible, esta opción nos permite personalizar nuestra experiencia creando algo así como nuestra propia campaña, en base a la selección de escenario y el tipo/cantidad de enemigos con que nos encontraremos. Inclusive se puede predeterminar el equipamiento disponible, el tiempo límite para completar los niveles y modicar la salud inicial de nuestros héroes.
En definitiva, un añadido que complementa a la campaña individual y cooperativa, verdaderos pilares de un videojuego que ya podemos decir también que no goza de un apartado técnico sobresaliente. El Unreal Engine 3 no ha dado para más en esta ocasión, pero sería un error dejar de lado el seguimiento de este título sólo por esa razón. De hecho, Hunted: The Demon's Forge es una obra que engaña, ya que tenemos la impresión de que ofrece más de lo que parece. Y si no queréis perderos la diversión que contiene, os invitamos a que esperéis hasta el próximo 3 de junio, momento en que descubriréis cuál es nuestra opinión definitiva sobre él.