Muchos usuarios quedaron decepcionados ante Dragon Ball: Raging Blast. Sus defectos de IA, su falta de interactividad en los escenarios y una deficiente sensación de combate condenaron al equipo de Spike ante los fans, que han respondido como debían: escuchando a los usuarios y mejorando los puntos débiles para crear una secuela. Os contamos cuánto ha mejorado Goku su técnica de lucha en un año.
Para nadie es un secreto que Dragon Ball: Raging Blast fuera uno de los más discretos videojuegos de Goku aparecidos para una consola hasta la fecha, pero los desarrolladores de Spike parecen haber tomado buena cuenta de ello.
Una buena demostración la tenemos en su secuela, un título que llega a Xbox 360 y PlayStation 3 con algunos números que ya nos dan una buena pista sobre el trabajo que se está realizando: más de 90 personajes, 14 escenarios diferentes y un modo historia que va desde la saga Cell hasta el final de la serie (sin tener en cuenta Dragon Ball GT).
Goku mejora su técnica
Pero no es esto lo más importante. Lo que hemos querido comprobar hoy en el "stand" de Namco-Bandai es si el sistema de batalla ha evolucionado para resultar accesible y, a la vez, tan dinámico como en el manganime. Así ha sido. Dragon Ball: Raging Blast 2 mejora a su precedesor, en virtud tanto a una optimizada cámara como a una conexión de combos más espectacular.
La demostración nos permitía jugar con ocho personajes de la serie (Goku, Krilín, Freezer, Célula, Dabura, Bardock y Super Janemba), cada uno dotado con hasta cuatro ataques especiales que se activaban mediante el desplazamiento del "stick" derecho hacia diferentes direcciones.
Como siempre, todo a cambio de magia, la cual recargamos mediante la presión de la dirección "abajo" en la cruceta direccional, algo que por otra parte nos dejará indefensos ante los ataques enemigos, como venía siendo habitual durante toda la franquicia de videojuegos.
Ondas vitales accesibles
La interfaz apenas se modifica con respecto a Raging Blast. Seguimos teniendo un círculo que nos indica a través de dos barras la cantidad de vida y de magia que nos resta. Ambos valores son fundamentales para leer bien los combates y también para percibir si estamos preparados para lanzar la especialidad de cada luchador (mediante el botón R3). En el caso de Krilín, conseguimos lanzar un "disco infernal" que acabó instantáneamente con toda la barra vital de nuestro contendiente.
No obstante, la verdadera esencia de Dragon Ball: Raging Blast 2, su auténtico valor como videojuego de luchas, radica en la posibilidad de encadenar acciones una tras otra, con espectacularidad y fluidez de animaciones. Hasta se ha mejorado la técnica de persecución de nuestro rival (Pursuit Attacks). Y todo de una manera muy intuitiva, sin exigirnos pulsar el botón en la milésima de segundo adecuada.
Gracias a ello, esta segunda parte mejora su experiencia jugable, la cual nos permite luchar en el aire, sumergirnos bajo el agua o movernos a gran velocidad destrozando montañas a nuestro paso si es que se ponen de por medio.
Explosión de furia
Cabe destacar que disfrutaremos, como es habitual en los juegos de la saga, de introducciones previas a las batallas, aunque todavía no hemos podido tener un primer contacto con la manera en que se va a narrar la historia original de Goku y sus amigos.
En cualquier caso, podemos confirmar que -al menos en la versión americana- las voces están en japonés y son las propias del anime de TV. Con esto, Namco Bandai quiere obtener la mayor fidelidad posible, la cual queda enfatizada claramente por un apartado gráfico que vuelve a hacer acopio de "cel-shading" para mostrarnos a todos los personajes de Dragon Ball en todo su esplendor. Esta vez, si cabe, sus expresiones están más detalladas, incluidas las faciales, de las que tomaremos buena conciencia al principio de cada contienda (gracias a los típicos "piropos" precontienda).
Aparte del modo historia, Dragon Ball: Raging Blast 2 también contiene el conocido modo versus (presente en la feria) y los torneos, además de una modalidad online de la que se irán conociendo más detalles a medida que se acerque el lanzamiento del producto, previsto para finales de año.