Una de las sorpresas más agradables del E3 nos la ha proporcionado Journey, el nuevo videojuego de los creadores del genial Flower. Un videojuego inclasificable basado en la exploración de mundos increíbles en los que la magia y lo espiritual tienen una importancia fundamental.
Todo lo que toca Thatgamecompany lo convierte en una joya, y con esa promesa nos acercamos por primera vez a Journey, su próximo proyecto que fue anunciado durante el pasado E3 y que está destinado a aparecer en el Store de PlayStation Network.
El videojuego ha sido descrito por sus responsables como un Triple-A, pero no en el sentido habitual del término para referirse a videojuegos de altísima calidad, que seguramente también acabe siendo, sino para detallar los tres pilares sobre los que se asienta su experiencia jugable: Abstracto, artístico y accesible.
El Viaje
Jenova Chen, el principal responsable de Journey, se ha pronunciado recientemente sobre lo que quiere conseguir con su videojuego. Según parece desea aunar un sin fin de influencias en su proyecto, algunas de ellas tan curiosas como las charlas que ha mantenido con astronautas de la NASA que sostienen que cuando se pisa la Luna por primera vez nada vuelve a ser lo mismo en la vida de los que lo han hecho: Que todos vuelven más espirituales, más religiosos; algo que Chen ha descrito como "una sensación de pequeñez" que él mismo va a tratar de reeditar con el propio Journey.
¿Cómo se consigue esto? La demo que se ha podido ver comienza con una suave melodía de cuerda y con nuestro personaje en un desierto. El movimiento de éste se realiza de forma previsible, con el stick izquierdo, y moviendo la cámara con el movimiento de Sixaxis. Un botón para saltar y otro para cantar... sí, para cantar. La cámara tiene una presencia muy activa en la experiencia jugable, y es que es ella precisamente la que determina cuáles serán nuestros próximos objetivos.
Por ejemplo en la demostración, ésta apuntaba a una montaña de arena, y el propio jugador debe decidir que alcanzarla será su objetivo a conseguir. Para conseguirlo debemos desplazarnos por el escenario a través de las dunas, pudiendo incluso surfear a través de ellas como si del océano se tratara. Por el camino cataratas de arena, mesetas que escalar, pequeños rompecabezas con jeroglíficos... la jugabilidad de Journey es totalmente inclasificable, casi tanto como su dirección artística, y Jenova Chen es capaz de descolocarnos más que nadie declarando que con el juego acabaremos haciéndonos las preguntas metafísicas más constantes en el ser humano: ¿Quiénes somos?, ¿dónde estamos?... todo ello dentro de la temática del videojuego, claro está.
Todo el aspecto del argumento de Journey, que obviamente lo tiene, está narrado de una forma fuertemente estética, puesto que no hay voces o comunicación alguna con lenguaje hablado o escrito. Todo se hace de una forma visual que nos permite saber qué hacer, hacia dónde dirigirse y cómo orientar toda la historia que se nos está narrando.
El título, además, tiene un componente multijugador muy claro, aunque sus responsables todavía no desean profundizar en él. Por lo que parece podemos contar con otro jugador, sólo uno, que se una a nuestro periplo, y según hemos podido saber la comunicación se llevará a cabo con el mencionado botón de canto, y sin usar palabras directamente. Para Chen todo quedará en nuestra mano, tanto el jugar en solitario como el hacerlo acompañados o el ver a nuestro acompañante como un oponente o, por el contrario, como un aliado.
Journey llegará al Store de PlayStation Network en un momento todavía por determinar de 2011. Son esta clase de proyectos los que otorgan enjundia y diversidad a los catálogos de un servicio descargable, y como tal habrá que seguir el rastro de lo nuevo de Thatgamecompany muy de cerca.