Las batallas marinas fueron uno de los grandes titulares de la presencia de Assassin's Creed III en el E3 de hace sólo unos meses. Ahora, en plena GamesCom, Ubisoft ha ampliado todavía más todo el aspecto naval para que podamos verlo de primera mano, y lo cierto es que hemos comprobado que es tan fascinante como sonaba en un principio.
¿Batallas navales en un Assassin's Creed? En junio conocíamos ya una de las grandes sorpresas del nuevo juego de Ubisoft y ahora, superado el impacto inicial, hemos conocido más y más detalles sobre todo lo que tiene que ver con el agua en el título de acción y aventuras. El Caribe se abre ante nuestros ojos en todo su esplendor, y el programa consolida una nueva y agradecida apuesta por la variedad.
Viento en las Velas
El protagonista de Assassin's Creed III es el colmo de la versatilidad, no sólo porque es tan hábil como el resto de héroes de la franquicia para la acción o las acrobacias, sino también porque es capaz de dirigir el rumbo de gigantescos barcos en el Caribe. No es la primera vez que vemos el uso de "vehículos" en la franquicia, pero sus resultados en el pasado eran más bien discretos, así que Ubisoft se ha puesto a trabajar firmemente para hacer de los barcos uno de los grandes momentos del videojuego. Se acabó el carácter constreñido de las secciones con vehículos o caballos que veíamos en el pasado, aquí la maniobrabilidad es máxima y la libertad muy amplia.
El control sobre el navío de hecho es fantástico y muy profundo, pudiendo ajustar las velas para alterar nuestra velocidad de navegación, escoger la dirección en la que zarpamos o elegir diferentes tipos de munición y artillería para emplear sobre nuestros enemigos. Lógicamente el juego se toma importantes licencias con el realismo en pos de lograr una experiencia ágil y divertida, pero por lo que hemos visto y probado todo parece ciertamente divertido y satisfactorio.
Para atacar con nuestros cañones basta con apuntar mostrando el costado del barco de una forma similar a la del clásico Pirates de Sid Meier, es decir que tendremos que ser rápidos a la hora de atacar puesto que con este tipo de maniobras al mismo tiempo que nos volcamos en lo ofensivo siempre quedamos expuestos en lo defensivo. La estrategia está muy presente ya sea para llevar a cabo las maniobras o para optar por disparos como los encadenados, que lanzan dos balas unidas por una cadena y que causan auténticos estragos en los avances de los buques rivales.
Hay que pensar bien todo lo que hacemos en este tipo de misiones, puesto que no es tan fácil como parece. La exploración es la primera fase, y la segunda pasa por la caza de nuestros oponentes para encontrarnos a una distancia aceptable y una vez ahí abrir fuego con todo nuestro arsenal ofensivo. ¿La última parte? Lógicamente la del asedio del otro buque, que es la que más se parece al tipo de experiencia jugable que estamos acostumbrados a ver en la franquicia.
El barco tendrá una relación muy estrecha con nosotros en el sentido de que es el nuestro y que lo personalizamos y mejoramos a nuestro gusto. En principio no cambiaremos de navío en toda la partida, de modo que a lo largo de nuestras aventuras iremos haciéndonos con mejoras e ítems con los que equipar al buque. Aumentos de blindaje, diferentes tipos de cañones... De momento no estamos al tanto de la profundidad de todo el sistema de mejoras, pero la posibilidad de customizar los navíos parece ciertamente interesante con las escasas pinceladas que se han dado.
Por otra parte Ubisoft es muy insistente en el sentido de que las batallas navales sólo son una parte "muy pequeña" de todo lo que ofrece Assassin's Creed III y que, de hecho, las partes en las que intervienen no son ni mucho menos obligatorias. Al parecer hay un arco argumental que está involucrado con las batallas navales y que ejerce a modo de presentación, y que a partir de ahí sólo dependerá de nuestros deseos el seguir alternando ese camino o el volcarnos ya enteramente en las misiones sobre tierra firme.