Reconoce sus fallos y admite que le habría gustado dedicarle más tiempo al juego.
El padre de clásicos como Dungeon Keeper y Black & White, Peter Molyneux, se ha mostrado bastante crítico con Fable III de Xbox 360, el cual considera "un desastre" por no haber cumplido siquiera las expectativas que él mismo había depositado en él.
"Creo que Fable III fue un desastre. Se construyó para que fuera mucho más grande de lo que fue realmente", ha comentado en una entrevista con el portal Develop. "Cuando creo un videojuego tengo en mente una joya perfecta. Fable para mí era esta bella, increíble, divertida, sorprendente, artística y maravillosa gema que cualquiera podría haber jugado y que enganchara instantáneamente".
Pero el creativo británico reconoce que nunca ha llegado a materializar completamente la idea que dio vida al universo Fable. "La gema que estaba en mi cabeza nunca se ha llegado a materializar, ya que siempre he fallado de una forma u otra. Pienso que Fable, para ser el primer juego que hice de este tipo, no estuvo mal", explica. "Tenía fallos gigantescos y había problemas técnicos como las animaciones que no funcionaron, pero no estuvo mal".
Su secuela "fue un paso en la dirección adecuada", reconoce. Por eso, si tuviera ocasión de volver atrás en el tiempo, "tomaría los avances hechos de Fable I a Fable II y haría lo mismo de Fable II a Fable III", dedicando un año de desarrollo extra. "¿Sería la gema perfecta que estaba en mi cabeza? No", concluye.
Tras su marcha de Lionhead, el veterano Molyneux se ha desligado completamente de la serie Fable.