Se han incluido algunas novedades, pero nada significativo según sus creadores.
El director creativo de Watch Dogs, Jonathan Morin, ha asegurado que los meses de desarrollo que ha disfrutado este esperado título de acción se han empleado en mejorar sus contenidos, no en añadir nada nuevo, ya que a finales del año pasado la obra ya se encontraba prácticamente lista para salir al mercado.
"El punto de partida era un juego prácticamente terminado y listo para llegar a las tiendas, así que lo inteligente era no tocar demasiado", ha comentado el creativo en una reciente entrevista. "Teníamos que averiguar qué queremos cambiar y hacerlo de una manera precisa. Ya teníamos un juego enorme. Así que la idea era asegurarnos de que todo estaba bien conectado".
Por eso, explica, "no añadimos nada grande al juego, solo ajustamos todo". Tarea que fue más sencilla de lo esperado debido a que el juego estaba prácticamente finalizado. "La productividad y la eficiencia del equipo fue cien veces mayor", lo que les ha permitido corregir montones de errores con gran comodidad.