También se añaden las Fallas Superiores y La Cámara, donde lucharemos contra la baronesa Codicia.
Tal y como estaba previsto desde hacía un tiempo, Blizzard ha publicado una gran actualización de contenidos para su exitoso Diablo III en PC, que entre otras mejoras trae consigo las ansiadas Temporadas y las Fallas Superiores.
Ya en su versión 2.1, uno de los grandes atractivos de esta actualización es que recupera las clásicas temporadas vistas en Diablo II, que básicamente nos proponen crear un personaje desde cero con el fin de llevarlo a lo más alto durante una temporada prefijada por Blizzard. Los jugadores competirán, por tanto, por ver quién alcanza la gloria antes que el resto, llevándose con ello recompensas exclusivas de esta modalidad.
Estos personajes no tendrán acceso al alijo, niveles y patrones de artesanía, o al oro de nuestros héroes principales; lo que supone un mayor reto. En este sentido, las Conquistas darán vida a esta modalidad proponiendo a los jugadores superar retos de gran dificultad con el fin último de desbloquear logros e inmortalizar sus nombres en las tablas de clasificación.
A todo esto debemos sumar recompensas exclusivas. En concreto, durante la primera temporada se introducirán diez nuevos objetos legendarios. Una vez completada la temporada, estos ítems pasarán a formar parte de nuestro alijo habitual.
Fallas Superiores y La Cámara
Otro de los grandes atractivos de esta actualización son las Fallas Superiores, con nuevos desafíos sólo aptos para los jugadores más avezados y mejor preparados. ¿Las recompensas? Habrá nuevos objetos por conquistar, aparte de las llamadas Gemas Legendarias, que obtendremos del cadáver de los guardianes de la falla.
Durante nuestros viajes por Santuario también tendremos ocasión de adentrarnos en el reino de los goblins, conocido como La Cámara, donde tendremos oportunidad de hacernos con grandes tesoros. El problema es que este mundo estará gobernado por la malvada baronesa Codicia, que es la que envía a sus súbditos alrededor de todo el mundo en busca de tesoros con los que saciar su apetito por el oro.