El último duró unas cuantas horas y afectó a usuarios de todo el mundo.
Las caídas del servidor de Bungie siguen sucediendo en Estados Unidos. Ayer, durante las horas de mayor tráfico de jugadores en la Costa Oeste, un nuevo ataque de un grupo hacker echó abajo los servidores de la nueva obra de los americanos (también de Call of Duty: Ghosts), y aunque la empresa llegó a reconocer los problemas en Twitter, no tardó mucho en encontrar una solución, arreglarlo y borrar el tuit, algo que no gustó a muchos a jugadores.
El tuit en cuestión rezaba: "Somos conscientes de los problemas de conexión que afectan a partes de la base de jugadores de Destiny y estamos trabajando para corregirlo". La página web de Bungie, que sirve a los jugadores para consultar estadísticas, Grimorio o gestionar objetos, también la echaron abajo. Lizard Squad, que ya tiraron el servidor del juego la semana pasada durante unas cuantas horas en todo el mundo, se atribuyeron el ataque, del que ya avisaron el viernes.
Para evitar problemas, en su momento los autores de Destiny explicaron que los servidores del juego se ubicarían en Las Vegas, un lugar en el que, según Pete Parsons "no hay terremotos, no hay huracanes, no hay inundaciones... un lugar perfecto". Si consiguen que no haya lagartos también, será perfecto de verdad.