A partir de ese momento apostaron por las expansiones y contenidos de gran calidad.
En un momento en el que los DLC todavía sonaban como algo demasiado nuevo, el equipo de Bethesda Softworks sorprendió negativamente a sus aficionados con el que a día de hoy continúa siendo uno de los paquetes de contenidos descargables que más mofa suscita en Internet: el DLC de la armadura de guerra para caballos de The Elder Scrolls: Oblivion.
Aprovechando su presencia en la Game Developers Conference de San Francisco, el diseñador de niveles de este juego, Joel Burgess, ha destacado que la publicación de ese paquete de contenidos supuso el punto de inflexión que necesitaba el estudio para mejorar ostensiblemente su política de DLCs.
"Necesitábamos algo que pusiera a prueba nuestros sistemas, añadir nuevo arte y diálogos, nuevas características y misiones en el juego", comenta Burgess. "Así que se nos ocurrió el DLC de las armaduras de caballo", añade al hablar de las dudas que existían acerca de qué clase de contenidos pagarían los usuarios y por cuánto dinero.
Las críticas no tardaron en llegar pero a partir de entonces, comenta, mientras que "otros desarrolladores se limitaban a hacer cosas como packs de armas o dinero para los juegos, nosotros lanzábamos contenidos como Knights of the Nine y Shivering Isles para Oblivion. Unos DLC muy grandes que ofrecían contenidos a la altura de algunos otros juegos completos".
El creativo de Bethesda también ha ensalzado la importancia de los mods para el estudio, ya que considera son uno de los atractivos que hacen que aún a día de hoy títulos como Skyrim continúe siendo uno de los juegos más populares de Steam.