Se trata del Old Monk, sito en la sublime Torre de Latria que recorrimos en el título que dio origen a la serie.
Son tantos los jefazos a los que nos hemos enfrentado en la saga Souls que a veces resulta difícil quedarse con uno incluso si eres el principal responsable de la serie. Sin embargo, Hidetaka Miyazaki, parece tenerlo bastante claro: Old Monk, el enemigo final sito en la espectacular Torre de Latria en Demon’s Souls.
Este es ya de por sí uno de los escenarios mejor diseñados de toda la saga, tanto por la estructura laberíntica de sus entornos como por la fuerte carga argumental que se encuentra oculta tras los muchos objetos que en él encontramos. Y Old Monk es tan solo la cúspide de un entorno memorable, pues este enemigo no es una criatura monstruosa controlada por la inteligencia artificial del juego, sino otro usuario poseído por esa túnica amarilla con grandes poderes.
"Encuentro un gran número de enemigos y jefazos en cada juego", ha declarado en la Revista Oficial de PlayStation en relación a sus enemigos finales favoritos, "pero déjame quedarme con uno solo: Old Monk". ¿La razón? "Este jefazo utiliza un sistema multijugador único e incluso algo experimental".
Tanto es así, continúa, que parece ser hubo cierto debate en el equipo de desarrollo a la hora de dar vida a esta idea.