Zelda: Breath of the Wild busca llevar la saga a un nuevo nivel de libertad de acción

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Mundo abierto, posibilidad de escalar, clima cambiante… Link presenta sus novedades.


Tras tanto tiempo de silencio, por fin The Legend of Zelda: Breath of the Wild fue protagonista. Primero confirmando su nombre, y segundo dejando ver a los jugadores una extensa demostración jugable donde se puede atisbar una clara declaración de intenciones: llevar la exitosa franquicia a un nuevo nivel de libertad de acción en un vasto mundo abierto.

El videojuego estará presente para el disfrute de los asistentes en el E3 2016. Allí, según explica Nintendo en nota de prensa, los jugadores podrán moverse por la obra como más le apetezcan, en un mundo donde no hay rutas predeterminadas para ofrecer una "sensación de libertad y enormidad". El tamaño extenso del mapa también deriva en un mayor esfuerzo de ingenio del usuario, que deberá con el entorno para encontrar armas o apropiarse de las que dejan tras de sí los enemigos derrotados. Además, Link puede comer para recuperar salud o conseguir una mejora o habilidad temporal.

El videojuego promete dejar escalar cualquier montaña a la vista.
El videojuego promete dejar escalar cualquier montaña a la vista.


The Legend of Zelda: Breath of the Wild rompe con algunas de las convenciones de la serie

"El juego rompe con algunas de las convenciones de la serie", señalan en el comunicado. Por ejemplo, los enemigos ya no están repartidos sin más por el mapa y algunos viven juntos. El jugador ahora puede escalar torres, e incluso cimas de montañas (de cualquiera a la vista), para orientarse. Además, también destaca la posibilidad de desplazarse haciendo parapente hacia zonas bajas e incluso usar su escudo como si fuera un trineo para descender en su viaje por praderas, bosques y cumbres.

Todo esto en un mundo de condiciones meteorológicas cambiantes y con repercusión en el entorno y capacidad de supervivencia. "Un chaparrón repentino podría extinguir una fogata y las armas metálicas de Link podrían atraer un relámpago", ponen de ejemplo. Además, el calor hará necesario el uso de ropas ligeras y viceversa en lugares más fríos.

¿Más información? Sí, bastante. La aventura contará con más de 100 santuarios dispuestos a ser descubiertos y explorados sin un orden predeterminado por el jugador. Conforme se avance entre sus trampas y enigmas, se obtendrá objetos especiales y otras recompensas que les serán de ayuda durante el viaje. ¿Puzles? También, prometen una serie de recompecabezas dondehabrá múltiples soluciones. Para ver el resultado final habrá que esperar a 2017, cuando The Legend of Zelda: Breath of the Wild llegue a Wii U y Nintendo NX (nombre provisional).

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