Asegura que no supo coordinar al equipo durante uno de los lances más delicados del desarrollo.
Eiji Aonuma, productor de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, ha hablado con la revista Edge en su último número. Allí ha hablado de la creación del nuevo Zelda y de algunos elementos que han dejado claro cómo ha sido el desarrollo en los últimos meses. Una de las partes más interesantes de la entrevista han tenido relación con su gestión como productor del juego y el trabajo con el equipo de desarrollo, en la que ha llegado a reconocer que parte de la culpa del retraso es suya.
El artista japonés de Nintendo explicó en las páginas de la revista británica cómo funciona el desarrollo de un videojuego de la magnitud del nuevo Zelda: "Tenemos una serie de objetivos durante el desarrollo. Yo lo juego y hago llegar al equipo mis comentarios y guías sobre la dirección que deben tomar". El problema llegaría a los meses, asegura: "En uno de los encuentros y charlas sobre objetivos el juego era fantástico, con un montón de elementos geniales. Pocos meses después, todo desapareció".
Hice un montón de comentarios sobre lo que se debía añadir, pero nunca le dije al equipo todo lo bueno que había ya en Zelda
Aonuma reconoce que "hice un montón de comentarios sobre lo que se debía añadir, pero nunca le dije al equipo todo lo bueno que había ya en Zelda, por lo que ellos añadieron elementos que recomendé, pero sumaron otros tantos que ellos pensaban que funcionarían bien y que acabaron rompiendo las partes buenas de la versión anterior. Aprendí que cuando hay cosas buenas hay que decirlas" y concluyó que "si hubiese medido bien dicho momento el desarrollo no se habría alargado tanto".
A pesar de las complicaciones en el desarrollo y los cambios en su lanzamiento, The Legend of Zelda: Breath of the Wild ha terminado siendo una de las sensaciones del pasado E3 2016. El juego llegará a Wii U y la nueva consola de Nintendo, NX, en una fecha por determinar a principios del próximo año 2017.