Dead Rising 4, en cambio, ha decepcionado las expectativas comerciales de la compañía.
Capcom, una de las compañías más relevantes de la industria del videojuego, ha hecho públicos esta madrugada sus números de ventas para el último año fiscal, el concluido el 31 de marzo, y ha observado un notable aumento en sus beneficios.
Concretamente hablamos de un 13,2% de crecimiento en comparación con el mismo período anterior para alcanzar los 87.170 millones de yenes en ingresos brutos, mientras que los beneficios también han crecido en un 14,6% hasta los 8.800 millones de yenes.
Los principales responsables han sido Resident Evil 7 y Monster Hunter XX, que han exhibido un "rendimiento comercial sólido", hablamos de 3,5 millones de copias distribuidas para el primero y de 1,7 millones de unidades para el segundo. Ninguno de los dos ha cumplido con los bagajes de ventas previstos, pero hablamos de que se han quedado muy cerca de éstos. Mientras que los ports de los títulos de la saga Resident Evil que se han adaptado a máquinas más recientes también han "funcionado bien" en lo económico, aunque sobre éstos no se han facilitado números específicos.
Dead Rising 4, por el contrario, pertenece al capítulo de las decepciones. El videojuego de zombies de Capcom ha rendido por debajo de las expectativas, y aunque no se han aportado tampoco datos concretos sí que ha quedado lejos de su meta inicial de 2 millones de copias vendidas.
De cara al futuro la compañía nipona desea volcarse en lo digital y en fortalecer su presencia en ese mercado, mientras que busca también incrementar su número de lanzamientos relevantes de cara a su medio plazo. Se espera, así mismo, que se mejoren sus resultados económicos para el período que concluye el 31 de marzo del 2018.