El estudio Oculus Story Studio cierra sus puertas tras elaborar algunos sofisticados cortometrajes en clave de realidad virtual.
La compañía Facebook sigue llevando a cabo ajustes en Oculus tras adquirirla hace unos años en una inversión que rondó los 2.000 millones de dólares. En esta ocasión le ha tocado el turno a su división narrativa, que ha sido eliminada de un plumazo.
"Hace un par de años, en el amanecer de la revolución de la realidad virtual moderna, Oculus lanzó su Oculus Story Studio para probar la posibilidad de dar cabida a una nueva forma de arte: la de contar historias en tiempo real. Story Studio creó una serie de cortometrajes incluyendo Lost, Henry y Dear Angelica, y han inspirado a los cineastas tradicionales, así como a una nueva generación de contadores de historias a invertir en VR", declaró Jason Rubin, el fundador de la compañía.
"Ahora entramos en el siguiente capítulo del desarrollo de realidad virtual, donde los nuevos creadores han entrado en el mercado y estamos estudiando cuál es el mejor modo de focalizar nuestros recursos para crear y producir impacto en el ecosistema", continuó el ejecutivo. "Después de una cuidadosa consideración, hemos decidido trasladar esos esfuerzos de la creación de contenido propio a dar soporte a la producción externa y, como parte de esa medida, vamos a cerrar Story Studio".
Eso sí, como advierte el propio Rubin, eso no significa que no se vaya a invertir en el desarrollo externo de este tipo de experiencias. "Vamos a dedicar 50 millones de dólares exclusivamente a financiar contenidos experimentales de realidad virtual no relacionados con los videojuegos. Ese dinero irá directamente a los artistas, para ayudarles a dar el salto y permitirles crear las más innovadoras y rompedoras ideas para la VR".
Variety asegura que de las 50 personas que trabajaban en ese estudio se va a intentar que todos ellos adopten nuevos puestos de trabajo dentro de la propia Oculus.