"Mientras jueguen a un Call of Duty nosotros estaremos muy felices".
Eric Hirshberg, el CEO de Activision, ha hablado con el medio especializado GamesIndustry sobre el curioso caso de que haya mucho más interés entre los aficionados por Call of Duty: Black Ops 2 que por Call of Duty: Infinite Warfare en estos momentos, cosa que se demuestra por el hecho de que en varios meses del año el juego de 2012 haya superado en ventas al más reciente título de la serie.
"Call of Duty es único, no sólo en los videojuegos sino también como elemento cultural. Ha tenido entregas anuales en lo más alto de los rankings durante mucho tiempo, y probablemente no hay precedentes para eso", explicó Hirshberg en la entrevista. "Como resultado de ello han surgido algunos beneficios pero también determinados desafíos. Y uno de ellos es que podemos tener varios universos de juego activos al mismo tiempo. Nuestra política es la de que, mientras jueguen a un Call of Duty, nosotros estamos felices".
"Vemos a la saga Call of Duty no tanto como una plataforma persistente como un espíritu persistente. Es un juego que te hace sentir de una determinada manera y que presenta ciertas expectativas ante la gente en cuanto a sus mecánicas, tono y forma de hacer las cosas", continuó. "Siento que hay múltiples representaciones de ello y hemos mostrado la habilidad de mantener a la gente enganchada al juego, en ocasiones durante años y años".