Se trataba de un proyecto rolero muy ambicioso con raids de hasta 40 usuarios.
El portal británico Eurogamer cuenta con un muy interesante documento sobre Stormlands, nombre en clave North Carolina, un videojuego que estaba siendo desarrollado en las oficinas de Obsidian y que iba a ser un RPG exclusivo de Xbox One que, finalmente, fue cancelado.
"Microsoft nos ofreció una idea: Imagina que estás jugando a The Witcher, por ejemplo con un amigo. En un momento dado aparece una criatura gigante, una tan grande que puedes verla desde la distancia. Aparece, de hecho, para todo el que está jugando. Todos vais a por ella y el juego te introduce en un matchmaking para una raid de 40 jugadores que vais a luchar contra ella", explicó Feargus Urquhart, CEO del estudio, en una entrevista que forma parte del documento. "Luchas, y todo lo que combates se graba en la nube. Al final se produce una suerte de edición inteligente que crea un clip personalizado con tu participación en la raid. Eso es lo que nos propusieron".
"Querían que se lograran muchas cosas con ese videojuego, y que todas fueran nuevas. Nada era lo típicamente aceptado en un título de estas características. Se trataba de llevar el género al siguiente nivel y ofrecer un nuevo modo de acercarte a los RPG y de ofrecerles un giro", explica.
El proyecto estaba en una fase de gestación desde 2006, y no fue hasta el 2011 cuando se tuvo la oportunidad de trabajar en algún tipo de demo. En el artículo de la web inglesa se explica todo el proceso y es una lectura muy recomendable, puesto que se comentan detalles sobre el concepto del videojuego como su perfil hacia la acción, sus similitudes con The Witcher y el hecho de estar ambientado en un universo de fantasía repleto de tormentas donde eran estos fenómenos meteorológicos los que proporcionarían sus poderes mágicos a los personajes.
En 2012 se produjo la cancelación de este producto secreto. "Se produjo con una llamada. Recibes una llamada, siempre es una llamada". Algo que dio al traste con la producción por, al parecer, diferencias en el concepto entre lo que deseaba Microsoft y lo que quería ofrecer Obsidian, problemas con plazos puesto que se pretendía que fuera un juego de lanzamiento y, además, distintos desafíos que se abordan en el texto.