Historia Principal
Guía de Castlevania: Lords of Shadow 2: Castillo bajo asedio
Autor: Juan José Romero
Parece que a la Hermandad no le hace mucha gracia que Drácula siga caminando sobre la faz de la Tierra, y han reunido un ejército para remediarlo.
Esta primera fase actúa a modo de tutorial. Tras tirar la puerta abajo, una serie de soldados entrarán en nuestra estancia con ganas de guerra. Elimina a esta primera tanda usando el Látigo de Sangre. En la segunda tanda usa la Espada de Vacío. En la tercera aparecen enemigos con escudo; para eliminarlos necesitarás romper primero ese escudo con tus Garras del Caos. La cuarta ronda será una combinación de lo anterior. Acaba con ellos utilizando lo aprendido y sal por la puerta.
Nos encontraremos con la primera fase de plataformeo. Drácula es ahora un tipo más ágil de lo que nunca fue Gabriel Belmont, y podrás escalar de manera muy rápida y acrobática. Para saber dónde empezar a trepar, salta sobre los murciélagos que se arremolinan en algunos salientes. Continúa hacia la derecha. Bastará con usar el stick de dirección para avanzar por la pared. Cuando necesites saltar espacios mayores, pulsa A/X y el stick en la dirección deseada. Cuando bajes saltará una pequeña secuencia; es hora de asomarse al balcón.
Toca enfrentarse al primer mini-jefe, el Paladín. No es todavía una combate completo, solo tendremos que intercambiar unos cuantos golpes con él. Evita acercarte al Paladín tanto como puedas. Una buena idea es dejar de lado las Garras del Caos por ahora. Debes estar especialmente atento a las embestidas imparables. Cuando cruce sus espadas y aparezca el símbolo rojo, evade hacia un lado. Podrás bloquear el resto de golpes. Fíjate en que el Paladín echa su espada hacia atrás justo antes de atacar: ese será el momento de bloquear.
Cuando le hayas quitado un poco de vida, el Paladín volará al cobijo de nuestro siguiente desafío: el Titán.
Sobre el brazo del Titán algunos soldados se unirán al combate. Mantenlos a raya pero presta más atención al movimiento del propio brazo: deberás saltar un momento antes de que éste se estampe contra la pared del castillo.
A los pocos segundos el brazo cambiará de posición y quedarás colgado de él. El Titán volverá a arremeter contra el castillo: completa con éxito unos cuantos QTE para no caer. Será entonces cuando el brazo se coloque en vertical, permitiendo ser escalado. Sube por la derecha evitando las flechas del Paladín (es todo momento sabrás dónde está apuntando. Basta con no estar allí cuando la flecha llegue). Cuando subas deberás conseguir que el Paladín dispare a los tres anclajes que sujetan el brazo. Posiciónate sobre cada uno de ellos, espera a que el Paladín apunte y apártate bajando en el último segundo.
Para poder seguir subiendo tendremos que pasar a través de unos mecanismos con muy mala uva, todo mientras el Paladín sigue incordiando con sus flechas. Recordemos que para saltar espacios grandes tenemos también que pulsar el botón de salto además de la dirección. Mide bien los tiempos; si alguno de los engranajes te pilla, tendrás que volver a empezar.
Una vez sobre plano, encontramos tres anclajes más. El proceso es el mismo que antes: hay que lograr que el Paladín los destruya, pero con la dificultad añadida de ser atacado al mismo tiempo por soldados de la Hermandad. Cuando esté suelta, pulsa B/Círculo para tirar abajo la carcasa del Titán y seguir avanzando a través de engranajes (un pequeño truco para superar esta sección es no dejar de pulsar hacia delante). Déjate llevar cuando llegues a la rueda de madera, sigue por los salientes de la izquierda antes de caer, y sube hasta suelo firme.
De nuevo, tres anclajes. Ahora también nos atacan enemigos con escudo. No hay necesidad de luchar contra todos, la prioridad siguen siendo los anclajes, pero nos será mucho más sencillo si la zona está despejada. Una vez destruidos abre la puerta, mira cómo Drácula echa el desayuno sobre el mecanismo principal del Titán, y disfruta de la secuencia.
Videoguía
Esta primera fase actúa a modo de tutorial. Tras tirar la puerta abajo, una serie de soldados entrarán en nuestra estancia con ganas de guerra. Elimina a esta primera tanda usando el Látigo de Sangre. En la segunda tanda usa la Espada de Vacío. En la tercera aparecen enemigos con escudo; para eliminarlos necesitarás romper primero ese escudo con tus Garras del Caos. La cuarta ronda será una combinación de lo anterior. Acaba con ellos utilizando lo aprendido y sal por la puerta.

Nos encontraremos con la primera fase de plataformeo. Drácula es ahora un tipo más ágil de lo que nunca fue Gabriel Belmont, y podrás escalar de manera muy rápida y acrobática. Para saber dónde empezar a trepar, salta sobre los murciélagos que se arremolinan en algunos salientes. Continúa hacia la derecha. Bastará con usar el stick de dirección para avanzar por la pared. Cuando necesites saltar espacios mayores, pulsa A/X y el stick en la dirección deseada. Cuando bajes saltará una pequeña secuencia; es hora de asomarse al balcón.
Toca enfrentarse al primer mini-jefe, el Paladín. No es todavía una combate completo, solo tendremos que intercambiar unos cuantos golpes con él. Evita acercarte al Paladín tanto como puedas. Una buena idea es dejar de lado las Garras del Caos por ahora. Debes estar especialmente atento a las embestidas imparables. Cuando cruce sus espadas y aparezca el símbolo rojo, evade hacia un lado. Podrás bloquear el resto de golpes. Fíjate en que el Paladín echa su espada hacia atrás justo antes de atacar: ese será el momento de bloquear.
Cuando le hayas quitado un poco de vida, el Paladín volará al cobijo de nuestro siguiente desafío: el Titán.

Sobre el brazo del Titán algunos soldados se unirán al combate. Mantenlos a raya pero presta más atención al movimiento del propio brazo: deberás saltar un momento antes de que éste se estampe contra la pared del castillo.
A los pocos segundos el brazo cambiará de posición y quedarás colgado de él. El Titán volverá a arremeter contra el castillo: completa con éxito unos cuantos QTE para no caer. Será entonces cuando el brazo se coloque en vertical, permitiendo ser escalado. Sube por la derecha evitando las flechas del Paladín (es todo momento sabrás dónde está apuntando. Basta con no estar allí cuando la flecha llegue). Cuando subas deberás conseguir que el Paladín dispare a los tres anclajes que sujetan el brazo. Posiciónate sobre cada uno de ellos, espera a que el Paladín apunte y apártate bajando en el último segundo.
Para poder seguir subiendo tendremos que pasar a través de unos mecanismos con muy mala uva, todo mientras el Paladín sigue incordiando con sus flechas. Recordemos que para saltar espacios grandes tenemos también que pulsar el botón de salto además de la dirección. Mide bien los tiempos; si alguno de los engranajes te pilla, tendrás que volver a empezar.
Una vez sobre plano, encontramos tres anclajes más. El proceso es el mismo que antes: hay que lograr que el Paladín los destruya, pero con la dificultad añadida de ser atacado al mismo tiempo por soldados de la Hermandad. Cuando esté suelta, pulsa B/Círculo para tirar abajo la carcasa del Titán y seguir avanzando a través de engranajes (un pequeño truco para superar esta sección es no dejar de pulsar hacia delante). Déjate llevar cuando llegues a la rueda de madera, sigue por los salientes de la izquierda antes de caer, y sube hasta suelo firme.
De nuevo, tres anclajes. Ahora también nos atacan enemigos con escudo. No hay necesidad de luchar contra todos, la prioridad siguen siendo los anclajes, pero nos será mucho más sencillo si la zona está despejada. Una vez destruidos abre la puerta, mira cómo Drácula echa el desayuno sobre el mecanismo principal del Titán, y disfruta de la secuencia.
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