Historia Principal
Guía de Castlevania: Lords of Shadow 2: Corporación Bioquimek (2/2)
Autor: Juan José Romero
Date una vuelta por la sala, recupera vida y magia si lo necesitas, y observa la cabeza del Golem recién caído. Recogerás la Gema Primordial del Vacío, que te permitirá lanzar proyecciones de vacío (una suerte de proyectiles congelantes). Su uso es exactamente igual a las dagas de sombra, solo que deberás tener seleccionada la Espada de Vacío. Esta habilidad se puede usar en combate o para congelar ciertos elementos del escenario, como la cascada que tenemos frente nosotros.
Así pues, congela la cascada y trepa por ella. Encontraremos nuestra primera reliquia. Si continuamos avanzando por el pasillo llegaremos a una pequeña sección de plataformas donde espera una caja de dolor. Vuelve sin preocuparte por el dispositivo dorado; todavía no podemos activarlo. Adéntrate en la zona neblinosa. Si avanzamos hasta el final de la estancia seremos recompensados con otra caja de dolor. Vuelve otra vez y adéntrate en la gran sala rocosa. Al fondo hallaremos un caballero caído y su diario, al lado de las cascadas. Otra caja de dolor se esconde subiendo por ellas. Para hacerlo bien, congela las dos cascadas antes de empezar a trepar.
Salta sin miedo de vuelta al suelo, y trepa por los maderos que están cerca de la entrada. Una vez arriba podemos ir a izquierda para encontrar otra caja de dolor, o a la derecha para salir de la zona.
Saltará una escena en la que Trevor (o mejor dicho, la ensoñación de Trevor en la mente de Drácula) es atacado por un vampiro especialmente atractivo. Aunque al principio parece que este Vampiro Deshonrado es sumiso a su señor, pronto llegará la sangre maldita para poner a todo el mundo en nuestra contra.
Toca luchar contra unos cuantos vampiros deshonrados. Se enfrentarán a ti en parejas, pero cada vez que acabes con uno llegará otro para sustituirle. Paciencia, pues pasado un rato se quedarán sin recambios.
De vez en cuando uno de ellos agarrará a Trevor. Cuando esto ocurra no lo pienses ni un segundo y céntrate en él. Podemos hacer que lo suelte de cualquier manera, pero la más rápida es lanzando un proyectil (sea daga de sombra o proyección de vacío) o realizando un movimiento evasivo en su dirección. Encontraremos que la proyección de vacío es muy útil para inmovilizar a uno de los dos vampiros mientras damos estopa a su compañero.
Cuando acabes con todos ellos, saltará una escena y conseguiremos el Medallón del Lobo. Este ítem servirá para volver a los recuerdos del castillo. Deberás activarlo sobre ciertos sellos, como el que tenemos en el suelo de esta sala. Podremos localizar estos sellos con facilidad desde el mapa. Activamos el sello y subimos al encuentro del lobo blanco. Antes de adentrarnos en la oscuridad podemos recoger una caja de dolor yendo a la izquierda.
Al salir de la oscuridad estaremos de vuelta en el mundo real. Bajaremos por el pasillo hasta que aparezca uno de los vampiros que nos acechaban en el castillo; de alguna forma han conseguido materializarse en el mundo real. Despáchalo (cuidado con su habilidad para teletransportarse) y continúa.
Necesitamos parar las aspas del ventilador congelándolo con un proyectil de vacío, y luego transformarnos en rata (hay un vórtice al final del pasillo) para pasar por el hueco.
En los conductos de ventilación debemos evitar el fuego saltando sobre él. Llegaremos a una zona electrificada. Tenemos que evitar pisar los rayos pasando por el estrecho camino que se nos provee. Si lo necesitas avanza poco a poco; las ratas también saben ir despacio.
Adéntrate en el primer conducto de la izquierda. El segundo lo dejaremos para más adelante. Llegaremos a un pasillo con un vórtice y a la vuelta de la esquina un Guardián de Golgoth defendiendo una puerta. NO utilices el vórtice todavía, en su lugar tenemos que introducirnos en el otro conducto de ventilación, enfrente del guardián. No hay nada que temer mientras sigamos en forma de rata.
Al final de este conducto hay un cable que debemos mordisquear, y antes un cable pelado que nos impide el paso momentáneamente. Espera a que el cable pelado de chisporrotear, y salta sobre él para llegar el final del conducto. Mordisquea el cable que allí se encuentra. Nuestro cuerpo-rata no aguantará el calambrazo, pero no pasa nada; Drácula poseerá a una de sus compañeras. El guardián llamará a un técnico, y esa será nuestra vía de entrada.
Antes de recuperar nuestra forma humana podremos conseguir una caja de dolor metiéndonos de nuevo en el conducto por el que vinimos hasta la zona electrificada, y entrando ahora en el segundo conducto, hacia la izquierda. En la bifurcación que encontrarás toma la opción de la izquierda. No te dejes pillar por el mecanismo y avanza. Verás la caja sobre ti, protegida por electricidad. Mordisquea el cable para cortar esa electricidad y vuelve al conducto de la derecha. De nuevo, no te dejes que el mecanismo te aplaste y llegarás a la sala con la caja de dolor. Usa el vórtice, recoge la caja, y vuelve como rata por donde has venido hasta el pasillo protegido por el guardián.
Por fin podemos recuperar nuestra forma humana en el vórtice de este pasillo. Utiliza los murciélagos para mantener ocupado al guardián, y posee al técnico colocándote a su espalda. Con el cuerpo del técnico activamos el dispositivo junto a la puerta, y entramos.
Tras la escena tendremos que pelear contra las abominaciones en las que se han convertido los científicos. No son rival para nosotros, pero cuando acabemos con ellos nos espera alguien a nuestra altura.
Videoguía
Así pues, congela la cascada y trepa por ella. Encontraremos nuestra primera reliquia. Si continuamos avanzando por el pasillo llegaremos a una pequeña sección de plataformas donde espera una caja de dolor. Vuelve sin preocuparte por el dispositivo dorado; todavía no podemos activarlo. Adéntrate en la zona neblinosa. Si avanzamos hasta el final de la estancia seremos recompensados con otra caja de dolor. Vuelve otra vez y adéntrate en la gran sala rocosa. Al fondo hallaremos un caballero caído y su diario, al lado de las cascadas. Otra caja de dolor se esconde subiendo por ellas. Para hacerlo bien, congela las dos cascadas antes de empezar a trepar.

Salta sin miedo de vuelta al suelo, y trepa por los maderos que están cerca de la entrada. Una vez arriba podemos ir a izquierda para encontrar otra caja de dolor, o a la derecha para salir de la zona.
Saltará una escena en la que Trevor (o mejor dicho, la ensoñación de Trevor en la mente de Drácula) es atacado por un vampiro especialmente atractivo. Aunque al principio parece que este Vampiro Deshonrado es sumiso a su señor, pronto llegará la sangre maldita para poner a todo el mundo en nuestra contra.
Toca luchar contra unos cuantos vampiros deshonrados. Se enfrentarán a ti en parejas, pero cada vez que acabes con uno llegará otro para sustituirle. Paciencia, pues pasado un rato se quedarán sin recambios.
De vez en cuando uno de ellos agarrará a Trevor. Cuando esto ocurra no lo pienses ni un segundo y céntrate en él. Podemos hacer que lo suelte de cualquier manera, pero la más rápida es lanzando un proyectil (sea daga de sombra o proyección de vacío) o realizando un movimiento evasivo en su dirección. Encontraremos que la proyección de vacío es muy útil para inmovilizar a uno de los dos vampiros mientras damos estopa a su compañero.

Cuando acabes con todos ellos, saltará una escena y conseguiremos el Medallón del Lobo. Este ítem servirá para volver a los recuerdos del castillo. Deberás activarlo sobre ciertos sellos, como el que tenemos en el suelo de esta sala. Podremos localizar estos sellos con facilidad desde el mapa. Activamos el sello y subimos al encuentro del lobo blanco. Antes de adentrarnos en la oscuridad podemos recoger una caja de dolor yendo a la izquierda.
Al salir de la oscuridad estaremos de vuelta en el mundo real. Bajaremos por el pasillo hasta que aparezca uno de los vampiros que nos acechaban en el castillo; de alguna forma han conseguido materializarse en el mundo real. Despáchalo (cuidado con su habilidad para teletransportarse) y continúa.
Necesitamos parar las aspas del ventilador congelándolo con un proyectil de vacío, y luego transformarnos en rata (hay un vórtice al final del pasillo) para pasar por el hueco.
En los conductos de ventilación debemos evitar el fuego saltando sobre él. Llegaremos a una zona electrificada. Tenemos que evitar pisar los rayos pasando por el estrecho camino que se nos provee. Si lo necesitas avanza poco a poco; las ratas también saben ir despacio.
Adéntrate en el primer conducto de la izquierda. El segundo lo dejaremos para más adelante. Llegaremos a un pasillo con un vórtice y a la vuelta de la esquina un Guardián de Golgoth defendiendo una puerta. NO utilices el vórtice todavía, en su lugar tenemos que introducirnos en el otro conducto de ventilación, enfrente del guardián. No hay nada que temer mientras sigamos en forma de rata.

Al final de este conducto hay un cable que debemos mordisquear, y antes un cable pelado que nos impide el paso momentáneamente. Espera a que el cable pelado de chisporrotear, y salta sobre él para llegar el final del conducto. Mordisquea el cable que allí se encuentra. Nuestro cuerpo-rata no aguantará el calambrazo, pero no pasa nada; Drácula poseerá a una de sus compañeras. El guardián llamará a un técnico, y esa será nuestra vía de entrada.
Antes de recuperar nuestra forma humana podremos conseguir una caja de dolor metiéndonos de nuevo en el conducto por el que vinimos hasta la zona electrificada, y entrando ahora en el segundo conducto, hacia la izquierda. En la bifurcación que encontrarás toma la opción de la izquierda. No te dejes pillar por el mecanismo y avanza. Verás la caja sobre ti, protegida por electricidad. Mordisquea el cable para cortar esa electricidad y vuelve al conducto de la derecha. De nuevo, no te dejes que el mecanismo te aplaste y llegarás a la sala con la caja de dolor. Usa el vórtice, recoge la caja, y vuelve como rata por donde has venido hasta el pasillo protegido por el guardián.
Por fin podemos recuperar nuestra forma humana en el vórtice de este pasillo. Utiliza los murciélagos para mantener ocupado al guardián, y posee al técnico colocándote a su espalda. Con el cuerpo del técnico activamos el dispositivo junto a la puerta, y entramos.
Tras la escena tendremos que pelear contra las abominaciones en las que se han convertido los científicos. No son rival para nosotros, pero cuando acabemos con ellos nos espera alguien a nuestra altura.
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