Introducción
Guía de Assassin's Creed IV: Sigilo
Autor: Pol Surriel

El sigilo es una de las estratégias que hacen más interesantes el progreso del juego. Para poder utilizarla tenemos que conocer todos los elementos y habilidades que nos proporciona el juego. Contamos con las zonas de acecho, que son matorrales donde Edward puede agacharse y desplazarse sigilosamente. Es un buen sitio donde eliminar enemigos silbando para atraerlos. Los pajares son algo parecido, un cúmulo de paja donde podemos escondernos pero de forma estática.
Las esquinas de las paredes también pueden sernos de gran ayuda, si nos acercamos a ellas Edward se cubrirá y podremos silbar para atraer guardias cercanos. Cuando silbamos los guardias se acercarán confundidos hacia nosotros. Si nos mezclamos entre la multitud no se fijarán en nosotros, basta con andar cerca de dos personas o sentarse en un banco. Para zonas vigiladas los guardias sospecharán al mínimo contacto visual, desplazarse por las alturas es muy provechoso. Pero suelen haber artilleros por la zona.
En esta entrega la notoriedad no nos afectará demasiado. La única diferencia está en la navegación, ya que los cazadores de piratas vendrán a por nosotros cuanto más notorios seamos. Para eliminar la notoriedad solo tenemos que seleccionar la opción de reducir nivel de búsqueda tras abordar un barco o sobornar a un corrupto en tierra. Las disputas navales son la fuente principal de notoriedad.