Misiones de la historia
Guía de Destiny: La espira del jardín
Autor: Mario Gómez y Josema López
- Localización: Bahía del Meridiano, Marte
- Nivel: 16
- Tamaño escuadra: 1-3
- Recompensa: XP
Toma la ruta oeste desde Los Eriales para llegar a Rocas Peladas. El punto de ruta marca un lugar cruzando la fortaleza cabal, por un camino al este. Por el camino te asaltará un reducidísimo grupo de cabal con el que puedes acabar sin ninguna complicación.
Llegarás a la Base de Artillería del Rubicón, donde encontrarás algunos psiónicos repartidos por los peñascos -no dejes que te sorprendan cuando te enfrentes a los cabal- y algunos cabal. Aunque no hay demasiados ni son demasiado poderosos -apenas tienen un centurión entre sus filas- es recomendable que ataques la fortificación desde los peñascos, porque los cabal están organizados estratégicamente y en el camino te encontrarías rodeado. Si haces eso, ganarás cobertura para el coloso que aguarda al final del camino, y esto es muy útil porque está armado hasta los dientes.

Pasa por el pasillo cabal para llegar a los Páramos del Rubicón. Toma la pared montañosa de tu derecha y síguela para tomar un atajo que te llevará directamente hasta la base cabal. El exterior está fuertemente vigilado por psiónicos y encima hay un coloso persiguiéndote desde la azotea. Lo ideal es acabar con los psiónicos y acercarse a la base desde la parte trasera. Hay un buen ángulo para disparar al coloso en la cabeza desde las escaleras sin que él pueda dispararte, ya que sujeta su ametralladora casi a ras del suelo. Ataca con prudencia y sube las escaleras. Arriba queda un centurión. Mátalo y escanea el puesto con tu espectro.
El nuevo punto de ruta tiene lugar en la otra punta del valle en el que te encuentras. Accede allí con tu Colibrí para comprobar que la entrada está muy fuertemente vigilada por un coloso y numerosas falanges y legionarios. Por suerte para ti, a pocos metros tienes un puesto en el que robar un tanque interceptor, y el terreno es suficientemente rocoso como para encontrar cobertura para disparar con rifles de francotirador.

Pasando el túnel que custodian, llegarás a la Línea de Hierro, zona de oscuridad. El mapa que tienes ante tus ojos es una emboscada. Apenas avanzarás unos pocos pasos y saltarán a tu encuentro unos legionarios y psiónicos en pequeñas hordas. Simplemente retrocede cuando veas que saltan, y ganarás una ventajosa posición estratégica y tiempo de reacción. La última horda, eso sí, tiene un coloso; de modo que te interesará ir moviéndote por el mapa en busca de buenos ángulos para el rifle de francotirador.
Cuando acabes con todas las hordas, y al acercarte a la puerta grande, te asaltarán tres falanges. Mátalas y sube por la cuesta para llegar a la Fortaleza de la Legión. Siguiendo el punto de ruta, llegarás a un puente. Aquí, las cosas se pondrán muy feas. Aparecerán varios legionarios que te disparan mientras saltan de cobertura en cobertura. Un par de falanges bloquea el camino hacia delante, los psiónicos te hostigan desde los lados y al fondo, un coloso te dispara constantemente para que no puedas asomarte desde tu cobertura. ¿Consejos? Sí, usa granadas contra las falanges y centuriones y ve avanzando a base de limpiar coberturas. O mata a los psiónicos para flanquear al coloso y desorganizar el asalto.
Es un poco difícil, pero cuando lo consigas no tienes más que subir hasta la colina del fondo y enfrentarte a una hilera de cabal que custodia el portal vex que vienes buscando. Entre ellos se encuentra un centurión que, para tu suerte, se desligará de la formación para tomar la ofensiva. Cúbrete y una vez lo mates, los demás serán coser y cantar. Luego, acércate al terminal vex y usa tu espectro para colocar el ojo del celador en el pedestal. Tras una espectacular animación en la que transformas el ojo en una llave para abrir el Jardín Negro, llegará...

Jefe. Primus Sha'aull
Primus es un enorme centurión, ataviado en una dura coraza que le proporciona barra de vida amarilla y muy mala leche. Este jefe es bastante duro, de modo que si vas solo probablemente te interese tomarte esto como una batalla de desgaste. Se dedica a saltar y perseguirte por todo el escenario disparándote y golpeándote. Es bastante lento, pero penetra muy bien en todas las coberturas. Así que simplemente: corre. Corre matando a los pequeños mobs que se van reagrupando -tranquilo, de falanges no pasan- y disparando a Primus entre las coberturas que vayas pudiendo tomar cada pocos segundos. Eso sí, ni se te ocurra enfrentarte al jefe con una escopeta o una melé, porque da unos topetazos increíbles. Recuerda vigilar el cielo, ya que en mitad de la pelea llegan refuerzos. Asáltales con una granada tan pronto bajen de la nave.
Una vez termines el encuentro, la misión acabará.
Video Guía