Introducción
Guía de Dying Light: Consideraciones previas
Autor: Jon Serrano
Harran
Esta ciudad ficticia ambientada en el Medio Oriente ha sufrido la devastación a causa de un peligroso virus que ha convertido a sus habitantes en dementes devoradores de carne. Por esa misma razón resulta una locura pasear por sus calles con total tranquilidad. Afortunadamente la arquitectura de la zona facilita la movilidad para los más ágiles corredores.
Escalar paredes, saltar de un tejado a otro, correr por encima de muros, subir por postes de la luz… En Harran el suelo es lava y el jugador inteligente se aprovechará de las habilidades del protagonista para navegar por un mar de cemento y carne putrefacta. A medida que pasen los días el parkour será tan natural como dar un paseo por el parque.
Kyle Crane
Nuestro protagonista es un hombre contratado por el SAI para localizar a Kadi Suleiman y recuperar unos documentos perdidos. Es un hombre hábil y entrenado en el manejo de armas, capaz de enfrentarse a las hordas de infectados y desesperados supervivientes. A lo largo de la aventura recorreremos Harran por sus calles, saltando de tejado en tejado y enfrentándonos con toda clase de armas a los zombies. Cada acción arrastra una consecuencia, y en este caso nos reportará experiencia para poder obtener nuevas habilidades.
Navegar por la ciudad realizando parkour reportara puntos de experiencia para las habilidades de Agilidad, combatir contra infectados o humanos para Poder y tratar con los supervivientes nos permitirá mejorar Supervivencia.
Noche
Cuando el sol se pone en Harran cambian las reglas del juego: el cazador se convierte en presa. Es durante la noche cuando el jugador se enfrentará a los principales peligros que habitan en la ciudad. Por supuesto el riesgo trae sus recompensas. Y es que será entonces cuando se pueda duplicar la experiencia obtenida con cada salto o combate.
Dying Light cuenta con ciclos de día y noche por lo que siempre puedes echar una cabezadita y salir cuando ha oscurecido para conseguir más experiencia. Especialmente si te gustan las emociones fuertes.

Esta ciudad ficticia ambientada en el Medio Oriente ha sufrido la devastación a causa de un peligroso virus que ha convertido a sus habitantes en dementes devoradores de carne. Por esa misma razón resulta una locura pasear por sus calles con total tranquilidad. Afortunadamente la arquitectura de la zona facilita la movilidad para los más ágiles corredores.
Escalar paredes, saltar de un tejado a otro, correr por encima de muros, subir por postes de la luz… En Harran el suelo es lava y el jugador inteligente se aprovechará de las habilidades del protagonista para navegar por un mar de cemento y carne putrefacta. A medida que pasen los días el parkour será tan natural como dar un paseo por el parque.
Kyle Crane

Nuestro protagonista es un hombre contratado por el SAI para localizar a Kadi Suleiman y recuperar unos documentos perdidos. Es un hombre hábil y entrenado en el manejo de armas, capaz de enfrentarse a las hordas de infectados y desesperados supervivientes. A lo largo de la aventura recorreremos Harran por sus calles, saltando de tejado en tejado y enfrentándonos con toda clase de armas a los zombies. Cada acción arrastra una consecuencia, y en este caso nos reportará experiencia para poder obtener nuevas habilidades.
Navegar por la ciudad realizando parkour reportara puntos de experiencia para las habilidades de Agilidad, combatir contra infectados o humanos para Poder y tratar con los supervivientes nos permitirá mejorar Supervivencia.
Noche

Cuando el sol se pone en Harran cambian las reglas del juego: el cazador se convierte en presa. Es durante la noche cuando el jugador se enfrentará a los principales peligros que habitan en la ciudad. Por supuesto el riesgo trae sus recompensas. Y es que será entonces cuando se pueda duplicar la experiencia obtenida con cada salto o combate.
Dying Light cuenta con ciclos de día y noche por lo que siempre puedes echar una cabezadita y salir cuando ha oscurecido para conseguir más experiencia. Especialmente si te gustan las emociones fuertes.