La Senda de la Inquisición - Historia
Guía de Dragon Age: Inquisition: Jefe. Samson / Calpernia
Autor: Mario Gómez
¡No! No son dos jefes a la vez. Tranquilo. Samson será el malo si ayudaste a los magos, o Calpernia si ayudaste a los templarios. En cualquier caso, ambas batallas suceden en el mismo escenario y son muy parecidas.
Samson y sus templarios rojos están orientados al cuerpo a cuerpo, como es normal. Golpean duro, y tienen mucha salud, pero no usan barreras. Samson es inmune a todos los efectos de estado, mientras que los templarios roos lo son a los estados físicos y tienen vulnerabilidad al fuego. Como siempre, querrás centrarte en los pequeños primero.
Tan pronto como empiece el combate, querrás acceder a la cámara táctica. Tus compañeros no se centran en un mismo enemigo, de modo que te conviene usar los comandos manuales para gestionar eso. Para evitar que los enemigos más duros maten de inmediato a tu pícaro o mago, envía a los aliados guerreros a rodear a tus personajes a distancia o crear distracciones. Así que usa la cámara a menudo para evitar que tus aliados ataquen a distintos enemigos a la vez.
A veces Samson usa un devastador ataque en el que gira como una peonza y persigue a un aliado por el campo de batalla. Si eso sucede, ordena a ese aliado que huya y que los demás ataquen a Samson, o si ese personaje tiene bastante salud, que active un escudo o barrera para contenerlo en un punto específico. El resto del tiempo querrás absorber sus ataques mientras los personajes a distancia atacan.
Calpernia, por su parte, sigue unos patrones parecidos, solo que viene acompañada por horrores y templarios rojos y ya sabes cómo se las gasta esa combinación. Tiene algo menos de salud que Samson, pero a diferencia de él, puede conjurar barreras y se teletransporta a menudo, dejando molestas trampas de fuego en el suelo. Tiene resistencia al fuego, así que usa flechas o magia eléctrica y de hielo para hacerle daño. La estrategia que debes seguir, eso sí, difiere muy poco. Mantén a tus personajes a distancia a salvo de los templarios rojos y los horrores, usando como distracción a los personajes cuerpo a cuerpo y tirando de la cámara táctica para no pisar sus trampas. (Las vanguardias van muy bien para esta tarea).
Después de la batalla, habla con Abelas para que te deje beber del Pozo. Tendrás que afrontar una decisión que afecta poco o nada a la jugabilidad y mucho a la historia: ¿bebes del Pozo o dejas que Morrigan lo haga? Hagas lo que hagas, Morrigan no abandonará la Inquisición y tus poderes serán los mismos, así que tampoco te preocupes demasiado. Eso sí, si quieres ahorrarte un jefe deja que Morrigan beba. Tras esto, verás una cinemática y volverás a Feudo Celestial.
Samson y sus templarios rojos están orientados al cuerpo a cuerpo, como es normal. Golpean duro, y tienen mucha salud, pero no usan barreras. Samson es inmune a todos los efectos de estado, mientras que los templarios roos lo son a los estados físicos y tienen vulnerabilidad al fuego. Como siempre, querrás centrarte en los pequeños primero.
Tan pronto como empiece el combate, querrás acceder a la cámara táctica. Tus compañeros no se centran en un mismo enemigo, de modo que te conviene usar los comandos manuales para gestionar eso. Para evitar que los enemigos más duros maten de inmediato a tu pícaro o mago, envía a los aliados guerreros a rodear a tus personajes a distancia o crear distracciones. Así que usa la cámara a menudo para evitar que tus aliados ataquen a distintos enemigos a la vez.
A veces Samson usa un devastador ataque en el que gira como una peonza y persigue a un aliado por el campo de batalla. Si eso sucede, ordena a ese aliado que huya y que los demás ataquen a Samson, o si ese personaje tiene bastante salud, que active un escudo o barrera para contenerlo en un punto específico. El resto del tiempo querrás absorber sus ataques mientras los personajes a distancia atacan.
Calpernia, por su parte, sigue unos patrones parecidos, solo que viene acompañada por horrores y templarios rojos y ya sabes cómo se las gasta esa combinación. Tiene algo menos de salud que Samson, pero a diferencia de él, puede conjurar barreras y se teletransporta a menudo, dejando molestas trampas de fuego en el suelo. Tiene resistencia al fuego, así que usa flechas o magia eléctrica y de hielo para hacerle daño. La estrategia que debes seguir, eso sí, difiere muy poco. Mantén a tus personajes a distancia a salvo de los templarios rojos y los horrores, usando como distracción a los personajes cuerpo a cuerpo y tirando de la cámara táctica para no pisar sus trampas. (Las vanguardias van muy bien para esta tarea).
Después de la batalla, habla con Abelas para que te deje beber del Pozo. Tendrás que afrontar una decisión que afecta poco o nada a la jugabilidad y mucho a la historia: ¿bebes del Pozo o dejas que Morrigan lo haga? Hagas lo que hagas, Morrigan no abandonará la Inquisición y tus poderes serán los mismos, así que tampoco te preocupes demasiado. Eso sí, si quieres ahorrarte un jefe deja que Morrigan beba. Tras esto, verás una cinemática y volverás a Feudo Celestial.