Torreón de Farron
Guía de Dark Souls 3: Jefe. Vigilantes del Abismo
Autor: 3DJuegos
Según el trasfondo narrativo (lore) que los fans de la saga han estado estudiando, los Vigilantes del Abismo, jefes de la Legión No Muerta, comparten un solo alma entre varios cuerpos, que se va trasladando de uno a otro. Esto explica por qué parecen llevarse tan mal entre sí y estar matándose mutuamente todo el rato.
Esta historia se materializa dentro del combate contra los Vigilantes. Hay dos barras de salud en este jefe: una en la primera mitad del encuentro y otra que aparece cuando ésta se vacía por completo.
Durante la primera parte del encuentro, lucharás contra un solo Vigilante del Abismo, además de otro que aparecerá cada 20 segundos hasta contar tres a la vez. Los Vigilantes encaran lo último que les golpeara, incluyendo otro Vigilante, aunque tienen clara preferencia por apuntar al jugador. El último Vigilante eso sí, se encara directamente con otro de los suyos. Aunque se les puede matar de forma individual, la barra de salud de abajo que se drena del total de dao es la que cuenta realmente. Una vez vacía, se inicia la segunda mitad del encuentro.
Los Vigilantes ponen su sangre y alma en un único cuerpo, que imbuye en fuego su Espadón de Farron, añadiendo daño por fuego al daño físico que tenía antes. No parece volverse mucho más fuerte aparte de esto, pero la espada de fuego sí que hace mucho daño y las llamas hacen un poco más difícil acercarse a él. Cada vez que se desliza o golpea el suelo, puedes estar seguro de que un haz de fuego le seguirá. Así que lo mejor que puedes hacer es limitarte a contraatacar. La primera parte del encuentro, en cambio, sí que invita un poco más a la ofensiva. Recuerda que los Vigilantes, en todas sus formas, son débiles al daño eléctrico.
Además, en todo momento ejecutan ataques muy rápidos en carrera y salto, combinan espadazos frontales y giratorios y, según reportan muchos fans, sólo los que tengan los ojos rojos están apuntando al jugador. Si tiene los ojos normales, en teoría, no deberías correr por tu vida y podrías atacar.
Esta historia se materializa dentro del combate contra los Vigilantes. Hay dos barras de salud en este jefe: una en la primera mitad del encuentro y otra que aparece cuando ésta se vacía por completo.
Durante la primera parte del encuentro, lucharás contra un solo Vigilante del Abismo, además de otro que aparecerá cada 20 segundos hasta contar tres a la vez. Los Vigilantes encaran lo último que les golpeara, incluyendo otro Vigilante, aunque tienen clara preferencia por apuntar al jugador. El último Vigilante eso sí, se encara directamente con otro de los suyos. Aunque se les puede matar de forma individual, la barra de salud de abajo que se drena del total de dao es la que cuenta realmente. Una vez vacía, se inicia la segunda mitad del encuentro.
Los Vigilantes ponen su sangre y alma en un único cuerpo, que imbuye en fuego su Espadón de Farron, añadiendo daño por fuego al daño físico que tenía antes. No parece volverse mucho más fuerte aparte de esto, pero la espada de fuego sí que hace mucho daño y las llamas hacen un poco más difícil acercarse a él. Cada vez que se desliza o golpea el suelo, puedes estar seguro de que un haz de fuego le seguirá. Así que lo mejor que puedes hacer es limitarte a contraatacar. La primera parte del encuentro, en cambio, sí que invita un poco más a la ofensiva. Recuerda que los Vigilantes, en todas sus formas, son débiles al daño eléctrico.
Además, en todo momento ejecutan ataques muy rápidos en carrera y salto, combinan espadazos frontales y giratorios y, según reportan muchos fans, sólo los que tengan los ojos rojos están apuntando al jugador. Si tiene los ojos normales, en teoría, no deberías correr por tu vida y podrías atacar.