Lo que en Black Mirror podía verse como una distopía, parece haberse convertido en el camino al que buena parte de la Generación Z se está agarrando para moldear sus vidas. El polémico throning basado en las influencias sociales es sólo el último ejemplo de hasta qué punto nuestra realidad supera a la ficción.
Heredado de lo que desde hace eones ha experimentado nuestra civilización mediante la hipergamia, la práctica destinada a relacionarse con alguien para extraer algún beneficio, en el caso de una Generación Z obsesionada por la perspectiva social que refleja en ojos de otros ha derivado en el citado throning. Según apunta un estudio de Science Advances, quienes se agarran a las aplicaciones para conocer gente lo hacen con la intención de encontrar a alguien que esté un 25% por encima de su estatus social.
Qué es el throning de la Generación Z
La idea, derivada del concepto de poner a tu pareja en un trono, no deja de ser el fenómeno que, en busca de aprobación social, gran parte de la población ha experimentado durante su adolescencia. La época del instituto, repleta de cambios e inseguridades, es la que más nos empuja hacia esa necesidad de validar nuestro éxito social atándonos a personas que poco o nada pueden tener con nuestros intereses pero que, por contra, implican un cambio de estatus gracias a vernos reflejados en su influencia y admiración.
Lejos de abandonar esa práctica al llegar a la edad adulta, el estudio de ciertas aplicaciones ha demostrado que el 27% de los jóvenes de la Generación Z sienten haberse sentido utilizados por culpa del throning. Creen que, de una forma u otra, sus relaciones han pasado a convertirse en una suerte de trampolín social para sus parejas.
En busca de mejorar su marca personal, tanto en relaciones sociales físicas como a través de redes de internet, el throning convierte lo que deberían ser interacciones genuinas basadas en valores o intereses compartidos en una carrera por motivar el clasismo entre individuos. Dicho de otro modo, es como si hubiésemos cambiado el concepto de caza fortunas por un caza likes.
Habiendo girado del atractivo económico al social y su influencia digital, el throning termina cayendo en picado en relaciones artificiales y tóxicas que, en gran medida, pueden terminar afectando a la confianza y autoestima de quienes se sienten utilizados. El mayor problema de todos, en cualquier caso, es el peligroso precedente que, como en el capítulo de los puntos sociales de Black Mirror, pone sobre la mesa el cambio social y tecnológico que la Generación Z ha trasladado desde su vida virtual a la real.
Imagen | Legendary Quail en Midjourney
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