Los llaman empleos emergentes apoyados en el auge de la inteligencia artificial
En realidad vienen a cubrir los huecos que los CEO pensaban que la IA iba a solucionar por sí sola
Los despidos masivos de las empresas para adaptarse a la IA han terminado demostrando un agujero primordial. Pese a que muchos pensaban que para entrar en modo inteligencia artificial bastaba con instalar un programa y ponerse a funcionar, la necesidad de adaptar los distintos modelos y encontrar usos creativos a los mismos ha dado forma a un nuevo puesto de trabajo: los FDE o Forward Deployed Engineer.
Un crecimiento del 800%. Datos internos de plataformas de ofertas laborales como Indeed demuestran que la fiebre del oro de la IA ha hecho crecer este nuevo puesto hasta un 800% entre diciembre de 2024 y septiembre de 2025. Es una cifra que está lejos de quedarse ahí porque, mientras las empresas se ven atraídas por la IA y toman decisiones de despidos a lo loco, ahora empiezan a ver que les falta un rol que realmente sepa sacarle partido y justifique esa decisión. Un rol que hasta ahora no existía.
En el caso de España el crecimiento no es tan apabullante, pero las ofertas relacionadas con conocimientos de IA y las de desarrollo de herramientas adaptadas demuestran un flujo similar. Mientras las primeras demostraban un crecimiento del 62% con 2.228 ofertas durante los primeros meses de 2025, en el caso de los segundos lo hacían aún más. Hasta un 69% con 3.540 ofertas publicadas.
Necesitamos ayuda. Superada la fiebre inicial, lo que buscan las empresas ya no son promesas lanzadas al aire, sino demostraciones reales adaptadas a su día a día que puedan ser medidas en beneficios directos y no en una presentación bonita de PowerPoint.
Frente a un escenario en el que pueden decirte para qué funciona mejor un modelo u otro pero no saben ni por dónde empezar, aquella idea de la IA como un producto que no requiere de necesidades adicionales y sin servicio humano se ha desmontado como un castillo de naipes.
El trabajo de un FDE. A mitad de camino entre la consultoría técnica de toda la vida y la ingeniería, el papel del FDE pasa por introducirse en el ecosistema de la compañía para analizar cómo funcionan sus procesos y, una vez detectadas las grietas, volver a la IA para adaptarlas de la mejor forma posible a las necesidades de la compañía.
Digamos estos FDE no vienen a buscar soluciones, sino a encontrar problemas que la empresa ni siquiera se planteaba que estaban ahí desde el principio. Una vez descubiertos, llega su siguiente paso natural, la necesidad de adaptar los modelos de lenguaje para dar con la tecla que puede revolucionar la productividad de la empresa.
Los nuevos trabajos de la IA. Conforme las empresas empiezan a darse cuenta de que la IA no es magia para sus procesos, la idea de que la inteligencia artificial viene a quitarnos el trabajo se va desmontando poco a poco.
El Foro Económico Mundial hablaba de 9 millones de puestos de trabajo perdidos en cinco años, pero el mismo periodo apunta a crear otros 11 millones de nuevos mercados laborales que ni siquiera nos planteábamos hace una década. El crecimiento del FDE viene a demostrar que, efectivamente, la IA necesita unos ruedines para poder echar a andar, y que ese apoyo debe ser, sí o sí, tan creativo como humano.
Imagen | Juulstrup en Midjourney
En 3DJuegos | No eres el único al que la jornada laboral se le hace infinita. Microsoft ha encontrado la solución
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