Marvel Cosmic Invasion me ha hecho volver a leer Bill Rayos Beta: Estrella Argéntea, la historia cósmica que necesitaba Marvel y que muestra el talento de la nueva rockstar del cómic
Haber jugado a Marvel Cosmic Invasion me ha dado muy buenos ratos estos días. No siempre frente a la pantalla, con los dientes apretados por un boss imposible, sino disfrutando de una de las lecturas más entretenidas y originales que ha dado Marvel en los últimos años: Bill Rayos Beta. Estrella Argéntea. Entre alienígenas, batallas estelares y armas místicas, el cómic se convirtió en una especie de ensalada visual de pura adrenalina, heavy metal y emoción cósmica que necesitaba compartir.
Bill Rayos Beta: el Thor que nadie esperaba
Puede que Bill Rayos Beta no sea, a primera vista, el personaje más icónico de Marvel. De hecho, muchos aficionados lo consideran una especie de copia rara de Thor, un alienígena con martillo y cara de caballo, que a simple vista parece un "experimento fallido" dentro del panteón galáctico de Marvel. Pero para mí, Bill es todo lo contrario: un héroe inesperado, complejo y con una historia que combina nobleza, tragedia y brutalidad.
Creado por Walter Simonson en The Mighty Thor en 1983, Bill es un alienígena de la raza Korbinite, diseñado para ser un "monstruo" que desafiaría las expectativas del lector. Simonson lo concibió como alguien digno de levantar el poder de Mjolnir, pero lo suficientemente diferente de Thor para sorprender a todos. Tras un duelo épico con el dios del trueno, Odin forjó para él un martillo propio, Stormbreaker, que le otorgaba habilidades equivalentes a las de Thor. Desde entonces, Bill ha sido un aliado leal y un guerrero cósmico recurrente de la editorial.
A lo largo de las décadas, Bill ha protagonizado aventuras que lo han llevado desde batallas contra Surtur en Muspelheim hasta enfrentamientos con Galactus y los Kree. Su historia combina la épica de los cómics de Thor con elementos de ciencia ficción espacial, creando un híbrido único que lo convierte en uno de esos secundarios tan fascinantes que Marvel no puede dejar de incluir en grandes eventos cósmicos, como Marvel Cosmic Invasion, o contárselo a uno de los grandes autores de moda en el mundo del cómic.
Daniel Warren Johnson: el autor que necesitaba Bill
Si hay un nombre que hoy brilla en la industria de la viñeta estadounidense, ese es Daniel Warren Johnson. Nominado al Eisner, creador de Extremity, Murder Falcon y la reciente y siempre recomendable Wonder Woman: Tierra Muerta, Johnson se ha convertido en sinónimo de historias visualmente explosivas, con trazo dinámico y personajes de una humanidad innegable. Su trabajo destaca por equilibrar la acción descomunal con momentos de introspección y emoción cruda, convirtiendo cada página en un espectáculo visual y narrativo de una escala tremenda.
Precisamente, Johnson es el responsable de devolver a Bill Rayos Beta a la relevancia con Estrella Argéntea. Como en sus anteriores obras, Johnson explora la vulnerabilidad de sus protagonistas, esta vez mostrando a Bill sin Stormbreaker, cuestionando su valía, enfrentándose a su propia imagen de héroe y navegando un cosmos hostil plagado de enemigos colosales. Es un viaje que combina introspección y violencia a partes iguales, en el que cada golpe, cada explosión de naves espaciales y cada enfrentamiento con criaturas como Surtur tiene alma de guitarreo al estilo Manowar.
El cómic de Johnson no se limita a una aventura más de superhéroes. Estrella Argéntea es una obra de contrastes que alterna escenas de acción descomunal con momentos de intimidad y emoción. La narrativa presenta a Bill lidiando con su incapacidad de revertir a su forma original sin Stormbreaker, una cuestión que no es solo física sino existencial: ¿qué significa ser un héroe cuando la herramienta que define tu poder desaparece? La historia reúne a personajes secundarios como Skuttlebutt, su nave consciente, Pip el Troll y Skurge, quienes no solo sirven de soporte para la acción sino que aportan matices a la personalidad de Bill. La relación entre ellos y Bill refleja un cuidado por el detalle y por la humanidad del héroe que pocas veces se ve en cómics de aventuras cósmicas.
En términos artísticos, Johnson, acompañado de Mike Spicer en el color y Joe Sabino en el rotulado, despliega el trazo agresivo que le caracteriza, lleno de fuerza, con un uso magistral de los colores y efectos que refuerzan la sensación de odisea cósmica pop, que tiene mucho de epopeya épica y de un lenguaje muy poco que recuerda a mangas y animes como Chainsaw Man. Cada página parece una portada gigante de disco de metal, y los lectores pueden casi escuchar de fondo a Dio o Ozzy mientras las naves estallan y los poderes de las místicas profundidades del espacio exterior se desatan. La violencia es caótica y al mismo tiempo coreografiada con precisión, haciendo que la obra brille más allá de lo esperable en un cómic de Marvel.
La relevancia de un personaje olvidado
Lo que hace a Estrella Argéntea tan especial no es solo la acción ni el arte, sino la forma en que Johnson redefine a Bill Rayos Beta para una nueva generación de lectores. El autor rescata al personaje de la irrelevancia y las apariciones anecdóticas y lo presenta como un héroe cósmico completo, capaz de rivalizar con Thor en presencia y profundidad. La obra demuestra que, incluso un secundario de décadas de historia, puede convertirse en el protagonista de una de las aventuras más memorables de Marvel si se le da la voz y la visión correctas.
Por otro lado, y volviendo a citar el imprescindible Wonder Woman: Tierra Muerta, esta revitalización de Bill Rayos Beta recuerda el trabajo que Johnson realizó en DC Comics, donde transformó a Diana en una heroína postapocalíptica capaz de enfrentarse a un mundo devastado. En ambos casos, Johnson toma un personaje establecido y lo coloca en un escenario extremo, con libertad para explorar su humanidad y su fuerza, sin sacrificar ni su esencia ni la espectacularidad de la narrativa. Tras jugar a Marvel Cosmic Invasion, correr a releer Bill Rayos Beta. Estrella Argéntea ha sido un acto casi instintivo. Es un cómic que combina acción desbordante, space opera, humor, tragedia y un tratamiento profundo de la psicología del héroe. Y, además, ¿has visto que mamporros mete Bill en este cómic?
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Si buscas un cómic que sea al mismo tiempo brutal, emocional, divertido y estéticamente impactante, Estrella Argéntea no solo cumple, sino que redefine lo que puede ser una aventura cósmica de Marvel. Y, como en los grandes discos de heavy metal, cada página golpea con fuerza, cada escena deja huella y cada héroe demuestra que, aunque su martillo esté roto, su corazón sigue siendo digno.
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