Mistborn: Birthright, el juegazo que nunca podremos disfrutar

¡Buenas! El otro día terminé de leer la trilogía de novelas Mistborn (Nacidos de la bruma) de Brandon Sanderson y me flipó lo mucho que se parecía a un videojuego. Total, que me puse a investigar en Google y descubrí que había en desarrollo un juego basado en estas novelas y llamado Mistborn: Birthright. Desgraciadamente, parece que el proyecto no llegó a buen puerto, y se acabó cancelando. Es una pena y una oportunidad perdida para tener una saga de fantasía atípica y con un enorme potencial para el sector del videojuego. 



¿Y qué es Mistborn, diréis? Pues os lor esumo en unos cuantos párrafos.

Mistborn (Nacidos de la bruma) es una saga de novelas de fantasía que tiene lugar en el planeta Scadrial. Actualmente hay dos arcos argumentales. Está la llamada Era 1, que es la primera trilogía de Mistborn y la más conocida, y luego está la llamada Era 2, que va a tener 4 libros (de momento hay 3). 

[b]Historia[/b]

La primera trilogía está formada por El Imperio Final, El Pozo de la Ascensión y El Héroe de las Eras. Se ambientan en una época postmedieval y preindustrial. Scadrial es un planeta moribundo. Durante el día, los montes de ceniza no paran de lanzar ceniza, lo cual ha impedido que crezcan plantas verdes y que haya mucha vegetación. Casi todo son páramos marrones y decadentes. Y por la noche aparece una niebla, una bruma, temida por todos los habitantes del planeta. En Scadrial solo existe una nación: el Imperio Final. Es una tiranía gobernada con mano de hierro por el Lord Legislador, que se hizo inmortal cuando liberó a la humanidad de la Profundidad, una fuerza enemiga de la que no se sabe nada. El Lord Legislador (conocido antiguamente como el Héroe de las Eras) accedió al Pozo de la Ascensión y adquirió un poder que le hizo derrotar a la Profundidad, pero luego utilizó ese poder para crear un imperio y una tiranía. 

En el Imperio Final viven dos razas: los nobles y los skaa. Los nobles tienen muchos privilegios, pero los skaa son tratados como escoria, como esclavos, y no tienen derechos. Al mismo tiempo, están los obligadores, que se encargan de obviamente obligar a la población a cumplir la ley, y los inquisidores, una especie de humanoides que tienen tornillos clavados en los ojos y que disponen de gran poder.



[b]Alomancia[/b]

Y ahora pasemos a lo verdaderamente importante y lo que daría mucho, mucho juego en un videojuego: la magia, o mejor dicho, la alomancia. ¿qué es la alomancia? Se trata de un poder que se adquiere ingiriendo metales mezclados con líquidos. Al ingerir los metales, se "queman" en el estómago y esto otorga poderes. Hay 10 tipos diferentes de metales:

-Hierro/acero: Estos metales permiten empujar objetos metálicos o atraerlos hacia el usuario. Todo depende del peso del usuario y del objeto que se quiera manipular. Si el usuario pesa más que el objeto, atraerá el objeto o, si lo empuja, lo lanzará con fuerza contra un enemigo (se usan mucho monedas a modo de arma; se empujan con fuerza y sustituyen a las balas). Si el objeto pesa más, el usuario es atraído hacia el objeto o, si lo empuja, se verá impulsado hacia arriba (pudiendo casi volar). Al usar estos metales, se pueden ver unas líneas azules que apuntan a metales cercanos. Esto permite descubrir a enemigos (siempre que lleven algo metálicol).

-Bronce/cobre: Estos metales permiten detectar otros usuarios de alomancia (lleven o no metal; se detecta si están usando o no sus poderes) o, por ele contrario, ocultar al usuario (o a otra persona) de manera que otros alomantes no les puedan descubrir.

-Zinc/Latón: Estos metales permiten "inflamar" las emociones de otras personas (para ponerlas rabiosas o furiosas) o, por el contrario, apaciguar a otros.

-Estaño/Peltre: Estos metales permiten mejorar los sentidos del usuario, o mejorar las habilidades físicas (fuerza, velocidad).

-Atium/Oro: El atium permite ver el futuro durante unos segundos, de forma que el usuario puede anticiparse al enemigo. La única forma de derrotar a un enemigo que "quema" atium es "quemar" atium también. El oro permite ver en qué pdoría haberse convertido el usuario si hubiera tomado otras decisiones en el pasado.

Los que usan uno solo de estos poderes se llaman brumosos, pero los que usan todos y cada uno de estos metales se llaman Nacidos de la bruma. 

Y aparte de esto existe la Feruquimia, que permite almacenar ciertos atributos en los metales para luego usarlos cuando se quiera, pero hay ciertos límites. Por ejemplo, si queremos almacenar vitalidad, hay que pasarse unos días debilucho y enfermizo. Pero luego esa vitalidad permite curar heridas.

En las novelas, una banda de skaa dirigida por Kelsier, y ayudados por una ladrona llamada Vin, planean derrocar al Imperio Final, una hazaña considerada imposible, dado que el Lord Legislador es inmortal y lo controla todo.



Puede parecer la típica historia de rebeliones y dictaduras, pero nada de eso. Al final todo se complica, y hay giros de guion tras giros de guion, con incluso nuevos metales (que no menciono por ser spoiler) y secretos sobre el Lord Legislador y el pasado del mundo que suponen un giro tremendo al cliché del elegido profetizado por las profecías. Lo guay es que todo está pensado desde el principio, y te quedas boquiabierto cuando todo encaja en su sitio.

La Era 2 ocurre varios siglos después, en plena Revolución Industrial. Estas novelas son más de detectives, persecuciones y conspiraciones. Aquí ya hay pistolas, electricidad, etc.

[b]Videojuego[/b]

¿Y a qué viene todo a esto? A que molaría un huevo un videojuego basado en este universo. Sería brutal tener libertad para explorar Luthadel (la capital del Imperio Final, y donde tienen lugar casi todos los libros de la primera trilogía), ya sea con los personajes de las novelas u otros ladrones de la banda de Kelsier creados por el jugador. Molaría ir cumpliendo misiones secundarias mientras vamos ideando un plan para derribar la tiranía.

Lo guay es que la alomancia se presta mucho a infiltración y sigilo, lo cual se reflejaría muy bien en un juego. Además, los poderes son adecuados para un videojuego: mejora de la fuerza y velocidad, atracción y posibilidad de empujar de objetos para usarlos como armas (miles de posibilidades, como lo de usar monedas para atacar a los enemigos), posibilidad de controlar la mente y las emociones de los enemigos, etc. Incluso habría enemigos propios de un videojuegos: empezamos enfrentándonos a simples ladrones, luego a brumosos, después a Nacidos de la bruma y por último a Inquisidores. Así iría aumentando la dificultad. Podríamos incluso hacer misiones de infiltración en la nobleza (como en los libros).

En el tema de la historia tampoco habría problema, porque las novelas tienen material de sobra.

En realidad, todo esto se podría haber visto en el juego Mistborn: Birthright. Los desarrolladores mencionaban que estaban haciendo un juego que sería como una mezcla de Assassin's Creed (por el tema de tener una ciudad abierta para explorar, y por el modo de desplazarse, rápido y ágil, lanzando monedas al suelo para empujarlas y lanzarse al aire, y luego ir empujando contra paredes y tejados, una especie de parkour mezclado con el desplazamiento de Spiderman en el próximo juego de PS4) y Dishonored (por ambientación, poderes, sigilo, etc.).



Es que coño, hasta podría haber habido crafteo para los que les guste. En las novelas existe la metalurgia, es decir la posibilidad de mezclar varios metales para crear aleaciones. Así incluso descubriríamos nuevos poderes, o crear objetos inmunes a los poderes alománticos (con aleaciones de aluminio, por ejemplo). 

Una puta pena que esto no haya salido adelante. La verdad es que el escritor, Brandon Sanderson, creó un universo que parece haber sido sacado de un videojuego por sus mecánicas.

Y nada, eso es todo. Tan solo quería compartir esta información. Ojalá algún día saquen un juego basado en estos libros. De hecho, ahora que hay películas confirmadas, quizá podríamos ver un juego.