FIFA 19: Ultimate Team: Cuando tengáis un partido así, descansad, no sigáis jugando

Acaba la primera parte. El rival, con Salah, Sané, Aubameyang... Equipazo arriba. Yo, 13 tiros, 11 a puerta, 3 goles. 67% de posesión. El rival, 1 tiro fuera. No era capaz de dar dos pases seguidos. Le salvó su portero, Emerson, que me hizo unas paradas brutales, con tiros a bocajarro y unas manos irreales que llegaban a casi todos los sitios. Segunda parte: en el minuto 85, íbamos 3-1. Me tira un churro, y a mi portero, Lloris, se le escapa por debajo del cuerpo y se cuela. Y me pregunto: "¿qué hago, pierdo tiempo?". Pues no, nada mejor que mantener la posesión en campo contrario, lejos de la portería. Empiezo a pasármela en su campo, y un pase fácil a la banda, se queda cortísimo y me la roba. Pelotazo hacia delante y, ostia, curiosamente, Sané se encontraba solo, en posición legal. Se va hacia portería y me empata. Prórroga. Al final del partido, el 6 tiros a puerta, yo 13. ¿Y en la prórroga? Me metió otros tres goles en tres tiros, mientras que los míos iban todos fuera. Al final del partido, me gana 6-3.

Bueno: pues cuando tengáis un handicap en contra del carajo, y perdéis, dejad de jugar, descansad, iros a ver una peli, a pasear, o lo que queráis. Pero no sigáis jugando. Cuando veis que domináis un partido como os da la gana, que estáis goleando, y de repente todo cambia, no das un pase a derechas, tus tiros se van fuera, los del rival se van dentro, etc., no juguéis el siguiente partido, porque lo vais a hacer cabreados, y vais a perder otra vez, esta vez por ansias.

Yo no voy a jugar más hoy, porque paso de cabrearme. El sistema tiende muchas veces a igualar los partidos (no siempre, ojo, que hoy le he metido 4 a uno y 6 a otro, y no han reaccionado). Ha sido un partido incomprensible, en el que yo creía que iba a tirar del cable cuando en el 30 iba perdiendo 3-0. Pero algo ha pasado en la segunda parte, en la que mis jugadores de repente no ganaban ni una carrera, mi rival me robaba todos los balones, me cortaba todos los pases, y casi cada tiro que me hacía, era gol, cuando yo en la primera parte necesité 13 tiros para meter 3. Y lo más graciosos es que no ha hecho ni un cambio en la delantera, y en la prórroga mis defensas iban con la lengua fuera, y sus atacantes corrían que se las pelaban.

No es un lloro, yo sé que me voy a encontrar con partidos así. Es una consejo para aquellos a los que les suceda: olvidaos un rato del juego.